Desde los hermanos Lummier hasta nuestros días muchos han sido los géneros cinematográficos con los que nos hemos deleitado. Comedias musicales, románticos, biográficos, de ciencia ficción, de suspense etc. Este último es en el que voy a centrarme hoy.
Serian muchísimos los títulos que podría reseñar, El dilema, El sexto sentido, Psicosis, La ventana indiscreta, etc., unos con más aceptación de público y crítica y otros con menos, pero me centrare en un film titulado “Seven”. Protagonizado por Brad Pitt y Morgan Freeman, cuyo estreno tuvo lugar en el año 1995. Dirigida por David Fincher, está considerada una de las mejores películas de suspense de la historia.
La historia arranca con el encuentro entre el teniente Somerset (Freeman), un veterano a punto de retirarse, y su nuevo compañero en Homicidios, Mills (Pitt).
A pesar del antagonismo inicial entre ambos, los dos hombres pronto comienzan a colaborar para esclarecer un macabro caso, apresar a un asesino en serie que utiliza para conseguir sus fines los siete Pecados Capitales (soberbia, avaricia, lujuria, ira, envidia, gula, pereza) como eje de sus siniestros crímenes.
Seven es una película de suspense del llamado cine negroquecausó un gran impacto tanto en el público como en la crítica.
Como la realidad en muchas ocasiones supera la ficción, en la actualidad tenemos nuestra propia película de suspense neo-noir española.
Empezaron hace 30 años más o menos haciendo casting para tener los mejores actores y que la película fuese lo suficientemente atractiva para atraer al mayor número de asistentes y espectadores a la misma. El resultado ahí lo tenemos, ustedes mismos juzguen.
No tenemos más que extrapolar ciudades, situaciones, personajes y tendremos un film espectacular. No falta ni sobra nadie. Podemos cambiar California y Nueva York por Cataluña y Bruselas. Freeman por Rajoy y Pitt por Rivera. Los papeles capitales y secundarios se pueden repartir a gusto del lector. Actores invitados hay muchos: Pujol, Mas, Puigdemont, Junqueras, Forcadell, J.Tardá, Rufian, A.Gabriel, Iglesias, Fachín…….
Tenemos parlamentarios iracundos que a la menor oportunidad saltan al cuello del oponente lleven o no razón para ello. Otros ávidos de poder devoran sin miramiento derechos adquiridos por la ciudadanía, tomando no solo un plato sino dos, tres y hasta cuatro con postre incluido. Alguno que otro se sientan a verlas venir esperando que los problemas se resuelvan solos o que el tiempo de color y de este modo a la sombra de sus partidos sestean hasta el aburrimiento, pero no por ello dejan de cobrar del erario público pingües estipendios y bicocas. El terreno lujurioso es más sutil, la medicina estética hace maravillas y no digamos la facilidad de cambiarse de chaqueta, camisa y color. Antes tenían la decencia de hacerlo con un poco de disimulo pero ahora, perdida toda vergüenza, se presentan avasallando, arrasando a su paso lo que pillen sin el menor miramiento. Para la soberbia (orgullo), avaricia (codicia) y envidia se agolpan en pelotón, como si de un scrum o melé se tratara a las puertas de unos grandes almacenes el primer día de las rebajas.
Faltan sillas para tantos guripas y hay que darse prisa no se quede alguno sin ella.
Ya está la película a punto y se ha estrenado en salas de cine fórum, pero difiere con la de Seven en dos puntos importantes. El primero a diferencia de ella, no sabemos el final pues en la caja no caben tantos desaguisados y la segunda es que al no terminar en un par de horas, ya que se va a prolongar en el tiempo, se ha convertido en una serie televisiva que nos irán dando por capítulos sucesivos hasta encontrar una solución adecuada.
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