Una familia migrante venezolana emprende una nueva vida en Ecuador. Más de 4,5 millones de personas migrantes y refugiadas de Venezuela han regularizado su estatus de permanencia en 17 países de América Latina y el Caribe, pero un gran porcentaje encara carencias en alimentación, salud, educación, oportunidades laborales y protección social, y las agencias de la ONU buscan beneficiar en paralelo a las comunidades de acogida. Imagen: Natalia Roldán / R4V
Más de 4,5 millones de personas migrantes y refugiadas de Venezuela, 68 % de los 6,7 millones de ese origen que viven en América Latina y el Caribe, han obtenido estatus regular en 17 países de la región desde 2019, indicaron dos agencias de las Naciones Unidas en un comunicado este viernes 6.
“Esto fue posible gracias a las medidas tomadas por los gobiernos de acogida dentro de sus marcos legales, y al apoyo financiero de la comunidad internacional, lo que les ha permitido acceder a documentación, mecanismos de regularización y al reconocimiento de la condición de refugiado”, según la declaración.
Suscriben el comunicado la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), basadas en esta ciudad suiza y líderes desde 2018 de la la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V).
Las entidades informaron que, durante 2024, más de 1,3 millones de personas refugiadas, migrantes y de las comunidades de acogida se beneficiaron de oportunidades de integración, protección y asistencia humanitaria a través del plan regional de respuesta de la R4V.
“A pesar de este progreso significativo, desafíos persistentes, como la inestabilidad económica y política, la inseguridad y la desigualdad social, dificultan que las personas migrantes y refugiadas mantengan a sus familias en los países de acogida”, reconocieron las entidades, ambas basadas en esta ciudad suiza.
Sostuvieron que la regularización y el fortalecimiento de los procedimientos de determinación de la condición de refugiado en la región “deben complementarse con iniciativas sólidas de estabilización e integración socioeconómica”.
Esas iniciativas deben incluir educación, atención médica, validación de competencias profesionales y acceso al mercado laboral formal, oportunidades de subsistencia, y servicios bancarios para los migrantes y refugiados.
“Sin estas medidas esenciales, los retos de la irregularidad y el trabajo informal persistirán, lo que da lugar a movimientos sucesivos y exacerba los riesgos de trata y tráfico de personas”, advierte el comunicado.
Eduardo Stein, principal responsable de la R4V, subrayó que “cuando las personas migrantes y refugiadas son capacitadas para contribuir plenamente a sus comunidades, enriquecen el tejido social y a la vez impulsan el crecimiento económico y la innovación”.
“Al garantizar el acceso a servicios esenciales, como mercados laborales y redes sociales, creamos una situación en la que todos ganan: refugiados, migrantes y comunidades de acogida”, abundó Stein.
Según el análisis de R4V, se estima que entre los 6,7 millones de personas venezolanas que viven en la región 82% tiene empleos informales, más de un tercio se encuentra en situación irregular y 53 % se enfrenta a obstáculos para acceder a atención médica.
Además, muchos reciben salarios injustos, lo que hace que 42 % no pueda proporcionar alimentos suficientes a sus familias, y 23 % vive en condiciones de hacinamiento.
Entre las personas migrantes y refugiadas de otras nacionalidades en tránsito por la región, estas necesidades son aún mayores, ya que hasta 90 % carece de servicios esenciales como alimentos, protección y alojamiento.
Para abordar esas necesidades, la Plataforma R4V lanzó este viernes su plan de respuesta regional 2025-2026, que requiere 1400 millones de dólares en su primer año, para apoyará a más de 2,3 millones de personas refugiadas y migrantes vulnerables y a sus comunidades de acogida en 17 países.
El plan prevé que las entidades líderes trabajen junto a 230 entidades asociadas, entre las que se incluyen otras agencias de la ONU, la Cruz Roja, organizaciones no gubernamentales, comunitarias, y las dirigidas por personas migrantes y refugiadas.
R4V contabilizó el pasado junio 7,77 millones de personas venezolanas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo, de las cuales 6,59 millones estaban en 17 países de la región.
Hasta el año 2023 se habían concedido 4,5 millones de permisos de residencia y estancia regular, 347 700 venezolanos eran reconocidos como refugiados y 1,2 millones estaban solicitando ese estatus.
En su reporte de junio, R4V indicó que las mayores poblaciones de venezolanos estaban en Colombia, 2,8 millones; Perú, 1,54 millones; Brasil, 568 000; Chile, 532 000; Ecuador, 445 000; Argentina, 164 000, y República Dominicana, 124 000.
El programa de asistencia de R4V para 2024 aspiró a beneficiar a 2,9 millones de personas, entre migrantes, refugiados y comunidades de acogida, pero solo pudo alcanzar a 1,3 millones, tras conseguir hasta la fecha apenas una tercera parte de los 1590 millones de dólares requeridos inicialmente para el plan.
A-E/HM. Fuente: IPS
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