Al amigo José Antonio Baca Arauz, eminente doctor y destacado poeta.
Muchos podrán preguntarse: ¿y por qué recordar a Rubén Darío? Simple, por ser un clásico de la Literatura, se podría argumentar como asunto de gran validez. El gran Octavio Paz precisó en cuanto a Rubén: “Ser o no ser como él. Darío está presente en los espíritus de los poetas contemporáneos”; pasando por alto lo sostenido por el crítico inglés Cecil M. Bowra, quien sostuvo que su excelente atractivo original con gran sentido musical y armoniosa versificación que conmovió al mundo literario, ya pasó de moda.
Los clásicos como el español Federico García Lorca y Rubén Darío, no fueron poetas ordinarios de una época, ajustados a una escuela de su tiempo o a una moda. El impacto de sus creaciones renovadoras, hizo de sus legados tener tal profundidad, ser caracterizados, ser Clásicos, y a estos no se imitan. Se les estudia y se les lee.
El eminente crítico español don Juan Valera, al comentar "Azul...", indicó "Usted es Usted: Con gran fondo de originalidad y muy extraña. Usted no imita a ninguno. Usted lo ha revuelto todo, lo ha puesto a cocer en el alambique de su cerebro, y ha sacado de ello una rara quintaesencia".
Rubén dentro de su genialidad como poeta lo abarco todo, y eso muy a pesar de haber vivido poco, al haber fallecido el 6 de febrero de 1916, cuando tenía tan solo 49 años con 20 días. Fue prolífico en poesía y muy vasto en prosa como periodista, géneros literarios que le permitieron exponer y relatar con sentido estético y artístico de la realidad social y política de muchos países, que como cantor errante le tocó visitar e incluso vivir, como americano de España y español de América.
Como Poeta Rubén tuvo la virtud de cobrar un interés especial, al profundizar con arte en sus poemas, muchos temas que abordó como sus preferidos, y de los cuales aquí citaré algunos, a saber: *Lo Sensual y Erótico*, por medio del emblema o símbolo del enigmático Cisne, ave llena de belleza y pulcritud. *Tema Mitológicos* principalmente griegos contenidos fundamentalmente en su obra Prosas Profanas en que resalta su visión optimista del Más Allá. *El tema de Cristo* al reflejar su vida con ojos espejo de su alma, dando testimonio de su vida interior, anhelando: “Dame Señor, que tenga / la llama de la fe en el pecho mío // ¡Oh fruto de María! / volvió a alumbrar el alma mía” //. *El tema de La Paz*. No solo de su paz espiritual ante la realidad trágica de su dramática vida, sino de La paz entre las naciones vía sus pensamientos exhortativos.
Fue un excelso del idioma, legando lo mejor de sí, al manifestar amplia su sinceridad al promulgar conocerse a mismo, resguardando en sí la originalidad, mediante la regla de *Se tu mismo*.
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