Hoy 9 de Octubre, pasada la concentración o manifestación habida ayer en Cataluña deberíamos hacer algunas reflexiones:
Evidentemente todo el problema generado por Puigdemont no se fragua en dos días. Se ha dicho por activa y por pasiva que ha sido fruto de la inoperancia de los gobiernos anteriores desde que tenemos democracia y la exaltación de la mediocridad política que se ha instalado en nuestro país a causa del sistema educativo reinante, cada vez peor, que ha ido adoctrinando desde el jardín de infancia a los que hoy pregonan exultantes la independencia sin pensar los resultados catastróficos que ello conllevaría.
La falta de rigor histórico, la manipulación, las falsedades repetidas de manera machacona, la escasa cultura y el odio reconcentrado amen del afán desmedido de alcanzar poder de unos cuantos, han llevado a esa región española a la erupción volcánica que desgraciadamente estamos viviendo.
Lo vivido ayer en Cataluña podríamos llamarlo como la rebelión de la gran parte de catalanes que hasta que no han visto las orejas al lobo han estado silentes , ya sea por comodidad, por miedo o por no creer que la cosa se desmadrara como ha pasado. La eclosión de banderas españolas y catalanas, los gritos enfervorecidos, esperanzadores a favor de la unidad de España, fue a decir de los que vivieron el evento in situ, emocionante y muy ilusionador. Pero no nos engañemos, al volver a la realidad cotidiana todo sigue igual, señalando con el dedo los separatistas a los que no son de su lacha o sus creencias, adoctrinando en los colegios, multando a los comerciantes, sufriendo scracher etc., o sea más de lo mismo que antes, ya lo dice el refrán, “cuando un tonto pilla una linde o se acaba la linde o se muere el tonto”.
Pues, manos a la obra señor Rajoy. Por sedición se puede y se debe ajusticiar a los responsables de tanto atropello, no pueden irse de rositas los responsables del golpe de estado que estamos teniendo, la justicia debe ser inmediata y ejemplarizante a todos los niveles, sin excepción, a los promotores directos y a los que los han ayudado a ejecutar sus propósitos, sean quien sean, que paguen todo el daño moral, económico y social que han provocado a nivel interno y externo a todos los españoles y en particular a los catalanes. ¡Esto ya!, que hay motivos para ello y si declaran la independencia como vienen anunciando, que se aplique con toda dureza lo que la ley establezca, sin miedo, como se hizo en el 23 F. Tiene el respaldo del Rey y de millones de españoles y luego si lo ve oportuno, convoque elecciones para que decidamos todos.
Eso lo primero y lo segundo un sistema educativo formativo y cultural a nivel nacional, con exigencia de que se cumpla en todas la autonomías, la unificación de la lengua española en todos sitios como lengua materna y que se enseñe también en todos las escuelas del país las distintas lenguas como se hace con el inglés, francés etc. Siempre sumando, nunca dividiendo. Así se avanza a todos los niveles
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