Primer acto.- El ruedo
Nuevo cartel anunciador “Arenas de Cataluña” para este otoño /invierno. Se lidiaran toros de las ganaderías ERC, PDEcat, Junts pel Sí, la CUP. En cartel primeras figuras del arte del rejoneo, picadores, banderilleros, matadores, recortadores y la mejor cuadrilla de monosabios.
Crítica del espectáculo: Cuando se salta al ruedo por el mero hecho de tener un momento de gloria, se corre el riesgo de que al espontáneo le pille el toro y le cornee por los fondillos, donde más duele, porque la pela es la pela y para evitarlo dé el salto de la rana, se esconda en el burladero y se marche con su cuadrilla a llorar a Europa dejando desconsolados a sus incondicionales aficionados.
Segundo acto.- El circo
Equilibristas, trapecistas, funambulistas, todo tipo de acróbatas y payasos en el mayor espectáculo del mundo. Pasen, pasen, vean y disfruten el tótum revolútum.
Crítica: La vida circense es dura, requiere esfuerzo, tesón, trabajo duro y no siempre obtiene la recompensa esperada. Son muchos los que intentan poner la silla en el trapecio, como la gran Pinito del Oro y aguantar el vaivén sin despeinarse, pero pocos lo consiguen. Hace falta mucho valor, dar la cara, saber que la constancia en los auténticos valores es fundamental, trabajo en equipo, ética profesional y pensar en los demás.
Tercer acto.- El gran musical
El Gran Liceo de Barcelona se complace en ofrecer al entusiasmado público el gran concierto otoño/invierno, que bajo la batuta de Artur Mas lo constituyen los siguientes maestros musicales: Tenor Puigdemont, violinista Pujol, pianista Iglesias, contrabajo Forcadell, flautas traveseras los Jordis, Rufian y Tarda en batería y timbales, trombón de vara Junqueras, xilófono Trapero.
Crítica: Para que una orquesta suene bien y ensanche el espíritu a los melómanos, se necesita que la música sea hecha por un buen compositor, los instrumentos estén debidamente afinados, la interpretación sea la correcta y todo el conjunto sea dirigido por un buen director. En esta ocasión todo ha sido un fracaso. El tenor sufrió una fuerte faringitis y huyó despavorido, los instrumentos desafinados, el director perdió la batuta y el compositor con una gran diarrea mental no sabe donde meterse.
En todos los actos los actores han actuado según la partitura, libreto y guión escrito desde hace años y lo han llevado a escena cuando han encontrado el momento propicio.
Como en todo espectáculo que se precie, la gente vibra, llora, se emociona hasta la extenuación, disfruta o se desilusiona según las expectativas que se tengan al respecto.
Cuando se ven los toros desde la barrera o comodamente sentado en el sillón de tu casa, no deja de ser un entretenimiento jocoso y divertido, lo malo es que no es así. El mundo de los sentimientos es muy complejo y no se puede cambiar de una día para otro. Son muchas las voces que se han levantado denunciando el adoctrinamiento en los colegios y universidades durante más de 30 años, siendo muchas generaciones las que han crecido creyendo una falacia fácil de convertir en odio y rencor. Si a esto le añadimos la falta de cultura de la que está impregnada gran parte de la sociedad actual, se comprende el comportamiento de muchos jóvenes, porque el desconocimiento de la historia hace que se cometan los mismos errores, y aunque no se escarmiente en cabeza ajena, si se tiene una amplia y veraz formación, se puede reflexionar y discernir lo mas conveniente para el bien común, que en definitiva es lo que queremos todos.
Hago referencia a los jóvenes porque son el futuro, los que cogerán el relevo y directrices del país, los responsables de mejorar y dignificar el patrimonio que nos dejaron nuestros antepasados y lo que debemos dejarles a ellos para que lo continúen.
Lo digo en muchos de mis artículos y no me importa repetirme hasta la saciedad, la sanidad, justicia y sobre todo la educación deben ser centralizadas, nunca se debieron transferir a las autonomías, y viendo los malos resultados obtenidos, al menos la educación debe ser recuperada por el gobierno central, pactada por los grupos parlamentarios para que dure en el tiempo y no sea pelota ni moneda de cambio según el aire que sople.
La historia de nuestro país, que dicho sea de paso, somos un gran país porque a pesar de quererlo hacer añicos a lo largo del tiempo, seguimos en pie, es muy rica debido a la gran cantidad de culturas que han pasado por nuestra piel de toro. Tenemos para todos los gustos y lo más inteligente sería ponerse de acuerdo para que cuando haya alternativa de poder no se destruya lo anterior por ser de otra ideología sino que se mejore, pero siempre mirando por el bien común y no del bolsillo del que ocupe el sillón de turno. El sumar y no dividir hace avanzar a los pueblos, que nos respeten y tengan en consideración en el exterior, pero sobre todo, no ser el hazmerreir de todo el mundo.
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