Cuando en España se estableció el nuevo sistema político, es decir, la democracia liberal que es el mayor invento de Lucifer, me dijo una amiga: "SE ACABÓ LA ALEGRÍA." Y no podía ser de otra manera porque en un estercolero no se pueden plantar margaritas. Estamos en Tiempo de Navidad, va a comenzar un nuevo año. Los medios de comunicación hunden el ánimo del más valiente, todo son disturbios, enfrentamientos, juicios, etc. Esto no da más de sí. Esto es el fruto del nuevo sistema diabólico. Si queremos recuperar la alegría hay que hacerlo todo nuevo. Los obispos, ¿dónde están que no se les oye? España ha sido católica desde hace dos mil años y no puede desaparecer. Hay que limpiar el estercolero y dejarlo limpio de toda suciedad. Cuando nuestras conciencias estén libres de esta diabólica situación, volveremos a recuperar la alegría. Todo lo demás es palabrería vana. Solo Cristo que nos libró de la esclavitud del pecado puede darnos la alegría y el gozo.
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