De todos es sabido que la tauromaquia es repudiada por la mayoría de la sociedad y que existe por el regadero de subvenciones públicas que las irresponsables administraciones dan a un cerril negocio destinado a la ruina.
Por si teníamos poco, para el fin de semana hay convocados eventos "benéficos" de tauromaquia callejera a beneficio de las víctimas de la DANA en Albal.
Los taurinos han sabido aprovechar la ocasión para intentar vendernos la moto de que hay algo bueno y solidario en la tauromaquia, pero si de verdad les importan las víctimas pueden donar las subvenciones millonarias que a nivel nacional cobran en lugar de torturar animales en nombre de las víctimas que además la gran mayoría de ellas ha mostrado su indignación con este hecho.
No hay duda de que los taurinos quieren aprovechar la miseria para sacar tajada y cuando por los grupos del pueblo se ha expuesto nuestra queja solamente he sufrido insultos, amenazas y delirios, pero nadie ha sabido explicar lo "bueno" de la tauromaquia. De hecho, pronto un taurino de Albal tiene un juicio conmigo por delito leve de coacciones y amenazas tras unos mensajes que en su día envió por la red social Instagram.
Juan Ramón Adsuara, alcalde de Alfafar promueve estas actitudes a la vista de que lleva mucho tiempo diciendo que no hagamos protestas en "su" pueblo y que las hagamos en otros donde los taurinos sean más violentos e incluso llamándonos cobardes por Twitter (ahora X).
Además, las calles de Albal continúan llenas de barro y lo que necesitan son manos que estén ahí quitando y no gente que encima haga un "evento" que lo que va a hacer es ensuciar todavía más el pueblo porque no hay más que ver cómo quedan todos los municipios después de los eventos taurinos.
El gobierno municipal encabezado por José Miguel Ferris (PP) es el máximo responsable de autorizar esta aberración y esta persona se hizo con la alcaldía mediante la usurpación al histórico Ramón Marí que ha estado 20 años de alcalde.
Pese a que el Partido Socialista de Albal fue la fuerza más votada, el Partido popular se unió a los ultras de VOX y a Avant Albal para obtener sillones. De hecho, en el pleno de investidura los votantes de estos partidos demostraron no creer en la democracia y por eso no dejaban expresarse a la portavoz socialista cuando denunciaba públicamente "el pacto del puchero".
Otra de las voces críticas con la convocatoria taurina ha sido la de Compromís Albal mediante las redes sociales.
"La tortura no es nuestra cultura. No recibimos la ayuda y la gente está embarrada, pero la prioridad del equipo de gobierno es hacer toros", denuncian desde la formación política.
Recuerda que estamos en los ultimísimos días para firmar la iniciativa por la desprotección de la tauromaquia noesmicultura.org en tu zona más cercana o con certificado digital.
LA TORTURA ANIMAL DE LA TAUROMAQUIA
Por otro lado, la bióloga Valenciana Rosa Más afirma que «los toros son animales herbívoros que no suelen desplazarse grandes distancias debido a su corpulencia; gustan de tumbarse sobre la hierba, a la sombra de los árboles. El hecho de sacarles de este pacífico entorno para meterlos en camiones, actividad que se realiza a base de palos, porque los animales no quieren salir de su hábitat y ser situados en un ambiente hostil, lleno de gente vociferante, les causa una profunda angustia».
«Además, sus músculos poseen fibras musculares cortas, no adecuadas para correr; obligarlos, les genera cansancio y fatiga respiratoria», ha añadido. «Los festejos taurinos son el epítome del afán de dominación del humano sobre la naturaleza, del hombre sobre la bestia, de una cultura patriarcal y violenta que es todo lo contrario a una sociedad justa», zanja la bióloga.
El sentido común ya nos dice que los intereses de los animales están muy alejados de las perversas ideas humanas y que el problema está en el uso, pero por si hay algún despistado, los informes veterinarios son muy claros respecto a las miserias y torturas taurinas.
