El maquiavelismo como movimiento ideológico y político y cultural ya lleva cinco siglos con nosotros, a nivel teórico, a nivel práctico supongo que desde las noches del poder tiempo. Pero ha surgido en todo el planeta, especialmente, en Occidente, que era la gran patria del sueño de la democracia, con todos sus matices y todas sus limitaciones. Sí, el neomaquevialismo o el maquevialismo ha resurgido con fuerza en la misma democracia, en los mismos movimientos democráticos o que se nutren y están en su seno.
Los sistemas democráticos son una planta, árboles muy débiles y muy fuertes, para que funcionen, una gran parte de la sociedad tiene que estar de acuerdo para que crezcan, y, una gran parte de los poderes, y, cuando hablamos de poderes, hablamos de todos los poderes que se producen en la sociedad, también en el orbe político, cultural, religioso, económico, ideológico, etc.
Pero no solo hablamos de si el Maquiavelismo ha resurgido, no solo en las no-democracias, que siempre está presente, sino también, en las democracias, o en parte de ellas. Cosa que es tan preocupante, se ha juntado la hiperinflación del concepto de competencia y competitividad, más que se han debilitado las éticas y morales tradicionales de siglos, más que se ha reducido el concepto religioso, teórico y práctico, especialmente en Occidente, más las crisis sociales y políticas y económicas, que cada cierto tiempo surgen en el mismo Occidente, y, en el mundo. Y, además todos los cambios técnicos y científicos que se producen, y, otras razones y motivos, y, todo se ha juntado en el maquiavelismo, en una nueva forma, en un nuevo neo ha brotado y surgido y resurgido como un enorme volcán en las sociedades occidentales.
Algunos los llaman populismos, otros polarizaciones, aquellos radicalizaciones, los de al lado juntan el término “neos” y añaden movimientos del pasado, movimientos ideológicos políticos culturales de hace unas generaciones, que llenaron de lágrimas y sangre el planeta… -pongan ustedes nombre si desean o si quieren, claro está pondrán fórmulas, según estén dentro del círculo del neomaquiavelismo o fuera…-.
Es una paradoja, dicen que Maquiavelo, ante la situación política de Italia, dividida en tantos reinos y en tantas guerras civiles, y, siendo su patria, siempre objeto de invasiones de todo tipo –porque no lo olviden estaban divididos, aprendan para el presente-, se inspiró y se basó, en dos clases de fuentes, el imperio romano antiguo, para ese era italiano, y, en los príncipes-monarcas de su actualidad, Fernando, el católico de España y el rey Francisco, francés… y, de esas realidades, creó su sistema, que no solo es el famoso libro, El Príncipe, sino también, su libro sobre estrategia militar –aunque si me permite, creo y estimo que el poder del monarca del turco, poder omnisciente, también debió de influir en Maquiavelo-. Porque ambas realidades van unidas y relacionadas en su presente…
Maquiavelo, que las malas lenguas dicen, que fue torturado, sería uno de los primeros ejemplos, de que el fin justifica los medios, aunque esa frase nunca la dejó escrita, no sabemos si la expresaría, en esas grandes partidas de cartas o naipes o dados que dicen, hacía en su término final de su vida. Quién sabe, si para que los poderes del momento lo dejarán tranquilo, mientras su cabeza seguía pensando, un nuevo libro, que se perdió o perdería entre los papeles…
Pero el tema, la tesis y el título de este modesto artículo, no es hablar del maquiavelismo como gran corriente ideológica política –la contrarreforma también tocó el tema político, y, especialmente, en España, no le cansaré con títulos y autores, hicieron un contramaquiavelismo, explicando que el rey y monarca y el príncipe por consecuencia, tenía que seguir reglas morales universales y naturales, que no estaba por encima de ellas, además, de las normas de la racionalidad justa y equitativa, y, también, las normas morales religiosas del catolicismo-, autores que nos pueden enseñar hoy mucho. Hoy, esa contrarreforma teórica política, hoy nos podrían enseñar mucho a la vida política real. Porque no todo vale, ni vale todo… Y, cuándo todo vale y vale todo, se puede terminar en Auschwitz o en Kolimá/Kolyma, en NeoAuschwitz o en NeoKolimá... Aprendamos del pasado reciente, aprendamos cuándo a tu vecino las barbas están afeitando pongamos las nuestras a remojar… Tanto en ámbitos macrosociopolíticos, como en ámbitos microsociopolíticos…
Pero hoy nos vamos a fijar, he encontrado demasiadas personas en mi vida, en distintos oficios, en distintos estratos sociales, en distintos clases culturales, en distintas ideologías, en distintos colores de sus corazones y sus cerebros, en distintos ámbitos de la realidad –sean vecindades, amistades, lugares de trabajo, distintas organizaciones y entidades sociales o culturales o políticas, etc.-. He encontrado en la vida diaria y rutinaria, demasiadas personas que son maquiavélicas, neomaquiavélicas, que ya se han acostumbrado a ese sistema de ser y de estar en el mundo. Y, mienten y engañan y manipulan y dicen una cosa o dicen otra, o te regalan una sonrisa o una queja, o lo que sea para sus fines. Que han perdido, en diversos temas e intereses, el concepto de realidad, verdad, bien, bondad, racionalidad, prudencia... Y, al final, son verdaderos maquiavélicos, solo por sus intereses, sean sus intereses de una manera o sea de otra, de unos fines o sean de otro. Sean políticos, económicos, culturales, artísticos, sociales, profesionales, laborales, afectivos, de poder, religiosos, etc.
Cuándo alguien le hable de maquiavelismo, no caiga en el pensamiento que solo se produce esta forma de ser y estar en el mundo, en la gran política o en la gran economía, sino que mire bien, y, encontrará, personas que en todos los ámbitos, incluso familiares, en sentido amplio de la familia, en las relaciones laborales, en las amistades, en la calle, etc., personas que son maquiavélicas, sean por un fin o sean por otro, sea en una comunidad de vecinos, o en una asociación deportiva…
El Maquiavelo histórico, independientemente, del valor que demos a su sistema de pensamiento sociopolítico, nos descubrió una faceta humana… Aquí, muchos dirían que el maquiavelismo se mezcla mucho con la psicopatía y el relativismo moral sociopolítico y… ¡Pero eso estimado lector es otro tema, que quizás, algún año bisiesto toquemos y rocemos y besemos…! ¡Paz y bien…!
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