Promesas de que
nuestro sistema financiero será rescatado, siempre y cuando se cumpla una estricta hoja de
ruta. El día después, superado el hecho de que los tipos de interés estén próximos a cero,
como acicate a una mayor movilidad al alza del equity, parece que los inversores, no se fían
y prefieren seguir los San Fermines desde la barrera.
Nos apuntamos a la idea de que la clave no es contentar a la troika, enormemente
politizada, sino a los bonistas. Cada vez la situación se parece más al escenario menos
previsto, la historia reciente de Irlanda y Portugal; hasta ahora cualquier comparación era
más entre la tragedia griega y el sainete español. Y si echamos una ligera vista al pasado
más reciente de estos dos países intervenidos, veremos que los movimientos previos al
movimiento, ponían de manifiesto una total desconfianza en su solvencia financiera,
evidenciado en su incapacidad para financiarse en los mercados de capitales. De ahí, a que
las agencias bajarán sus rating hasta la calificación de bonos basura, dos titulares más. Las
consecuencias inmediatas fueron precios de los bonos a corto plazo, dos años, que al reflejar
este nuevo criterio de inversión, junk bonds, aportaban una rentabilidad próxima al 20%.
No olvidemos que como parte de las nuevas características de estar en este club, figura la
posibilidad de reestructuración de la deuda existente, lo que supone un descuento
importante en el precio de los bonos, que refleja las rentabilidades apuntadas. Cuando
ocurre esto, lo definitivo no es la rentabilidad teórica que ofrecen los activos, sino cuanto se
puede recuperar de lo invertido.
Como nos suena todo este proceso…. La semana que viene cita clave para comprobar si
contamos con la aceptación inversora, pero antes unos apuntes a valorar sobre por dónde
pueden ir sus intenciones:
- Las cifras de negociación del mercado secundario de deuda publicada diariamente
por el banco de España, se han reducido a menos de una tercera parte de la media
diaria, tanto en volumen como en importe.
- El mercado secundario nos exige rentabilidades del 6,5% a 10 años, con tipos de
IRS a estos periodos del 1,75%.
- La rentabilidad de los bonos alemanes es del 1,27%, mínimo histórico.
- Seguimos por encima de los 500 p.b. de diferencial
- Ibex por debajo del 7.000.
Por si tienen alguna duda a la hora de decidir los bonistas, sobre si nos apoyarán o no, hoy
el Gobierno manifiesta su intención de emitir hispabonos. ¿Empezamos un spanish
quantitative easing autónómico esperando que nos compren el papel, porque tiene garantía
estatal? Complicado salvo que ofrezcamos rentabilidades elevadas en plazos muy cortos,
menos de doce meses, que en el pasado ha sido el paso previo a la intervención. No
logramos que el ECB compre en mercado secundario bonos españoles, a pesar de estar en la
final con los italianos, pero aspiramos a que se vendan sin problemas los autonómicos.
Parece que como paso previo debería firmarse un MOU con las Comunidades Autónomas que
quieran utilizar este sistema, porque la única motivación inversora en los tiempos actuales es
una rentabilidad adecuada al riesgo que se asume…..
Ramón Zárate
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