“Buscan compulsivamente sensaciones intensas, lo que no es fácil porque tienen un umbral muy alto de estimulación. Estos individuos en su mayoría hombres entre quince y cuarenta años de edad, solo pueden experimentar el protagonismo o la sensación de poder narcisista en el contexto de la explotación y el sufrimiento de la víctima, la humillación, el dominio, la tortura carecen de la capacidad de sentir compasión, culpa o remordimiento”, se lee en el ensayo Las semillas de la violencia del psiquiatra sevillano Luis Rojas Marcos.
En este aspecto, reproduzco el punto de vista de María Ibáñez Fullana, una psicóloga que suele participar en las protestas con su perro Mauro y vegana, al igual que su hija Azahar y su hijo Roger: En primer lugar, lo relacionaría con el concepto de masculinidad arcaico: ser un hombre, de lucirse ante la novia, sentirse un macho, sentirse poderoso, sentirse invencible. Cómo decía uno de ellos: "la adrenalina que he tenido corriendo ante un toro en pocos lugares lo he vivido".
Otro factor que incide en el maltrato animal es la continuación lógica del especismo. Quiero decir, si desde la niñez, utilizamos los animales para satisfacer las necesidades de la humanidad en cualquier vertiente, es lógico que también se permita hacerles cualquier cosa porque se entiende que el animal nos pertenece.
Los animales en el mundo actual "son" comida, cuidadores, rescatistas, divertimento, objetos de estudio, de experimentación, terapeutas, acompañantes...
En esta línea de cosificación de los animales es complicado saber la diferencia ética entre lo correcto o el incorrecto en el ámbito de como tratar un animal. La línea es muy fina.
Otro factor, que los promotores de estos espectáculos conocen, es la edad de las personas que acuden estos actos. Al ser menor edad, es más probable que cree vínculos afectivos emocionales positivos y no racionales con los espectáculos de maltrato de un animal. Por eso, hay tanta permisividad con la entrada de niñ@s creando cursos y talleres de caza, de torear...
Otro mecanismo psicológico que funciona para equilibrar la sensación corporal de malestar ante el hecho de estar maltratando un animal y considerarse buena persona; es decir, la disonancia cognitiva, es tener creencias como que el animal no sufre, l@s animalistas comen animales, el espectáculo es la eterna lucha entre el hombre y el animal... y todos otros conjuntos de creencias que le permiten estirar la cola de un toro y no sentirse una mala persona...
Tampoco tenemos que olvidar el papel que juega el alcohol. El alcohol es un tóxico que desinhibe, que cambia la conducta de muchas personas y sin esa sustancia mucha gente no actuaría como lo hace delante de los toros.
Por lo tanto, es una realidad multifactorial; y, para poder superar esta lacra, tenemos que ir a la raíz del problema.
LA INFANCIA SIEMPRE DESPROTEGIDA
Siempre decimos que la infancia es una víctima más de la tauromaquia y un colectivo vulnerable del que aprovecharse, pues les inculcan todo esto desde pequeños para adoctrinar en la violencia y para que cuando sean adultos tengamos futuras generaciones sin empatía alguna que acudan a estos "eventos" de tortura.
Niñas y niños que no entienden nada, van a un espectáculo completamente violento en el que el objetivo, es hacer todo el daño posible a un animal, destrozando la empatía que desde pequeños tienen. En muchas ocasiones, ya hemos visto que tampoco tienen problema en ponerles en peligro de muerte, como pasó por poner un ejemplo de tantos, en Náquera.
Allí hubo una ridícula sanción administrativa por niños de 8 y 10 años poniéndose delante de un toro a ponerle el fuego, lo que, para mí, es completamente insuficiente, una mera sanción y se goza de total impunidad para incumplir la ley o poner en peligro a los más vulnerables.
