Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Políticamente incorrecta

En la calle piden más poder para los políticos

“Claman los que están saliendo a las calles estos días por más gasto público, por el mantenimiento de las subvenciones, por seguir aplicando las recetas que han llevado a España a la quiebra”
Almudena Negro
lunes, 16 de julio de 2012, 06:52 h (CET)
La izquierda ha decidido demostrar a su peculiar manera lo poco que le gusta que gobierne el PP. Que ya se sabe que para la izquierda el único gobierno legítimo es el suyo y la democracia sólo vale si sirve para que ellos mangoneen. Poco han tardado en echarse a la calle pidiendo más Estado, es decir, más poder para los mismos políticos de quienes dicen, la izquierda es un desierto de ideas, no les representan.

Buena parte de esta tropa que ahora tanto protesta calló o aplaudió las medidas de un tal José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo desgobierno nos fue endeudando a razón de 90.000 millones de euros al año, dejando España destrozada. Empezando por Toxo y siguiendo por Méndez, menuda cara. Cualquier día de estos salen convocando una manifa por un IVA del 4% para el bogavante.

Aún colean los días en que en nombre de los mineros asturianos, azuzados estos por empresarios vinculados al poder político que se han hecho multimillonarios al calor de las subvenciones para la nada rentable empresa del carbón, se lesionaba a personas, se destrozaba mobiliario urbano o se lanzaban cohetes. Pese a que la decisión del Consejo Europeo de cerrar la minería española se conocía en octubre de 2010. Gobernaba por entonces el PSOE y los sindicatos callaron. Eran los tiempos de la exposición de vehículos de lujo en Rodiezmo.

El viernes pasado era el turno de los funcionarios, enfadados no sin razón por la arbitraria decisión del gobierno de cargar sobre ellos y sus familias buena parte del costo de la mala gestión de los políticos. A las pitadas y protestas pacíficas que se produjeron ante las puertas de consistorios, de la Moncloa y de ministerios varios se sumaron – no favorece en nada las reivindicaciones de los funcionarios- los cortes del madrileño Paseo de la Castellana y la algarada convocada a través de las redes sociales para sitiar las sedes de los partidos el pasado viernes. La delegada del gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, que reside por la zona, tuvo la mala fortuna de toparse cuando volvía de hacer la compra con varios energúmenos, de esos que a buen seguro se tienen por demócratas y se permiten el lujo de ir repartiendo moralina del todo a cien a diestro y siniestro, quienes la rodearon, insultaron, escupieron y a punto estuvo la cosa de pasar a mayores. En Twitter más de uno y más de dos justificaban la violencia.

Claman por más gasto público, por el mantenimiento de las subvenciones, por seguir aplicando las recetas que han llevado a España a la quiebra. No se les ha oído pedir el cierre de empresas no rentables, televisiones públicas, despilfarros conocidos. Sólo se les escucha corear eslóganes infantiles y simplones. En realidad ni ellos saben lo que quieren. Pero piden más. De lo mismo. Qué genios.

Noticias relacionadas

En el contexto actual de tambores de guerra, desconozco si de este lado se la prefiere o no a la paz. Me viene al recuerdo “Elogio de la locura”, la obra que Erasmo pergeñó a principios del siglo XVI, hace ya más de quinientos años. La traducción textual sería “elogio de la estupidez”, aunque, sea como sea, no es fácil desentrañar las intenciones de su autor al escribirla.

Con la historia suele ocurrir como con otras muchas entidades, menudean los intentos de servirse de sus propiedades sin miramientos; aunque progresivamente se comprueba su complejidad y su desvirtuación cuando se la quiere manejar caprichosamente.

Con la actualidad en la mano, convendría templar el ambiente y evitar dejarse llevar por el siempre tentador camino de las emociones, con sus “pásalo” y sus típicas espontaneidades. Nadie tiene la obligación de sentir simpatías por éste o por cualquier otro Gobierno, pero la justicia y la verdad, grandes palabras que ahora son ingredientes de todas las salsas, no tienen nada que ver con los afectos y desafectos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto