El martes 13 de diciembre pasado presentó sus credenciales ante el presidente Horacio Cartes el primer Embajador del Reino de Marruecos en Paraguay, el representante diplomático Abd El Moumni, a quien días antes entrevistamos sobre la actual realidad social, política y económica de aquel legendario país.
En compañía del Cónsul General del Reino de Marruecos Jorge Salomon, quien culminó con éxito su ardua labor de consolidar la presencia diplomática marroquí en Paraguay, el nuevo Embajador nos ilustró sobre el enfoque progresista, pluralista y tolerante del Rey Mohammed VI.
Lo señalado por el Embajador se reforzó en estos días con reportes de la misma prensa israelí, donde se informó que el Rey asignó una subvención de 844 mil dólares a la preservación de la Medina de Casablanca, trabajos que incluyen la restauración de una sinagoga y habilitación de un museo para testimoniar la historia del judaísmo en Marruecos.
Marruecos se caracteriza por su tolerancia religiosa desde los tiempos en que los judíos perseguidos por el catolicismo en España buscaban refugio en las costas del Magreb. El jefe de comunidades judías de Marruecos, Serge Berugo, elogió la decisión del Rey marroquí y afirmó que con los trabajos de restauración se preservará también la auténtica identidad de un país cuyo sello ha sido siempre la tolerancia religiosa.
"La sinagoga y la restauración del museo muestran el compromiso del Rey de conservar espacios de diálogo cultural y convivencia", señaló el referente del judaísmo a la prensa de Israel.
Marruecos fue en su momento refugio de más de 250.000 judíos, muchos de los cuales emigraron a Israel a mediados del siglo XX. Sin embargo, Marruecos ha realizado esfuerzos recientes para proteger ese legado y a la vez incentivar a los judíos a que visiten el país que alguna vez los albergó y protegió de manera incondicional.
Hace un año, el Rey de Marruecos Mohammed V, padre de Hassan II y abuelo del actual monarca, fue galardonado póstumamente por el Instituto de Estudios Judíos Mundiales de New York , por haber protegido a los centenares de miles de judíos que vivían en esa tierra de las fuerzas francesas de Vichy y los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial. Las fuerzas del Eje Roma-Berlín-Tokio que ocupaban Marruecos, entonces considerado protectorado francés, intentaron promulgar leyes discriminatorias contra los judíos. Mohammed V se opuso alegando que no había judíos, sólo súbditos del Rey de Marruecos. Se narra la anécdota de que ante la insistencia de quienes buscaban instaurar un campo de concentración y tatuar a los judíos marroquíes, el Rey Mohammed V ofreció su brazo para que primero le realicen a él las marcas si se atrevían.
A principios del año 2016 , en su calidad de comendador de los fieles, el actual monarca Mohammed VI dio sus instrucciones a los Ministros de Educación Nacional y Dotaciones y Asuntos Islámicos para revisar los programas religiosos y los libros de texto , tanto en las escuelas públicas y privadas e instituciones tradicionales, con el fin de otorgar mayor importancia a la educación en los valores del Islam del rito sunita Maliki , que abogan por la prudencia , la tolerancia y la convivencia con diferentes culturas y civilizaciones.
Mohammed VI ha insistido en sus gestos y palabras en que la apertura y la comunicación con otras culturas no significan la alienación o sumisión, ya que no hay pretexto ni razón para un aislamiento pernicioso.
Exhortó a los religiosos a que los programas y libros de texto se basen en los auténticos valores del pueblo marroquí y sus tradiciones seculares, el compromiso con los fundamentos de la identidad nacional unida, enriquecida por la diversidad de sus componentes, así como la interacción positiva y asociación del conocimiento y asimilación de las nuevas tecnologías .
Marruecos, cuya interpretación del islam ha sido siempre elogiada como la más tolerante y moderna, lidera en toda la región norteafricana y del Sahel un modelo religioso basado en un islam de inspiración sufí, alejado del salafismo y de las versiones rigoristas que abundan en el oriente árabe.
El Rey de Marruecos sigue siendo el comendador de los creyentes inclusive para muchas poblaciones que se encuentra más allá de las fronteras marroquíes, desde tiempos en que se disputaba el título de "comendador de los creyentes" con el trono del Imperio Otomano.
Precisamente esta vertiente de su personalidad forma parte de la argumentación marroquí en defensa de su Sahara, dado que desde tiempos inmemoriales el Sultán de Marruecos ejerció esta autoridad sobre las tribus del desierto, que un anacrónico conflicto fogueado por Argelia intenta poner en discusión.
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