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En el segundo fin de semana de junio se festejan los cumpleaños de la mujer y también del hombre más poderoso que hay en el mundo. El sábado 13 es el aniversario oficial de Elizabeth II, reina e unos 35 países y territorios esparcidos por los 5 mares y 8 continentes. El domingo 14 es el de Donald Trump, el Presidente de la mayor potencia global.
El domingo 10 en la noche Boris Johnson emitió un breve mensaje en el cual sostiene que el Reino Unido ya pasó por el pico de la pandemia y debe ir bajando del nivel 4 al 3 de alerta máxima. Esto implica que la consigna central ya no ha de ser “Quédate en casa” sino “Alerta ante el Virus”.
Hermanos: hay que ver cómo juegan con nuestras cabezas los mandamases de este mundo. Ahora se ha inventado un término que es incongruente y contradictorio en sí mismo. Pero tiene una carga ideológica muy profunda: la Nueva Normalidad.
Cada primero de mayo se realiza la marcha anual por el día mundial de los trabajadores la cual culmina en la Trafalgar Square, el equivalente de la plaza mayor de Londres. Sin embargo, en el 2009 media semana después de dicha movilización arribaron a ese mismo lugar al menos diez veces más gente en lo que ha sido la más grande demostración en favor de los derechos de los inmigrantes y de los iberoamericanos en la historia del Reino Unido.
Cada vez que nace un bebé en la familia real británica, la prensa se centra en ello. Esta vez, es el Primer Ministro quien acaba de tener su primer vástago desde que hace 9 meses llegó al poder, pero ello no despierta el mismo interés o emoción.
El Primer Ministro ha dejado el jueves en la noche los cuidados intensivos para ir a una sala de pacientes en el hospital Saint Thomas. Esperemos que tanto él como los otros 65,000 británicos que han sido oficialmente catalogados como pacientes por el COVID 19 puedan curarse de este virus.
El número de muertos a nivel mundial por la pandemia del coronavirus es cercano a 80.000, incluyendo más de 12.000 en Estados Unidos. En el Reino Unido, el primer ministro Boris Johnson pasó la noche en cuidados intensivos después de que sus síntomas de COVID-19 empeoraran el lunes.
El Reino Unido tiene un gobierno paralizado por la infección del COVID-19. El primer ministro Boris Johnson anunció oficialmente el 27 de marzo que tenía dicho virus pero en una versión “suave”. Diez días después, el domingo 5 de abril, entró al hospital, pero sin querer mencionar que estaba en el Saint Thomas y aduciendo que solamente lo hacía por chequeos médicos.
Quién reemplaza provisionalmente al primer ministro es su vice, Dominic Raab, el Secretario de Estado de Relaciones Exteriores. Muchas veces el segundo tras la cabeza del que reside en el número 10 de la calle Downing es el que habita en la casa adyacente con el número 11: el Canciller del Tesoro. Recordemos que en último periodo laborista fue el canciller Gordon Brown quien terminó sustituyendo a Tony Blair en el premierato.
El Reino Unido ha sido el primer país del mundo en tener a un jefe de gobierno infectado con el COVID-19. Además de Boris Johnson este virus lo han llegado a contraer Matt Hancock, su actual Secretario de Estado (Ministro) de Salud, Chris Whitty, el oficial jefe médico de Inglaterra, y el Príncipe Carlos, Jefe de Estado en la espera de 33 países y territorios en todos los 8 continentes.
Dicha medida es insuficiente y tardía. Se da cuando el número de infectados ha estado sobrepasando los 6,650 casos y la cantidad de muertos por Coronavirus la cifra de 335. Esto implica un promedio de 5% de fallecidos para cada contaminado por el COVID-19 en UK. La epidemia en Alemania, en cambio, ha producido 3 veces menos fallecidos aunque allí haya casi 5 veces más personas que hayan contraído dicho virus.
En los comicios generales del sábado 8 de febrero se ha producido por primera vez en la historia un triple empate entre el derechista Fine Gael, el centrista Fianna Fáil y el izquierdista Sinn Féin. Estos 3 partidos han sacado cada uno un poco más del 22% de los votos y ninguno de ellos está en la capacidad de formar por sí solo un gobierno estable.
Desde que Inglaterra y Escocia crearon el Reino Unido en 1707 Gran Bretaña nunca ha sufrido una invasión o un cambio violento en el poder. Sin embargo, ahora en esta isla se desencadena una nueva guerra civil. No es esta una lucha fratricida entre Inglaterra y Escocia, cuyos gobiernos mantienen una relación pacífica pese a sus grandes diferencias y a los intentos de Edimburgo de separarse.
En las elecciones generales británicas lo más sobresaliente es el triunfo de Boris Johnson quien ha apelado al nacionalismo inglés para lograr la “independencia” ante la Unión Europea. No obstante, esa tendencia ha generado un efecto contrapuesto. En Escocia han arrasado los separatistas del Partido Nacional de Escocia (SNP) quienes van a casi monopolizar la representación de ese país en el parlamento británico.
Once años antes de que los dos posibles primeros ministros se enfrentaron entre sí en dos debates en la TV, los tuvimos a ambos en un foro electoral ante cientos de iberoamericanos en el mayor coliseo deportivo que entonces había en el centro de Londres.
Un día antes de las elecciones generales británicas todas las encuestas muestran que Boris Johnson sigue aventajando a Jeremy Corbyn, mientras que varias de estos sondeos apuntan a que los tories podrían lograr una leve mayoría parlamentaria absoluta.
Según todas las encuestas Boris Johnson apunta a ganar los comicios británicos, pero esto viene haciendo que se propongan a todos aquellos que estén por un nuevo referéndum sobre la Unión Europea el que voten por aquel partido que en su distrito está más en posibilidades de derrotar a quienes quieren que se dé el Brexit en menos de 2 meses. ¿Qué produce esa tendencia al voto táctico?
Según todas las encuestas Boris Johnson apunta a ganar los comicios británicos, pero esto viene haciendo que se propongan a todos aquellos que estén por un nuevo referéndum sobre la Unión Europea el que voten por aquel partido que en su distrito está más en posibilidades de derrotar a quienes quieren que se dé el Brexit en menos de 2 meses. ¿Qué produce esa tendencia al voto táctico?
El líder del Partido Laborista del Reino Unido, Jeremy Corbyn, ha vuelto a condenar el antisemitismo, luego de que el Gran Rabino británico, Ephraim Mirvis, acusara a Corbyn y a su partido de antisemitismo antes de las elecciones nacionales que tendrán lugar el 12 de diciembre.
La primera semana de noviembre ha comenzado con una amplia ventaja de Boris Johnson en las encuestas. ¿Es esto una buena o mala noticia para el actual primer ministro?
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