Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Algo más que palabras | Valores | Reflexión | Convivencia | Comunidad

Promover el espíritu armónico; es vivificar el ser con el estar

“Lo sustancial no son las rivalidades, sino la suma de pulsos sin bloqueos y la escucha sin tensión”
Víctor Corcoba
lunes, 21 de abril de 2025, 12:16 h (CET)

Necesitamos reencontrarnos con nuestra propia historia de amor, hacer las paces entre nosotros y contribuir a que el entusiasmo por lo sistémico forme parte de nuestro horizonte, siendo cada día más diligentes con el espíritu donante, creativos y perseverantes en la esperanza. Sin duda, no podemos quedarnos en el momento, somos seres en camino, en continua innovación tanto individual como en grupo, que inagotablemente nos llama a repensar las políticas y a recapacitar sobre los andares. Es tiempo, por consiguiente, de compartir sueños y realidades, de intercambiar un nuevo dinamismo y de hacer de la cultura un elemento central de los futuros planes de avance, conforme a una amplia interpretación en la que todos hemos de tener parte.

 

Nadie puede quedar excluido de este ánimo vivificante, que conlleva cambios, pero también respeto entre sí, con uno mismo y con los demás. En consecuencia, universalizar cultos y culturas es un buen hacer y un mejor obrar, creando comunión, unión y unidad. Una nueva humanidad reconciliada ha de ser nuestro programa de vida. No tiene sentido, pues, la globalización sino se fraterniza; para superar los conflictos en las familias, en la sociedad, en las relaciones entre las naciones. No olvidemos que somos un mapa diversificado de creaciones humanas; y, como tales, han de conocerse, reconocerse y quererse. Lo sustancial no son las rivalidades, sino la suma de pulsos sin bloqueos y la escucha sin tensión.

 

Indudablemente, para que la quietud gobierne los andares, hemos de movilizar los abrazos y acariciar con la mirada, respetando el espíritu cooperante en torno a un plan unificado. Cruzarse de brazos no es la ocasión,  hace falta una voluntad de compromiso más allá de los frentes y de las fronteras, que nos lleven a colaborar desinteresadamente, comenzando por nuestro propio circulo de vecinos. Permitamos que la proximidad, con sus responsables, no sea jamás motivo de pugna. Hay que rebajar presiones y elevar el soplo humanitario. Por desgracia, las hostilidades en muchas partes del planeta, continúan teniendo consecuencias devastadoras para la población, causando persistentes acciones inhumanas, desplazamientos horrendos y destrucciones crueles.


En efecto, uno tiene que estar siempre en el verbo y con el verso de las entretelas, asemejándose a un auténtico poeta en guardia; sólo así mejoraremos la cercanía y optimizaremos el tino de relación con el timbre de la interdependencia. Sea como fuere, tenemos que renovarnos, la coyuntura nos demanda otros abecedarios, muy distintos y muy distantes de los actuales, con marcado lenguaje utilitarista, lo que significa imponer como única regla la ley del más fuerte. Esta es una norma que nos deshumaniza por completo. Es por ello que pretendemos recuperar, ya no sólo todas las formas de vida de la tierra, también todos los fondos existenciales dañados que ayudarán a acabar con las enfermizas brechas desiguales, a combatir las achacosas atmósferas y a prevenir un declive masivo.

 

Además, desde hace tiempo, nuestra propia tierra madre claramente nos pide que actuemos, comenzando por los sistemas agroalimentarios que han de funcionar en conformidad con la biodiversidad para garantizar un futuro sostenible tanto para las personas como para el planeta. Desde luego, precisamos de un enfoque integrador que abarque todos los campos; el de una gran producción, una excelente nutrición, un regenerado medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie en la cuneta del abandono. Al fin y al cabo, nuestro transito por aquí abajo, no será aceptable a no ser que el cuerpo y el espíritu vivan en sana concordia, en un equilibrio natural entre lo que soy y lo que me circunda, con la consideración debida. Tomemos nota, pues, de las llamadas. ¡Renazcamos!

Noticias relacionadas

Carlos Cuerpo es un economista pacense, de 44 años, hijo de maestros, que hace ocho años hizo una tesis sobre la transmisión de los ‘shochs’ (en castellano: choque, sorpresa e impacto) económicos a través de la banca, de la prima de riesgo y del comercio internacional.

Van ustedes a permitirnos que aclararemos antes -en este artículo- el panorama mundial que enfrentamos los pueblos del mundo y, en particular, los europeos, para después -en un artículo posterior- expresemos, sobre el rearme en Europa, una posición clara, bien meditada, a favor de la gente, porque ésta no es una cuestión sólo de política internacional, sino que nos afecta directamente y determina nuestro futuro.

Inmediatamente, si el beneficio es matar gente, desgraciadamente en las naciones que defienden la vida, aniquilar a cientos de civiles es una acción oscura. La mayoría de las veces, la guerra es el resultado de una amplia gama de situaciones que implican el deterioro de las relaciones políticas y diplomáticas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto