Una nueva fiscalidad para los alimentos y el impulso a los incentivos económicos para la descarbonización destacan entre las líneas de acción marcadas por el 'think tank' referente en el sistema alimentario, The Food Changemakers, según recoge la última edición del informe Fooduristic realizado por KM ZERO Food Innovation Hub con el apoyo de Valencia Innovation Capital. El análisis de este grupo internacional de expertos, creado para ejercer una influencia real en las estrategias y legislación alimentaria a largo plazo, plasma las conclusiones de sus sesiones de trabajo desarrolladas Valencia en 2024, ahora recopiladas y divulgadas por este informe.
La labor del think tank ha quedado recogida en un decálogo que resume los principales retos detectados en el sistema alimentario y proponen medidas concretas para transformar la cadena de valor. Repartidas entre estos diez puntos se encuentran diversas recomendaciones para rediseñar la fiscalidad de los alimentos, como la reducción de impuestos para los alimentos más nutritivos y saludables, la bajada del IVA a los productos usados para la regeneración de los suelos de cultivo, la inclusión de gravámenes especiales para los productos de alta huella ambiental o las subvenciones para los producidos de forma sostenible. Estas demandas se integran en las “10 claves del futuro de la alimentación” proporcionadas por los expertos:
Alimentos para todos en un mundo sin hambre
La fragilidad de las cadenas de suministro ha quedado expuesta por factores como el cambio climático o los conflictos geopolíticos. Se deben solucionar disfunciones como que se desperdicien el 30% de los alimentos producidos.
Regenerar el suelo para garantizar una mejor alimentación
La agricultura regenerativa tendrá un papel crucial para restaurar los suelos y asegurar tanto las fuentes de alimentos como la biodiversidad. Un tercio de los suelos utilizados para la agricultura están degradados y cada año se pierden 5.2 millones de hectáreas de cultivo.
El agua es el oro del siglo XXI
La gestión hídrica eficiente en la agricultura será esencial para mitigar la crisis climática y garantizar la seguridad alimentaria. La agricultura consume el 70% del agua dulce global con eficiencias de riego de apenas el 40-50%.
Estandarizar criterios para una descarbonización eficiente
El sistema alimentario genera el 35% de las emisiones globales, pero también es una poderosa palanca de cambio hacia la sostenibilidad global. Será esencial estandarizar la medición de la huella de carbono derivada de la producción alimentaria para aspirar a transformar con éxito la totalidad del sistema.
La comida alargará la vida y mejorará el bienestar
La malnutrición y la sobrealimentación son caras opuestas de un mismo problema: una dieta deficiente. Las consecuencias de las dietas no saludables en el mundo ya tienen un coste de 76 mil millones de dólares anuales en asistencia sociosanitaria
Transformar el desperdicio en oportunidad
El desperdicio alimentario es una paradoja: mientras 900 millones de personas pasan hambre, 1.000 millones de raciones de comida diarias son desperdiciadas, produciendo entre el 8% y el 10% de las emisiones globales.
Desvelar el coste real de los alimentos
Incluir los costes ambientales y sociales en el precio de los alimentos será fundamental para fomentar decisiones más conscientes entre los consumidores.
Entornos que favorezcan mejores decisiones de consumo
Se necesitarán políticas y entornos urbanos que hagan más accesibles y atractivas las buenas elecciones alimentarias, evitando los “desiertos alimentarios” o áreas donde el acceso a alimentos frescos y nutritivos es limitado.
Educación alimentaria como catalizadora del cambio
La educación alimentaria será clave para transformar hábitos de consumo y mejorar la salud. Se calcula que los niños que reciben educación alimentaria en la escuela tienen un 30% menos de probabilidad de desarrollar obesidad.
Dirigir capital hacia soluciones de impacto
La inversión en startups e innovaciones que prioricen la sostenibilidad y el impacto positivo marcará el sistema alimentario. Esta inversión será rentable, generando 23 dólares (USD) por cada dólar invertido en combatir la desnutrición.
Más allá de las medidas fiscales y los estímulos económicos para la industria, entre las más de 90 recomendaciones y acciones específicas que plasma el documento, al que se puede acceder de forma libre en la web de KM ZERO Food Innovation Hub, se encuentran otras propuestas para el sector público como la implementación políticas de educación alimentaria o la estandarización de la normativa sobre descarbonización para hacerla más eficiente, además de numerosas recomendaciones para el sector privado como la simplificación de las barreras regulatorias para mejorar el acceso al mercado de las startups foodtech. Los expertos también han destacado el papel que la tecnología deberá ocupar en el sector primario y la industria, subrayando cuestiones como la necesidad de mejorar la eficiencia en el uso del agua a través de sistemas de riego de precisión o la importancia de usar la IA y la automatización para mapear la generación de excedentes en la cadena alimentaria.
“Nuestro informe Fooduristic se ha destacado desde su creación por adelantar los grandes retos, empresas y nombres propios que definirán la transformación de nuestro sistema alimentario, pero en esta 7ª edición da un paso más recogiendo recomendaciones accionables por parte de empresas e instituciones”, explica Beatriz Jacoste, directora de KM ZERO Food Innovation Hub.
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