Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, de cuerpo y alma, de materia y espíritu. Con la venida de Cristo al mundo, anunciada desde hace miles de años, la sociedad experimentó un cambio radical. La sociedad se humanizó y comenzó una nueva era. Europa fue la cuna donde se vivió esa venida con más intensidad, y fue la que expandió la civilización cristiana por todo el mundo. Pero todos hemos visto como aquella Europa cristiana, olvido que su grandeza se basaba en su fe en Cristo, y de forma inexplicable, abandonó lo espiritual y se entregó a los valores materiales, a vivir según los deseos de la carne, a establecer una sociedad placentera. Sin Dios no puede haber paz y ahora Europa, preocupada, ve amenazada su prosperidad y hasta su existencia. Esperemos que recupere sus principios. El mundo se ha convertido en un polvorín y hay una amenazada de guerra mundial. Y ha esta situación hay que añadir la gravísima crisis de la Iglesia Católica. ¿Qué puede ocurrir cuando falte este Papa? Solo la conversión puede traer la paz al mundo porque Dios es justo y hace justicia.
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