España se sitúa entre los países de la Unión Europea con mayor índice de escolarización de 0 a 3 años, superando el objetivo comunitario del 45% marcado para 2030 y muy por encima de la media de los 27, que se sitúa en el 37,5%. Con el 55,8%, España es el noveno país con mayor tasa de escolarización en este nivel de educación, casi 20 puntos más que hace una década, cuando se situaba en el 35,9%, tal y como indica el informe ‘Educación y atención a la primera infancia’ publicado por la red Eurydice, perteneciente a la Comisión Europea.
El estudio, en el que se analizan los sistemas educativos de 34 países, destaca las políticas del Gobierno en materia de Educación Infantil, particularmente la inversión en la creación de plazas de 0 a 3 años, que ha conllevado un aumento de la escolarización, así como los programas de refuerzo educativo como el PROA+.
En este sentido, y pese al notable descenso de la población infantil con 700.000 niños menos en 2023 respecto a 2013, el informe destaca que la mayoría de países europeos han aumentado su gasto en esta etapa educativa. España, con un gasto del 0,66% de su PIB, está en la media de la UE junto a países como Francia, Bélgica y República Checa, entre otros, y doblando la inversión que hacen otras naciones que apenas alcanzan el 0,30%.
El informe destaca que la inversión en esta etapa educativa en España ha hecho que siga aumentando la oferta de plazas públicas mediante los programas de cooperación territorial con las comunidades autónomas, en línea con los objetivos de la nueva ley educativa. Así, se han creado más de 60.000 plazas desde la realización del informe hasta 2025, lo que ha supuesto un aumento de 3,9 puntos porcentuales en las tasas de participación de menores de 3 años durante el curso 2022-2023 en comparación con el curso anterior.
El impulso a la escolarización de 0 a 3 años es una de las prioridades del Gobierno y, por ello, ha sido una de las principales inversiones dentro del Plan de Recuperación. Por esta razón, las comunidades autónomas han recibido, desde el año 2021, más de 670 millones de euros para la creación de más de 65.000 plazas públicas.
El Ejecutivo y el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes consideran que la participación de los menores en esta etapa educativa es uno de los predictores más importantes de la mejora de los resultados y del desempeño educativo futuro de los niños y niñas. Además, disponer de acceso a estas plazas públicas y gratuitas implica una mayor igualdad de oportunidades, y mejora la conciliación familiar, la equidad educativa y el equilibrio territorial.
El informe también destaca el elevado porcentaje de participación de niños a partir de 3 años en adelante en el segundo ciclo de Educación Infantil. Así, España se sitúa entre los nueve países de la Unión Europea con una tasa por encima del 96% junto a naciones como Dinamarca, Suecia, Noruega, Islandia y Francia.
El estudio destaca el programa para la orientación, avance y enriquecimiento educativo PROA+, lanzado en 2021 y que estará en funcionamiento hasta al menos el año 2028, que responde a la necesidad de mejorar el éxito escolar y garantizar la asistencia continua a la educación infantil de niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Desde su recuperación en el año 2021, el Ministerio ha invertido 360 millones de euros en PROA+, que implementan cerca de 3.700 centros de todo el país. Más de un millón de alumnos y alumnas participan anualmente en este programa de refuerzo dirigido a mejorar los resultados educativos del alumnado con más dificultades y reducir las tasas de abandono temprano de la educación.
Por otro lado, el informe señala cómo España destaca tanto en materia de integración del alumnado extranjero, como en competencias digitales. En cuanto al primer aspecto, se señala a nuestro país como ejemplo de admisión en la educación infantil de todos los niños independientemente de su situación de residencia.
Respecto a las competencias digitales, el estudio menciona a España como uno de los países con las directivas más completas en cuanto a la variedad de competencias digitales, así como al aumento de la gama de competencias que se produce a medida que los alumnos crecen. De hecho, se señala cómo el Real Decreto sobre la enseñanza en Educación Infantil se ajusta a las recomendaciones europeas sobre competencias digitales al destacar la importancia de desarrollar progresivamente las habilidades de pensamiento computacional de los niños a partir de los 3 años.
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