En declaraciones a Abc Punto Radio, Cospedal dice que el modelo vigente “ha tenido muchos beneficios para España, muchísimos”, y, en este ámbito, la descentralización que es consustancial al mismo “ha sido y es buena para España”.
“Otra cosa es que tras 30 años de modelo hayamos podido comprobar sus excesos, y se han producido muchos”, dijo, razón por la que enjuició que “es el momento en que tenemos que plantearnos hasta qué punto las formas de este modelo (…) y revisar qué no hemos hecho bien”.
De entre lo que, en su opinión, no se ha hecho bien es que algunas comunidades tengan unas deudas “disparadas o que el sistema de comunidades haya servido a veces para multiplicar por 17 los gastos del Estado más que para descentralizar los servicios básicos como son la educación y la sanidad”.
En cualquier caso, Cospedal expresó su convencimiento de que “todo el problema no se soluciona devolviendo competencias”, porque, además, “antes que eso habría que sanear las que fueron en su día transferidas”.
Porque, subrayó la presidenta manchega, si a día de hoy todas las CCAA devolvieran sus competencias con los déficit y deudas actuales, “el Estado tendría una deuda inmensa. Antes”, agregó, “tendríamos que hacer una gestión de ahorrar bien”.
Por otra parte, el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, si coincide con la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, en que en el ámbito de las administraciones a veces se producen “triplicidades” en la prestación y gestión de servicios públicos, pero afirmó no ser partidario de devolver competencias al Estado.
“No soy partidario de devolver competencias” como ha propuesto esta semana Aguirre, aseveró en declaraciones a Rne, si bien apuntó que coincide con la presidenta de Madrid “en que hay hasta triplicidades” en algunos casos, lo que, en su opinión, para resolverlo “nos tenemos que coordinar mucho más”.
Fabra se felicitó de que de un tiempo a esta parte, en general las CCAA “hemos pasado de creernos pequeños Estados a coordinarnos con el Estado” e invocó, una vez más, la necesidad de que “ser muy austeros, porque no nos podemos permitir el lujo de pagar algunos servicios que se están prestando”.
En ese ámbito, sobre el recorte de 10.000 millones anunciado por el Gobierno, eludió pronunciarse hasta que no se conozca cuál es la decisión final y la parte que le corresponde a cada comunidad.
En todo caso, se manifestó contrario al copago, del que dijo que “está al final de la lista”, pues, apuntó, “hay muchas cosas que se pueden hacer antes”, como suprimir los “superfluo” para hacer prevalecer el criterio de la sanidad pública.
“Europa nos está marcando el paso y las Comunidades debemos demostrar lealtad con el Gobierno en este momento”, ya que, además, “estamos demostrando que somos fundamentales para la estabilidad de España”, concluyó.
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