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El chiringuito, el chiringuito | |||
| PP, PSOE y CiU, se alían para que los expresidentes sigan mamando de la teta patria | |||
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Nada sorprendente lo de que los políticos nieguen las propuestas para que los exmandatarios dejen de vivir a la sopa boba, cobrando cantidades impúdicas por habernos, en la inmensa mayoría de los casos, conducido al desastre. Entre unas cosillas y otras, sale cada uno de ellos a algo más de 100000 eurillos por mes de pensión vitalicia, y eso que sólo han trabajado unos añitos, sin que este capitalazo que se llevan por la cara (de hormigón) sirva de cortapisa para que arramplen inmorales cantidades que, en muchos casos, se levantan por dar conferencias que les proporcionan aquéllos a los que beneficiaron, confidenciar secretillos de Estado o usar sus influencias para beneficiar a intereses privados al operar como “consejeros” de multinacionales de mucho latrocinio, y aún por levantarse otro pico por ser “consejeros” ad aeternam del Reino. Un chollo, vaya, al que ni ellos, ni quienes virtualmente pueden tener acceso a semejante frenesí en el futuro, están dispuestos a renunciar por nada del mundo: antes la guerra. Por poner un ejemplo, uno de estos rostro-hormigonados puede levantarse un cuarto de millón de euros por dar una “conferencia” a la que asisten dos y el gato, ¡y hasta son capaces de darla en inglés cañí. Vamos, que entre pitos y flautas se levantan unos cuantos milloncetes por año, vaya usted a saber si en A, en B o en Z. ¿Renunciar a semejante buen vivir, cuando además alguno de ellos es considerado sabio de Europa?..., vamos, ¡ni que estuvieran locos! Y no es que ellos renuncien, sino que les hagan renunciar precisamente quienes mañana mismo pueden tener asegurado un pasar semejante por el resto de su vida, a los cuales, como no puede ser de otro modo, esto ni siquiera entra dentro de sus más disparatados delirios. Los ingenuos, los cándidos y los talibanes políticos de la tendencia y partido que sean, debieran tomar buena nota de todo esto y comprender de una buena vez que son los enemigos los que nos están gobernando y los que nos gobernaron, y que, o se los mete en cintura por las buenas y se les obliga a ser leales con la ciudadanía, o habrá que romper la baraja. No parece que sea de recibo que en un país que ellos mismos han descuartizado y han sometido a los intereses de los grandes trust financieros de la estrella flamígera o de la otra estrella, además de haber producido la desindustrialización del país, de haber generado con su magnífica incompetencia cinco millones de desempleados (que ya serán más, pero bastantes más) y que han cercenado más derechos civiles y más porvenires a los jóvenes que todas las dictaduras habidas en la Historia juntas, vivan como maharajás del cuento éste de Calleja, que por siete años de chinguiteo dominguero se lleven de por vida un pastón mientras el personal tiene que dar el callo como animales sin derechos hasta los sesenta y siete años, o que todo chanchulleo corrupcional, que de llevarse todos a los juzgados aquí no se hacía otra cosa en los tribunales, termine siempre como el rosario de la aurora, con todos estos pillos más libérrimos que los santos pájaros y con los bolsillos (o las cuentas de Suiza o las Caimán, que bastante caimanes son éstos) a reventar. Aquí, desde parientes del baranda hasta el último mono, trincan a base de bien por todo el rostro, y no pasa nada, y, otros, que quién sabe si también, no sólo se jubilan a partir de los siete años de chollo con unos pastizales que ya los quisieran para sí los que manejan el mundo desde Trilaterales y Bilderberges, y, entretanto, los paganinis-ciudadanos, encantados, consintiéndoselo. Díganme si esto no es aborregamiento galopante. Con el sainete de las izquierdas entonteciendo a sus devotos con arengas de “tardofranquismos” y regurgitamiento de ancestrales odios guerracivileros, y el ridículo entremés las derechas rearmando búnqueres demagógicos de pseudocentrismo neoliberaloide que cada día nos envenena más de cara a futuro, viven como Pochón y Molón, al alimón como rajás a costa de nuestras miserias, aliándose para mantener un chiringuito entrambos del que maman a base de bien…, y engordan sus bolsas, y alimentan a sus ninios o esposas con potitos de poder allá donde pueden enjaretarlos, y colocan al frente de lo que sea a coleguis, tronquetes, parientes de toda índole y partidistas y partidarios. Y no, no es que haya que hacer una incompatibilidad para que éstos sólo cobren una pensión, sino quitárselo todo-todo, e incluso hacerles que repongan con sus haberes presentes y futuros los incontables daños que han producido al país, que son colosales. Claro, que para esto debería estar la ciudadanía despierta, y está somatizada por el flameo de falsas banderas de colorines y anagramas caducos, las ridículas soflamas de esta peña de rostros-hormigonados o nada más se dejan llevar en la falsa creencia de que no se puede cambiar la cosa. Y sí que se puede, ¡vaya si se puede!... si se quiere, claro. Ahí tienen a los mandamases de ayer, delirando en sus retiros dorados mientras el país languidece en la miseria, y tienen a los de hoy con sus desquicios olímpicos, con sus reinos taifas, con sus cesiones de soberanía por pasta, con sus subidas de impuestos para que puedan seguir mamando de la teta patria, con su corrupción institucionalizada y sus babeantes discursos mutables, sin sonrojarse siquiera por defender hoy con una vehemencia fanática, lo que con fanática vehemencia ayer atacaron. Garzón, verbigracia; los impuestos, por ejemplo; la reforma laboral, sin ir más lejos; España, sin duda. A los expresidentes hay que cortarles las alas y los dineros; y a toda la casta política, también. Amén. Puedes conocer toda la obra de Ángel Ruiz Cediel: Un autor que no escribe para todos (Sólo para los muy entendidos) |
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