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El ocaso de los periodistas de Stroessner

La credibilidad es el mayor capital de un periodista, y los publicistas de Stroessner lo han dilapidado y se encuentra agotado
Luis Agüero Wagner
miércoles, 15 de febrero de 2017, 00:11 h (CET)
La dictadura de Alfredo Stroessner llevaba más de treinta años ejerciendo el poder, cuando algunos propietarios de medios notaron que en Paraguay no existía democracia con aquel gobernante.

Durante muchos años, Humberto Rubin había sido un gran alabardero de Stroessner, incluso animaba los cumpleaños del dictador y le dedicaba loas permanentes. Aldo Zuccolillo, por su parte, se jactaba de que Stroessner visitaba su diario para festejar juntos el aniversario del mismo.

Muchos no comprendían cómo, aquellos periodistas que siempre habían sido dóciles cortesanos del poder, habían empezado a cambiar de opinión con respecto al gobierno. La clave estaba en la repartija de dólares que realizaba la embajada de Stroessner, que antiguamente había sostenido a una dictadura anticomunista que a mediados de los años ochenta se había vuelto anacrónica e incómoda.

Uno de los beneficiados del National Endowment for Democracy fue Humberto Rubin, quien recibió 342.000 dólares para su radio, “Ñanduti”. También recibió su parte Aldo Zuccolillo, lo cual explica su actuación contradictoria en los últimos meses de la dictadura.

Durante la transición, ambos se llevaron la parte del león de las pautas oficiales, algo para lo cual se consideraban con derecho. Finalmente, tras décadas de opulentas ganancias, la fiesta de estos antiguos publicistas de Stroessner finalmente llegó a su fin.

Un importante sector de la prensa calificó como “La Prensa de Oro” al grupo de medios que vendían su silencio a los gobiernos corruptos a cambio de ser agraciados con las pautas publicitarias oficiales.

De acuerdo a las publicaciones, los diario ABC color y Ultima Hora recibieron solo en el año 2008, 5.545.333 dólares americanos de la Itaipú Binacional. Desde la llegada de Horacio Cartes a la presidencia, el monto fue bajando hasta apenas 253 mil dólares en el año 2016.

Ello explica la inquina de ciertos medios contra el actual gobierno, y marca el ocaso de la prensa que por mucho tiempo lideraron Zuccolillo y Rubin, entre otros. Los medios involucrados en el despilfarro de dinero público bajo pretexto de pauta oficial, sobre todo Rubin, se negaron airadamente a dar explicaciones sobre las astronómicas sumas de dinero recibidas.

La osadía del actual gobierno de intentar transparentar los gastos en materia de pautas oficiales, ha determinado un posicionamiento político evidente de Zuccolillo y Rubin a favor de los opositores al gobierno de Cartes.

Sin embargo, los antiguos “dueños de la verdad” se encuentran hoy debilitados, debido al descrédito al que han caído a lo largo de años de maniobras para quedarse con las pautas, además de la edad avanzada que hoy tienen a cuestas.

Dijo alguna vez Mao Tse Tung que el imperialismo estadounidense es un tigre de papel, en una famosa entrevista que le hiciera la periodista estadounidense Anna Louise Strong, en 1956.

En realidad, Mao solo había usado una antigua expresión popular de sabiduría china, utilizada desde tiempos inmemoriales para definir una amenaza solo aparente, que en realidad es impotente e inofensiva. Mao profundizó en su idea afirmando que lo que está hecho de papel, no es capaz de resistir al viento y la lluvia.

El papel es un material frágil, que también puede ser destruido por el fuego o el simple paso del tiempo. Un ejemplo son los otrora omnipotentes medios impresos, que en mayor o menor grado, en casi todo el orbe van disminuyendo su tiraje y su número de páginas, barridas por el paso del tiempo y los avances tecnológicos, como si fueran hojas secas de un árbol viejo.

Lo mismo puede decirse de aquellos locutores que siempre han vivido en el acomodo político, recibiendo lluvias de dinero público en forma de pauta publicitaria estatal, y que hoy viven en descrédito el triste ocaso de sus vidas.

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