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Y después de MOU ¿qué?

Pues más tiki-taka….pero sólo quedan los treinta minutos de la prorroga
Ramón Zarate
viernes, 13 de julio de 2012, 06:52 h (CET)

Promesas de que nuestro sistema financiero será rescatado, siempre y cuando se cumpla una estricta hoja de ruta. El día después, superado el hecho de que los tipos de interés estén próximos a cero, como acicate a una mayor movilidad al alza del equity, parece que los inversores, no se fían y prefieren seguir los San Fermines desde la barrera.

Nos apuntamos a la idea de que la clave no es contentar a la troika, enormemente politizada, sino a los bonistas. Cada vez la situación se parece más al escenario menos previsto, la historia reciente de Irlanda y Portugal; hasta ahora cualquier comparación era más entre la tragedia griega y el sainete español. Y si echamos una ligera vista al pasado más reciente de estos dos países intervenidos, veremos que los movimientos previos al movimiento, ponían de manifiesto una total desconfianza en su solvencia financiera, evidenciado en su incapacidad para financiarse en los mercados de capitales. De ahí, a que las agencias bajarán sus rating hasta la calificación de bonos basura, dos titulares más. Las consecuencias inmediatas fueron precios de los bonos a corto plazo, dos años, que al reflejar este nuevo criterio de inversión, junk bonds, aportaban una rentabilidad próxima al 20%.

No olvidemos que como parte de las nuevas características de estar en este club, figura la posibilidad de reestructuración de la deuda existente, lo que supone un descuento importante en el precio de los bonos, que refleja las rentabilidades apuntadas. Cuando ocurre esto, lo definitivo no es la rentabilidad teórica que ofrecen los activos, sino cuanto se puede recuperar de lo invertido.

Como nos suena todo este proceso…. La semana que viene cita clave para comprobar si contamos con la aceptación inversora, pero antes unos apuntes a valorar sobre por dónde pueden ir sus intenciones:

- Las cifras de negociación del mercado secundario de deuda publicada diariamente por el banco de España, se han reducido a menos de una tercera parte de la media diaria, tanto en volumen como en importe.

- El mercado secundario nos exige rentabilidades del 6,5% a 10 años, con tipos de IRS a estos periodos del 1,75%.

- La rentabilidad de los bonos alemanes es del 1,27%, mínimo histórico. - Seguimos por encima de los 500 p.b. de diferencial

- Ibex por debajo del 7.000.

Por si tienen alguna duda a la hora de decidir los bonistas, sobre si nos apoyarán o no, hoy el Gobierno manifiesta su intención de emitir hispabonos. ¿Empezamos un spanish quantitative easing autónómico esperando que nos compren el papel, porque tiene garantía estatal? Complicado salvo que ofrezcamos rentabilidades elevadas en plazos muy cortos, menos de doce meses, que en el pasado ha sido el paso previo a la intervención. No logramos que el ECB compre en mercado secundario bonos españoles, a pesar de estar en la final con los italianos, pero aspiramos a que se vendan sin problemas los autonómicos.

Parece que como paso previo debería firmarse un MOU con las Comunidades Autónomas que quieran utilizar este sistema, porque la única motivación inversora en los tiempos actuales es una rentabilidad adecuada al riesgo que se asume….. Ramón Zárate

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Es propio de estas fechas hacer balance del año. Pero, entreviendo conclusiones poco gratas, opto por emprender una cavilación breve y escrita sobre la noción, más genérica, de cambio o transformación, ese “leitmotiv” recurrente del progresismo contemporáneo cuando medimos cualquier mutación en términos de avance social.

Cuando las jerigonzas se extienden en los ambientes modernos, las habladurías altisonantes no pasan de generar unas algarabías sin sentido. Los hechos repercuten en cada ciudadano, sin guardar relación con lo que se dice. Se consolida una distorsión de graves consecuencias, lejos de ser una rareza, se generaliza en la práctica diaria.

Como la lluvia fina que parece que no, pero cala hasta los huesos: el mensaje es claro, quieren que acabemos pensando que “lo que nos viene encima es irremediable”, que los recortes que van a dar en el Estado del bienestar de aquellos que todavía tienen la suerte de tener una nómina, son absolutamente necesarios.

 
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