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¿Mi sociedad y Estado se están disolviendo?

​Es una pregunta dura y difícil de contestar, pero como articulista hay que hacerla y hacérsela a uno mismo
Jesús Millán Muñoz
lunes, 21 de abril de 2025, 12:20 h (CET)

Es una pregunta dura y difícil de contestar, pero como articulista hay que hacerla y hacérsela a uno mismo y a la sociedad. ¿Existen indicios de disolución de ambas realidades?


Por un lado, los Estados Unidos de Europa, o, cómo al final se le denomine, es una realidad que está en potencia, como nos diría Aristóteles, pero no en acto, está “in fieri”, está haciendo y haciéndose, pero no está hecha, estamos a medio camino, al menos creo que estamos en la mitad, pero no somos capaces de hacer y de hacernos en y con Europa. Y, nos guste o disguste no tenemos otro remedio, o nos hacemos y somos y estamos en Europa, como Unidad de Europa, o nos comerán con aceitunas y con aceite y con vinagre.


Con Estados ya existentes de más de mil millones de habitantes, nosotros los que habitamos Europa, y, tenemos una historia de milenios, junta y juntos y peleándonos y haciendo tratados de paz, tenemos que formar un Estado –desde la Caída de Roma aspiramos a esa Unidad-. Pero de momento, caminamos hacia ello. Los Estados Nacionales en cierto modo, han dejado ya algunas de sus prerrogativas a ese Estado Europeo, pero de momento, estamos en la mar medio volando con las olas y medio nadando con nuestros cuerpos.


Por otro lado, parece que las sociedades occidentales, la misma España, existen indicios y factores de disolución, que se está disolviendo o diluyendo o debilitando demasiado. Sentimos que estamos en muchas realidades en crisis, crisis profunda. No sé si es una apariencia real o es solo subjetiva, no sé si mucho o si poco, cuánto y cómo…


Creo que el factor y causa más importante de crisis de las sociedades, de la sociedad española, y, en cierto modo, también las del resto de Europa, es metafísica y moral. Durante tres siglos al menos, nosotros mismos nos hemos sometido a una crítica y autocrítica tan grave y acerada y tan agria, que no nos hemos dado cuenta, que no solo hemos evolucionado y progresado en mil campos. Y, mil campos no son una metáfora o símbolo, es una realidad, hemos cambiado en todo. Pero sobretodo nos hemos movido y removido los pilares, los pilares de la Sociedad y del Estado. Nos hemos autodefinido en lo más esencial de lo esencial, y, eso es la metafísica y la metafísica moral y ética y religiosa y espiritual –y, por supuesto en todas las ramas dependientes de estos fundamentos: antropología, psicología, sociología, económica, política, derecho, etc.-.


Tal es así, que quizás usted, no entienda, no comprenda, o no quiera, ni entender, ni comprender lo de la metafísica. Los pilares de todo son metafísicos. Y, esto durante estos tres últimos siglos, especialmente, nos los hemos ido planteando, han surgido diversas escuelas de filosofía y de pensamiento y de metafísica y de religiosidad que han dudado de esos principios, es como si una Sociedad y un Estado se le quitasen poco a poco los pilares que sustentan todo el conglomerado de la existencia humana en sociedad y Sociedad. Es decir, hemos removido los pilares sobre la concepción de Dios, del alma o principio de inmortalidad, de la moral tradicional venida desde los griegos y romanos y hebreos, la cuestión del Juicio Particular, de la Vida Eterna individual… en definitiva, nos hemos quedado desnudo ante los avatares de la vida y de la existencia –desnudos como en el cuento-.


Y, lo que ocurre, simple y sencillamente es que el ser humano, especialmente, el occidental y el español se ha quedado desnudo ante el clima y ante los tiempos y ante la lucha de la vida. Va a la vida sin pantalones y sin chaqueta, sin camisa y sin calcetín, y, la vida lo lleva de un lugar a otro… ¡Y, el hombre se ha llenado de incertidumbre, de angustia, de desaliento, de pérdida de los grandes valores, se ha quedado sin metafísica…!


Ciertamente, a esto se incorporan muchas causas, el mundo humano, ya no es tu terruño, sea de Nación-Estado, sea de Continente-Estado-Estados, sino en muchos sentidos es global. El ser humano se ha hecho global. Todo se ha globalizado y por tanto, la realidad es compleja. Existen miles de factores… Diríamos que de alguna manera, con las tecnologías y los medios de comunicación, durante siglos y milenios, alguien disponía de la cultura-civilización dónde había surgido y nacido.


Ahora, sucede lo mismo, pero la docena de grandes culturas-civilizaciones-metafísicas existentes, se mezclan o se combinan de algún modo. Toda persona sabe, da lo mismo su situación, que existen otras personas viviendo en su barrio, o que puede captar por los medios de comunicación, televisión e Internet y Móvil, que disponen de otro modo de pensar, sentir, actuar, vivir, habitar este mundo, en cierto modo, similar al suyo, y, en otro modo, diverso o diferente y diferenciado al suyo…


¿Pero la gran pregunta, es si nuestra Sociedad se está disolviendo, existen factores e indicios de disolución, y si al Estado le está sucediendo lo mismo, si el Estado se está diluyendo y disolviendo, el Estado se está quedando desnudo, no ya como en el cuento, sino el mismo Estado se está diluyendo en sí mismo…? ¿Y, si en ambas realidades están sucediendo estos fenómenos, qué hay que hacer, para apuntalar, cauterizar, endurecer que la Sociedad y el Estado funcionen correctamente?


¡Y, no olvidemos, aquello de Hegel, el Estado es la realidad esencial de una Sociedad…! ¡Una, una Sociedad sin Estado no puede existir y funcionar correctamente, y, un Estado sin Sociedad tampoco…! ¡Aviso a caminantes y a aviadores y navegantes y buceadores…! ¡Paz y bien…!

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