Van ustedes a permitirnos esta apuesta vital, y ya iremos viendo el desarrollo de los acontecimientos.
Salí, hacia las cuatro de la tarde, a echar un vistazo al centro de la ciudad donde vivo, para ver cómo la gente enfrentábamos un inesperado apagón nacional, un increíble colapso de nuestro sistema energético. Al otro lado de la plaza de la biblioteca autonómica, Mercadona estaba a rebosar y en la calle principal el super de ECI (no su tienda central, cerrada) igual, porque ambos tenían grupo electrógeno propio.
Me encontré en el super con un responsable (al que conozco desde que empezó a trabajar en la empresa) y le felicité por el grupo electrógeno. Y comentó: “somos vulnerables en cualquier momento a un ataque de cualquiera” y le contesté “de cualquiera no, de quien pueda sí”. Y estuvimos de acuerdo en que sólo Netanyahu, Trump y Putin pueden organizar tan grave ataque.
La desaparición de 15 GWh de demanda
A las 12 del mediodía había mucha producción para cubrir la demanda prevista. Sin embargo, poco después de las doce y media 15 GWh de esa demanda -que debían estar chupando esa producción- desaparecen. A las 12:33 desaparece el 60% de la energía que se estaba consumiendo. Una caída jamás vista en cinco segundos.

En el gráfico se ve el desajuste entre producción (rojo) y demanda (amarillo a cero), que provocó que la corriente eléctrica oscilara a mayor frecuencia, y produjo un desequilibrio que no se pudo compensar de otra forma, por lo que se paró la generación para impedir daños o incendios de las instalaciones de producción.
Nadie descarta ninguna hipótesis
En sus primeras declaraciones, el portavoz de Red Eléctrica de España (Redeia) ha afirmado que “hemos preparado concienzudamente planes para situaciones como éstas. Hay que significar que éste ha sido un hecho excepcional. Nunca había ocurrido un incidente de estas características en el sistema eléctrico peninsular. Es un incidente excepcional y extraordinario”.
En declaraciones posteriores ha justificado el colapso total del sistema eléctrico peninsular español debido a una fuerte oscilación del flujo de potencia acompañado de una pérdida de generación muy importante. Esta pérdida de generación habría producido la desconexión del sistema peninsular español del resto del sistema europeo, es decir, se ha desconectado la interconexión con Francia. Como resultado de esta desconexión y del grave desequilibrio entre generación y demanda, el sistema ha colapsado.
Sin embargo, hay que destacar que, ante situaciones de tal tipo, hay mecanismos de seguridad para evitar lo que se llama fallos en cascada. Lo que no hay es un mecanismo de respuesta ante la desaparición súbita de 15 GWh de consumo de electricidad, el 60% del previsto a esa hora. Por ello, el ciberataque es la causa más probable de este apagón general, aunque de momento no hay ninguna explicación oficial ni por parte del gestor de la red de alta tensión ni por parte de las compañías eléctricas.
Todavía no tenemos los datos, pero ya tenemos las certezas
No hay de momento datos que puedan apuntar a un ciberataque y, por lo tanto, aunque la posibilidad está ahí, no hay ninguna confirmación. Se reconoce que el apagón es excepcional y extraordinario, y Redeia investiga cuál ha sido el origen del apagón.
Por eso, tanto el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) como el ministerio de Interior están investigando la posibilidad de que el apagón que ha dejado sin luz la práctica totalidad de España se deba a un potencial ciberataque.
Los ciberataques a infraestructuras críticas
Un ciberataque a una infraestructura crítica como la red eléctrica -que estamos sufriendo- es el uso de malware, que se infiltra en los sistemas informáticos que gestionan la red eléctrica. Lo que permitiría informar falsamente de la desaparición de 15 GWh de demanda.
En 2015, Ucrania sufrió un apagón masivo debido a un ciberataque que dejó a gran parte del país sin electricidad. Un ciberataque de origen ruso. Este tipo de ataques buscan asustar a la población civil de un país, paralizar su economía nacional y poner en peligro su seguridad y su soberanía.
Y no olvidemos Stuxnet. EEUU e Israel crearon el malware Stuxnet en la segunda mitad de la década de 2000, con el objetivo -que logró- de dañar infraestructuras críticas de Irán, en concreto los programas informáticos para el desarrollo de sus centrales nucleares, es decir, son capaces de ciberataques.
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