En el gobierno del cura presidente Fernando Lugo, se pide a los adversarios que hagan lo que el falso profeta dice, aunque no lo que hace. Predicar con el ejemplo, en su caso como en muchos otros de su cofradía, no es precisamente un puntal de su fortaleza moral.
Desde el gobierno del luguismo, se combate sólo la corrupción y el nepotismo ajenos, de la misma manera que se pide a los terratenientes que devuelvan sus tierras malhabidas mientras el gobierno se revela salpicado por ministros que fueron beneficiarios de la reforma agraria durante la dictadura de Stroessner.
Ahora pretenden apelar a una candidatura “feminista”, la de la ex ministra Lilian Soto, luego de haber hollado todos los derechos de mujeres indefensas como Hortensia Morán y Benigna Leguizamón, contra quienes orquestaron una despiadada campaña de difamaciones y amedrentamientos para ahorrar a su jefe el cura de los hijos no reconocidos, el contratiempo de tener que reconocer a sus propios hijos.
Encubridora del nepotismo
En una reciente entrevista, Lilian Soto afirmó que “ nos encontramos con un sector público en el que primaban las condiciones de arbitrariedades, discrecionalidades, injusticias, desigualdad, persecución, acoso y una serie de aspectos que hacen a los derechos de las personas que trabajan en la función pública”.
Se olvidó de mencionar que en el gobierno de Lugo no sólo se hicieron rico el cura y su abogado Marcos Fariña, que se apoderaron de la más codiciada estancia malhabida del Paraguay, también se convirtió en un hábito que personal y máquinas estatales se encarguen de hermosear la quinta del hermano del presidente.
Se convirtió en letra muerta a la Ley 2777, que castiga el nepotismo en la función pública, y establece en su artículo primero que “el Presidente de la República... no podrá nombrar en cargos públicos de designación directa, no electiva, a parientes comprendidos dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, salvo que tales nombramientos se efectúen en el marco de un concurso público de oposición”. A pesar de esta disposición, hace tiempo los medios publicaron la siguiente nómina de parientes del cura presidente sin mayores consecuencias:
Fernando Lugo (sobrino) está en la EBY. Angel Maidana (sobrino) está en ANDE. Blas Maidana (sobrino) está en la EBY. Juan Lugo (sobrino) está en Itaipú. Luis Paciello (yerno) está en la EBY. Félix Chávez (sobrino) está en el Despacho de la Primera Dama. Félix Zelaya (primo) está en el MOPC. Mirtha Maidana (sobrina) está en el Despacho de la Primera Dama. Sonia Maidana (sobrina) está en el Despacho de la Primera Dama. Lourdes Altamirano (nuera de su hermana), Despacho de la Primera Dama. Mercedes Lugo (hermana), nombrada por decreto primera dama de la Nación.
Esto sólo por mencionar lo que atañe a la candidata “feminista” Lilian Soto, ex ministra de la función pública, cargo desde donde avaló y encubrió esta bochornosa realidad.
Convicciones subsidiadas
La misma estafa perpetrada para hacer de Gloria Rubin una “gran luchadora” por los derechos de su género, se encuentra en ciernes con la candidata “globo sonda” de una legión femenina del Frente Guazú, Lilian Soto.
Estamos pues, ante otra candidatura surgida en el seno de las ONG derechistas cuyas convicciones son subsidiadas por USAID y otras agencias de penetración imperialista, financistas de estas mamparas políticas infiltradas en la “sociedad” civil. En el caso de estas “feministas”, ya demostraron su delicadeza promoviendo la candidatura de un jerarca católico libertino, misógino y polígamo.
Entre estas supuestas organizaciones civiles nuevamente se encuentran las feministas de convicciones subsidiadas por USAID como las Mujeres Políticas en Red, Parlamento Mujer, Red de Mujeres Políticas, Red de Mujeres Munícipes del Paraguay (RMMP), Coordinadora Interpartidaria de Mujeres del Paraguay (CIMPAR),), Mujeres Políticas por la Democracia y el Desarrollo (MUPODER), Conamuri y otros tantos grupos, a quienes no les importó años atrás aglutinarse en torno a un personaje surgido en las carpas de sus archienemigos católicos, si ello implicaba anotarse en las ventanillas de cobro habilitadas por el imperio.
Decía Noel Clarasó que lo que importa no es que las mujeres fastidien, lo insoportable es que fastidien siempre las mismas. En este caso, las referentes del feminismo subsidiado hoy aglutinadas en torno a la candidatura de la ex ministra, Lilian Soto.
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