Hace ya más de un año, estuvo circulando por la red que la DGT barajaba la posibilidad de implantar un carnet para los ciclistas (con el cariz de legalidad y fiscalización que ello conlleva), bulo éste que la misma Dirección General de Tráfico se encargó de desmentir, dejando con tres palmos de narices a quienes como yo ya se había hecho a la idea.

De Moravia cabía esperar cualquier cosa relacionada con el sexo opuesto, también es cierto, no en vano Leal lo tacha de mujeriego, selectivo eso sí, pero mujeriego al fin y al cabo; algo que no sucede por el contrario con Borges, tan vinculado a su madre que, previo a su unión con la escritora y filóloga -de ascendencia nipona por parte de padre- María Kodama, cualquiera hubiese apostado por la castidad sempiterna del gran escritor argentino; al que por cierto, dicho sea de paso pero sin acritud ninguna, se le negó desde siempre el Nobel incluso a pesar de ser el autor sudamericano de su generación y posteriores que, a mi humilde entender, más se lo mereciese.