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Reducir el impacto ambiental de los envases convencionales y minimizar el desperdicio alimentario es uno de los desafíos actuales de la industria alimentaria. Para abordar esta problemática, el proyecto PrevencPack, desarrollado por AINIA en colaboración con varias empresas, se ha centrado en el desarrollo de tres soluciones innovadoras: recubrimientos comestibles para alimentos, envases comestibles y recubrimientos para envases de cartón.
El mercado de la nutrición personalizada crecerá en los próximos años, impulsado por un acceso a tecnologías que ayuden a segmentar y caracterizar a los consumidores. Con este objetivo AINIA está desarrollando una plataforma de servicios digitales avanzados relacionados con la alimentación personalizada.
El aumento de la población mundial hace imprescindible la búsqueda de fuentes de proteínas alternativas a las de origen animal. En este sentido, las microalgas y la lenteja de agua suponen una alternativa óptima debido a su alto contenido proteico, así como sus altos rendimientos productivos en sistemas de cultivo artificial. Sin embargo, existen algunas limitaciones y retos técnicos que AINIA está estudiando en el marco del proyecto SUPRALEM.
La preferencia por alimentos que ayudan a mejorar la salud y el bienestar es una tendencia al alza entre los consumidores. Para dar respuesta a esta demanda, la industria alimentaria necesita evidencias científicas que avalen los beneficios saludables de los productos innovadores que lanzan al mercado. MINIGUT es un proyecto de investigación tecnológica aplicada en el que han intervenido áreas de conocimiento como la biotecnología, la nutrición y la biología.
La demanda de alimentos saludables es una tendencia que se ha consolidado en los últimos años. Los consumidores solicitan alimentos que además de los nutrientes necesarios, les aporten beneficios sobre su salud y bienestar. Por su parte, la industria alimentaria debe contar con evidencias científicas que demuestren esos efectos saludables de los nuevos ingredientes o productos que lanza al mercado.
AINIA ha logrado obtener alimentos análogos a la carne y al pescado en varias presentaciones como: 'pulled pork', bocaditos de pollo, cortezas de pescado, análogos veganos para fajitas, timbal de morcilla y diversos formatos que simulan al pescado. En concreto, se han generado nuevas estructuras alimentarias de base vegetal análogas a la fibra muscular de origen animal, mediante la aplicación de la tecnología de extrusión de alta y de baja humedad.
Herramientas digitales que aconsejan qué alimentos consumir según el tipo de microbiota, genoma y otros factores, es un ejemplo de los servicios digitales relacionados con la nutrición personalizada que incluirá la plataforma sobre la que AINIA y el ITI están trabajando. El proyecto surge en un contexto en el que el mercado de la nutrición personalizada está creciendo debido al acceso a tecnologías, como la secuenciación de ADN o el análisis de biomarcadores.
AINIA está investigando el desarrollo de nuevas tecnologías para producir mayor cantidad de biometano para su uso e inyección a la red de gas natural. A través del proyecto Upbiomet+, se dirige a establecer una nueva tecnología de digestión anaerobia para optimizar el biogás mediante la transformación de CO2 en CH4 extra. Los primeros resultados obtenidos, de forma preliminar, han logrado un incremento de entre un 20 y un 30 % de biometano.
El proyecto FOODCOLLECT, desarrollado por AINIA, ha sido premiado como la Mejor solución de Automatización y Robótica en los Food Tech Innovation Awards 2023, organizados en el marco de Food 4 Future – Expo Foodtech 2023 que ha tenido lugar esta semana en Bilbao. El proyecto premiado consiste en un equipo robótico inteligente para la recogida de fruta no recolectada, reduciendo así el desperdicio de alimentos.
Los métodos actuales de gestión de la seguridad alimentaria, en la mayor parte de las empresas industriales productoras de alimentos y bebidas, están basados en diseñar, implementar y mantener un plan de acuerdo los principios de la metodología “APPCC”, es decir, Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control, propuesto en el Codex Alimentarius.
AINIA trabaja en un proyecto para desarrollar una nueva tecnología con la que producir mayor cantidad de biometano para facilitar su uso e inyección a la red de gas natural. En la actualidad la producción de biogás/biometano juega un papel fundamental en la economía circular. El principal reto tecnológico es el desarrollo de nuevas tecnologías de “upgrading” más sencillas y económicas que faciliten el uso del biometano y la inyección de este a la red de gas natural.
A través del proyecto SmartMeat, AINIA estudia las tecnologías necesarias para conseguir la producción eficiente y sostenible de carne de agricultura celular, un proyecto en línea con las prioridades del Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030 por un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente.
La digitalización de la actividad agraria y el uso de las nuevas tecnologías para lograr un sector agroalimentario sostenible, que a la vez sea rentable y tenga capacidad para competir en todos los mercados, es uno de los retos a los que se enfrenta el sector agroalimentario en los próximos años.
Ayudar a encontrar alternativas a la quema de la paja de arroz en el entorno del Parque Natural de la Albufera (Valencia), a través del desarrollo un nuevo modelo circular que produzca biocombustibles verdes con los residuos del cultivo del arroz y los lodos generados en las EDAR. Este es el objetivo principal del proyecto LIFE REPTES en el que participa AINIA.
El proyecto SAFEFOOD pretende, a través de nuevas herramientas tecnológicas, mejorar el control de los indicadores de la calidad microbiológica de alimentos en las líneas de producción y de microorganismos específicos en laboratorios.
AINIA ha logrado este año ampliar el alcance de sus análisis químico y microbiológico. Ha conseguido, por parte dela Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), seis nuevas acreditaciones, principalmente dirigidas a la alimentación y el envase de alimentos. El centro tecnológico amplia así su catálogo a un total de 11 acreditaciones en materia de calidad y seguridad agroalimentaria.
Análogos del bacon a partir de proteína de guisante; micoproteínas (proteínas de hongos) o quesos artesanales fermentados con base de anacardo y probióticos, son algunas de las soluciones más innovadoras y sostenibles desarrolladas por la industria alimentaria.
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