¿Cómo es posible que estos padres sigan teniendo la custodia de los menores?
El Comité de Derechos del Niño de la ONU, junto a varios psiquiatras, lleva desde 2018 insistiendo al Estado español en la importancia de apartar a los menores de la violenta tauromaquia por su estabilidad emocional y mental.
El propio reglamento de festejos taurinos impide la participación de menores y el artículo 70 de la ley 26/2018, de la Generalitat Valenciana, es bien claro: «Las personas menores de edad no podrán participar ni asistir a competiciones deportivas o espectáculos cuyo reglamento contemple la producción de daños físicos o psíquicos sobre personas o animales o puedan implicar riesgos para la salud o seguridad del menor».
Las denuncias administrativas que se han puesto en este aspecto, se quedan en papel mojado, pero si hacemos caso a esto, los menores no podrían acudir en toda la Comunidad Valenciana a ver la tortura animal que se junta con atropellos a personas presenciados en edades muy tempranas.
Además, la ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, recoge en su preámbulo que la protección de las personas menores de edad es una obligación prioritaria de los poderes públicos, reconocida en el artículo 39 de la Constitución Española y en diversos tratados internacionales.
DEBEN SUSPENDER LOS EVENTOS TAURINOS
Si a esta corporación le queda una mínima dignidad o tiene un mínimo respeto por las víctimas que esperan ver algún día las calles del pueblo limpias y las ayudas que no llegan, espero que el alcalde usurpador sea valiente para suspender los eventos taurinos aunque solamente sea por respeto a las víctimas de la DANA, un desastre climático provocado por las actividades humanas.
Cualquier persona que resulte herida o que deje de respirar por la inseguridad de estos actos en la conciencia del Ayuntamiento debe quedar para siempre por poder evitarlo y no hacerlo.
Además de la tortura animal, hay que tener en cuenta la suciedad adicional que va a ocasionar al pueblo, los daños al mobiliario urbano o desprotección infantil.
Si nos centramos en el único argumento de que es tradición, cuántas cosas han sido tradicionales, que hoy en día nos escandalizan y bajo ningún concepto permitiríamos.
Y da igual que gobierne el Partido popular, pues en Santa Pola su mismo partido acabó con todo esto.
"Recuerdo que años atrás, cuando terminaba el pregón, se me encogía el estómago pensando que podría haber heridos o algún incidente que empañara las fiestas", rememora Ana Blasco, por entonces edil de Fiestas en el tercer mandato consecutivo del popular Miguel Zaragoza como alcalde.
La actual concejala de Policía, Personal y Desarrollo Local del gobierno de Loreto Serrano, también del PP, recuerda que se acercó una noche a ver el festejo taurino, "porque no solía ir", y vio algo que no le gustó: "Vi a chavales menores de edad colándose para entrar, porque lo cierto es que, pese a que les pedían el DNI, era imposible controlar todo el rato que no hubiera adolescentes", asegura.
"Es que, cuando te dabas la vuelta, aparecía un crío de 14 años que se había colado y pensaba en ese momento 'que no le pase nada por el bien de sus padres'", insiste.
Así que empezó a pensar que esa tradición, tan presente en las fiestas de Santa Pola, debía llegar a su fin. Pero, ¿se le echarían encima? Tanteó a las dos entidades festeras de la localidad, también entendieron que había llegado el momento "y me dieron apoyo".
Asimismo, consultó con Antonio Más, investigador de la historia local y "voz autorizada en las fiestas", y le reconoció que "la suelta de la vaquilla se había desvirtuado mucho en los últimos años", reconociendo que el maltrato animal había ido a más.
Así que, con estas cartas, se reunió ese verano de 2012 con el alcalde y con sus compañeros. Les planteó lo que tenía en mente "y nadie reaccionó como si se tratara de una locura". De ese encuentro político salió con el mismo apoyo unánime que le habían prometido las entidades.
