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Tres ONGs locales luchan por la unidad para erradicar la pobreza | ||||||||||||
| Los gobiernos no se esfuerzan por cumplir los Objetivos del Milenio a pesar de que existen recursos de sobra para erradicarlos | ||||||||||||
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Cáritas Interparroquial de Tavernes, ONG Solidaridad con el Tercer Mundo y Cruz Roja Tavernes de la Valldigna son las tres entidades sin ánimo de lucro encargadas de prestar servicios y ayudar a los más necesitados, tanto a los ciudadanos de la localidad como a los de países subdesarrollados. Su labor, a través de voluntarios y socios, son garantizar la alimentación, sensibilizar a la sociedad sobre las situaciones de pobreza que muchos padecen, distribuir ropa a familias sin recursos y promover la inserción la laboral de los desfavorecidos. No obstante, ha apuntado el responsable de la ONG Solidaridad con el Tercer Mundo, Vicent Boscà, “sería más fácil que las personas necesitadas fueran protagonistas de su propio desarrollo pero, eso sí, eliminando la alarmante corrupción, el egoísmo, el exagerado consumismo y el desmesurado afán de posesión”. Ante la falta de interés y voluntad política por parte de los Estados, las ONGs deben realizar un doble esfuerzo para ayudar a las personas desamparadas. Desde Cáritas, ha asegurado el director de la Interparroquial y de la parroquial de San José, Felipe Verdú, “lo primero que debemos hacer es ponernos en el lugar de aquellas personas que carecen de recursos económicos y formativos y buscar soluciones”. Pero no se trata de limpiar nuestra conciencia ofreciéndoles soluciones a corto plazo, como dándoles un par de euros o bocadillos, sino ofrecerles recursos para que ellos mismos sepan afrontar su situación y salir adelante. “No debemos situarnos por encima de ellos, adoptando así una posición de superioridad sino trabajar para mejorar su realidad”. Para cumplirlo, Cáritas puso en marcha, y siguen en la actualidad, una serie de proyectos asistenciales interparroquiales para los valleros en situaciones precarias. Uno de ellos es el “Ropero”, en el que todos los miércoles abre sus puertas para que los vecinos puedan traer la ropa que hayan retirado de sus armarios y repartirla entre los necesitados. Otro de los proyectos es el curso de “Alfabetización”, que apuesta por la integración mediante la formación académica. Semanalmente se ofrecen clases de castellano y valenciano a emigrantes, entre 19 y 25 años, residentes en Tavernes. “Actualmente son unos 76 los asistentes, de diferentes nacionalidades”, ha explicado Verdú. “Estas clases permiten mejorar su relación con los vecinos, poder ayudar a sus hijos en las tareas del colegio y poder acceder a algún trabajo”, ha proseguido.
Tienen a su disposición 50 productos y los más vendidos son leche, arroz, aceite, pastas, harina, conservas y tomate frito. En esta iniciativa trabajan 16 voluntarios. Cruz Roja Tavernes también dispone de un Banco de Alimentos en el que, tal y como ha asegurado el presidente Eugenio Meló, “se han entregado 5.100 kilos, para unas 200 personas, correspondientes a familias que están en paro y con hipotecas pendientes de pago”. Para llevar a cabo todas estas actividades se necesitan personas solidarias, implicadas en un camino de sanación, liberación y en proyectos humanitarios. Para Verdú, “los recursos más valiosos son los voluntarios y la ayuda de todos aquellos que confían en Cáritas”. Esta organización no gubernamental cuenta con 50 voluntarios distribuidos en distintos equipos y proyectos. Uno de ellos ha explicado que es una “experiencia muy enriquecedora, nos abre los corazones y nos humaniza. Cambia nuestra visión respecto a la vida, de tal manera que aprendemos a valorar más las necesidades básicas y aferrándonos menos a esta sociedad tan materialista y consumista”. Desde la ONG Solidaridad con el Tercer Mundo, “los voluntarios más implicados son unas 15 personas y los socios actuales ascienden 115”, ha apuntado Boscà. Gracias a su labor se ha podido enviar una pequeña cantidad de dinero al Albergue de San Juan de Dios de Valencia, donde atienden a cientos de personas sin ningún recurso, con problemas muy graves y en riesgo de exclusión social. Por su parte, Cruz Roja Tavernes cuenta con 261 socios y 325 voluntarios. Uno de ellos lleva 13 años en esta organización: “siempre ha sido muy gratificante poder ayudar a los demás y darme cuenta que mi esfuerzo sirve para facilitar o mejorar las condiciones humanas de los más necesitados”. La pobreza se plasma no sólo en los países desarrollados sino mucho más en los tercermundistas. Tal y como señala la ONG para el Desarrollo-España, dedicada a la cooperación internacional y a paliar la pobreza en el mundo, “800 millones de personas se acuestan con hambre cada día”. Por ello, y desde una perspectiva local, las tres entidades solidarias de Tavernes de la Valldigna apuestan por ciertas acciones para erradicar, en la medida de los posible, la pobreza y el hambre, uno de los objetivos del Milenio del ONU. Proyectos Internacionales La ONG Solidaridad con el Tercer Mundo de Tavernes lleva 15 años ayudando a países en extrema pobreza como Perú, Argentina, Liberia, Sierra Leona, Guinea y Mozambique. “Les ofrecemos no sólo ayuda económica, también hemos hecho envíos de comida, zapatos, ropa, etc.”, ha explicado Vicent Boscà. Asimismo, Cáritas también se implica en iniciativas mundiales. Ha atendido a personas de países que han sufrido grandes catástrofes, como Haití, Asia, Cuerno de África y Sudamérica en general. Tal y como señalan las Naciones Unidas, “África Subsahariana sigue siendo la región con mayor proporción de personas viviendo en la pobreza, donde el 20% de la población más pobre representa tan solo el 3% del consumo nacional”.
Con el proyecto “Santa Rita de Cassia” en Brasil, que la organización ejecuta desde 1997, evita la explotación infantil. “Luchamos por sacar a los niños y adolescentes de la calle y de sus ambientes de marginación y pobreza proporcionándoles un hogar, formación y ayudándoles a su integración”, ha puntualizado Boscà. En la misma línea, también ha colaborado en la construcción de guarderías infantiles, salas polivalentes, centros de acogida para adolescentes y talleres ocupacionales.
Personas discapacitadas Con la finalidad de ayudar a la integración de personas con discapacidad intelectual, Cruz Roja promueve un programa de ocio y tiempo libre. Colabora con Adisva (Asociación de Discapacitados de la Valldigna), propulsora de un centro ocupacional. Además, existe un transporte especial para personas discapacitadas y mayores, “totalmente adaptado, pudiéndolo amoldar a cualquier circunstancia”, ha explicado Meló Las tres entidades apuestan por estas ganas de ayudar a los más pobres, por dar luz a aquellos que más lo necesitan y, por supuesto, renunciar a ciertas actividades del día a día para poder dar prioridad a esta acción voluntaria. Apostando por la unidad, el trabajo es mucho más sencillo. Informe
2010 de las Naciones Unidas: Objetivos de Desarrollo del Milenio.
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