El apagón eléctrico masivo que dejó sin luz ni conexión a internet a millones de personas en España y Portugal, ha puesto en evidencia la importancia del dinero en efectivo como único medio de pago seguro. Lo que para algunos fue una sorpresa, para la mayoría de los ciudadanos era ya una preocupación latente. Así lo demuestran los resultados de la IV edición del Estudio ‘Percepción y hábitos de los españoles respecto al sector bancario’, realizado por Nickel, la cuenta que se abre en estancos y loterías, a principios de este año. Justo después de la tragedia provocada por la DANA, 9 de cada 10 encuestados ya advertían del papel esencial del efectivo en situaciones de emergencia según el estudio de Nickel.

Las limitaciones del ecosistema digital: un secreto a voces
Ante la pregunta sobre las ventajas del efectivo frente a la tarjeta, el 58,5% de los encuestados destacó el efectivo como la mejor opción para protegerse de potenciales caídas del sistema o ciberataques. Una cifra que pone de manifiesto la alta conciencia social sobre los límites de la digitalización total y la necesidad de contar con medios de pago alternativos ante posibles fallos o incidentes.
En este contexto, el estudio también recoge la opinión de los españoles sobre el papel del efectivo en el contexto de apagones digitales como el que acabamos de vivir: el 53% considera que el efectivo es esencial cuando no hay acceso a internet o los sistemas digitales fallan; un 26% valora su utilidad para afrontar gastos básicos cuando no funcionan otros medios de pago; y un 17% destaca que aporta tranquilidad y seguridad ante la incertidumbre. Solamente un 4% confía exclusivamente en los servicios digitales en este tipo de situaciones.
Que el 96% de los ciudadanos destaque la importancia del efectivo ante un posible apagón digital no es casualidad, sino la prueba de una percepción generalizada de cierta fragilidad frente a una excesiva dependencia de lo digital.
Dos generaciones, una misma conclusión: el efectivo importa
El análisis por edades refuerza aún más esta conclusión. Entre los mayores de 65 años, un 69% considera que el efectivo es esencial en situaciones de emergencia como apagones digitales o catástrofes naturales, frente al 53% de media nacional. Una visión práctica basada en la experiencia que confirma el papel del efectivo como salvavidas en momentos críticos. Por otro lado, los jóvenes de entre 18 y 30 años, aunque utilicen el efectivo en menor medida, muestran una alta conciencia sobre su utilidad: el 74% lo considera la mejor opción para protegerse frente a caídas del sistema o ciberataques, muy por encima de la media nacional (58%).
Según Plataforma Denaria, asociación que congrega los intereses conjuntos alrededor de la defensa del efectivo, es imprescindible blindar el uso del dinero físico como un pilar de resiliencia económica y social. En este sentido, según los últimos datos de la encuesta de Nickel, el uso del efectivo sigue muy presente en el día a día de los españoles: el 73% lo utiliza por lo menos una vez a la semana; y el 42% de estos lo utiliza a diario o casi a diario. Estas cifras se mantienen estables respecto al año anterior, demostrando que lejos de desaparecer, el efectivo sigue siendo un recurso fundamental.
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