La decisión ya estaba tomada; solo quedaba lo más difícil: comunicarla a la ciudadanía. Y esa comunicación tuvo lugar solo 15 días antes de que arrancaran las fiestas.
Rodeada de todas esas personas que le habían brindado su apoyo, Ana Blasco ofrecía una rueda de prensa para asegurar "que las tradiciones habían cambiado y había que evolucionar", además de destinar los 18.000 € a las familias necesitadas (por no hablar de los gastos de policía, limpieza o reparaciones del mobiliario urbano que ahorran).
Igual resulta que los cobardes no somos nosotr@s, como dice el alcalde de Alfafar, son ellos por no tener valor a demostrar la valentía que requiere un cargo público y adaptarse al siglo XXI como su partido hizo en Santa Pola desde hace ya unos años.
Otra de las aberraciones que deben suspender para siempre es el tiro y arrastre, que tras una infiltración de PACMA generó en el pueblo titulares como estos:
«Rodillazos, puñetazos y palmadas»: denuncian el maltrato a caballos en el tiro y arrastre de la localidad valenciana de Albal.
NO ES MI CULTURA
Si bien pocas esperanzas tengo de que el partido que mantiene al negligente Mazón o ha estado en tramas como la Gürtel vaya a pensar en ayudar a la gente en lugar de celebrar tortura, hay que denunciarlo públicamente, aunque ni siquiera los medios de ámbito local hayan publicado el comunicado a los medios y solamente hemos tenido voz en unos pocos medios independientes.
Maltrato animal, despilfarro de recursos, utilización del dolor y la miseria, daños al mobiliario urbano, desprotección infantil, masculinidad tóxica o suciedad son algunas de las tarjetas de visita de los taurinos.
El especismo como define incluso la RAE es la discriminación por especie a los animales y hay alternativas de sobra para que si empatizas con los toros lo hagas con las vacas, peces o cerdos, además de que evitaríamos la mayor causa de la crisis climática, escasez de recursos, problemas de salud o de explotación laboral con suicidios incluidos en ocasiones.
"La industria alimentaria de origen animal es la principal causa de la crisis ecológica y climática, al destruir los océanos y bosques que regulan el clima terrestre y emitir más GEI que el transporte mundial, y el urbanismo descontrolado aumenta los efectos de las inundaciones: transición a dietas vegetales y decrecimiento profundo como medidas urgentes y silenciadas ante el previsto aumento exponencial de catástrofes climáticas.", denuncian desde el colectivo Rebeldes Indignadas.
La deforestación tropical en todo el mundo y sobre todo en la Amazonía, tiene una causa primordial y silenciada: la ganadería extensiva, seguida a cierta distancia de los cultivos de soja, también para ganado (un término especista que reduce al animal a objeto de explotación y que aquí se utiliza como referencia solo a dicha actividad de explotación) tanto intensivo como extensivo, y, muy lejos de estos, la minería y resto de impactos.
El 72% de la deforestación amazónica en Brasil es para pastos que alimentan a los animales destinados al matadero.
Desde el colectivo Rebeldes Indignadas desmontan los bulos del Lobby Ganadero para justificar la «limpieza de monte» y su uso para pastoreo, como al acabar este artículo puedes leer en otro llamado "los incendios se apagan en tu plato".
Por lo tanto, si no queremos más desastres climáticos que ocasionan tanto dolor, también podemos evitarlos mediante las deliciosas y nutritivas alternativas vegetales en cuanto a la alimentación, además de dejar de considerar a los animales algo independientemente del fin egoísta de los humanos.
Para terminar con el caso Albal, espero que esta utilización del dolor y la miseria sea rectificada por su usurpadora corporación municipal encabezada por José Miguel Ferris y que todo el mundo firme sin falta y muy urgente en su zona más cercana o con certificado digital la iniciativa noesmicultura.org para desproteger la tauromaquia.
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