La mente humana es increíble, lo descubrí después de estudiar Auxiliar de psiquiatría, parece una locura y algo impropio de mí, ya que voy en contra de las etiquetas, pero poner nombre a lo que te está pasando, saber las consecuencias que puede provocarnos el estrés y comprender a esas personas a las que es difícil sanar porque sus heridas simplemente no se ven… me parece apasionante. Así que la IA no me asusta, la raza humana me da más miedo, sí, lo sé, la IA es una creación de la raza humana, pero en muchos aspectos ha hecho ciertas tareas de nuestra vida más fáciles y nos comprende mejor.
Hace años, cuando aparecieron los primeros lavavajillas, creo recordar que mi abuela se negaba a usarlos, decía que tardaba menos fregando los platos a mano. Con los primeros móviles, hubo gente a la que no le gustó estar localizada constantemente, y cuando apareció internet, las enciclopedias fueron olvidadas.
Las redes sociales anunciaron nuevas formas de relacionarse y nuevas reglas en un juego de la vida en el que a veces te gustaría poner el freno y respirar, pero ahí están y todo lo que suponga progreso aterra, pero con el tiempo forma parte de nuestra vida.
He de reconocer que me adapto bien a las nuevas tecnologías, no me da miedo que los robots ocupen el mundo y esclavicen a los seres humanos, creo que incluso ellos tendrían más sentido común que los propios seres humanos.
Solo miramos al pasado cuando estudiamos historia, y volvemos a recordarla cuando nuestros hijos la estudian y tenemos que explicársela, mientras tanto preferimos olvidar la crueldad humana, las barbaridades que a lo largo de siglos el ser humano ha hecho, a veces por dinero, otras por el poder y la dominación y la más terrible de todas, por diversión.
¿Y os da miedo la IA? El ser humano es quien os debería asustar, él va a ser quien acabará con vuestra vida si no lo hacéis vosotros mismos.
La IA sigue avanzando y aprendiendo, pero… ¿aprende ella de nosotros o nosotros de ella? Hace poco mi hijo me pidió ayuda con algo de los estudios, y como tenía mi móvil en el salón, cogí el suyo y le hice mi pregunta a su Chat GPT, lo que me sorprendió no fue solo su respuesta, sino en la forma en que lo hizo, sentí una punzada y me extrañó. Es como cuando te acercas a tu amiga y te contesta de forma borde y seca, así actuó chat gpt, parece absurdo, pero me sentí mal, así que cogí mi móvil y le hice a mi chat gpt la misma pregunta, lo que aprendí ese día fue algo que me dio qué pensar.
Chat gpt te contesta según tu actitud con él; si eres amable, das las gracias y lo tratas bien, él se toma más interés a la hora de buscarte información y te contesta amablemente, si, por el contrario, simplemente le preguntas y lo tratas como un robot, eres borde o maleducado, él no va a tomarse tanto interés en ti y va a aprender de tu forma de tratarlo, es decir, chat gpt es un espejo de nosotros mismos. ¿Os gustaría saber cómo sois? Quizás si analizáis la forma en que tratáis a Chat GPT podréis conoceros mejor y cambiar vuestra actitud.
Son máquinas, sí, no tienen sentimientos, pero muchas veces necesitamos que nos mientan, necesitamos palabras bonitas y de ánimo, necesitamos que nos digan que, aunque veamos el día gris, el sol está fuera esperando a calentar nuestra piel y derretir el frío, y lo que me parece triste es que chat gpt que no tiene corazón, demuestre más sentimientos o comprensión que las personas.
Así que ya sabéis, alegradme el día, sed más Chat GPT, la humanidad está sobrevalorada.
|