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La reciente DANA que azotó la Comunidad Valenciana ha dejado una profunda huella en nuestra sociedad, revelando una vez más nuestra vulnerabilidad ante los fenómenos meteorológicos extremos. La Inteligencia Artificial emerge como una herramienta fundamental en la gestión de desastres naturales, ofreciendo soluciones innovadoras en todas las fases de una catástrofe.
La tragedia de Valencia es una de las noticias que más impacto ha causado en nuestro país en los últimos años. Sumada a la de la erupción del volcán de La Palma, no sólo ha suscitado la empatía con las víctimas, también ha incrementado la alarma en relación al cambio climático y sus consecuencias. Las consultas por miedo a reacciones inesperadas de la naturaleza han aumentado en los últimos años en las consultas de Psicología. Es lo que se conoce como ecoansiedad.
Acción contra el Hambre ha intensificado sus esfuerzos de respuesta ante la emergencia en Filipinas, tras el devastador impacto de una serie de tifones y ciclones que han azotado el país en las últimas semanas. Desde el pasado 22 de octubre, Filipinas se ha enfrentado a las consecuencias de seis tormentas tropicales y tifones, siendo los más recientes la tormenta tropical Kristine y el tifón Man-yi.
El 20 de octubre de 1982 se produjo una terrible inundación provocada por la ruptura de la presa de Tous que anegó toda la comarca de la Ribera Alta, destrozando pueblos enteros y causando ocho víctimas mortales. Tras veinte años de lucha legal -encabezada por el abogado Arturo Terol- miles de damnificados consiguieron que el Tribunal Supremo reconociera la responsabilidad del Estado. Pero la mayoría no se benefició ni de las ayudas ni de la sentencia; habían muerto ya.
La industria alimentaria de origen animal es la principal causa de la crisis ecológica y climática, al destruir los océanos y bosques que regulan el clima terrestre y emitir más GEI que el transporte mundial, y el urbanismo descontrolado aumenta los efectos de las inundaciones: transición a dietas vegetales y decrecimiento profundo como medidas urgentes y silenciadas ante el previsto aumento exponencial de catástrofes climáticas.
Al meteoro sucedido en Valencia, lo están denominando indistintamente Gota fría o DANA. Eso es cuestión de nominalismos que no vienen al caso. El hecho incontrovertible es que la zona levantina española ha padecido el embate de enormes masas de agua que han causado destrozos y daños incalculables, y, lo que es peor, aún se desconoce el número total de fallecidos, y posiblemente nunca se lleguen a saber porque no se localicen sus cuerpos.
La vida nos introduce en una especie de templo cósmico que tiene por bóveda los mares celestes y por naves las regiones del mundo; por cuyo interior navegan los seres humanos, a la espera de conciliar mareas y de reconciliar oleajes. Para ello, hay que comprometerse por remar sobrellevándonos mutuamente, mediante una actitud responsable que aminore tensiones con el análogo y disminuya afanes destructivos entre nosotros y con la naturaleza.
El Síndrome de Zelig es un término que fue utilizado para denominar un extraño fenómeno clínico ocurrido en Italia en el que un individuo sufrió de amnesia autobiográfica, llevándolo a mimetizar su personalidad con la del entorno. Un trastorno de personalidad que hace que el individuo sea capaz de adaptarse a cualquier tribu identitaria, síndrome evidente en la reciente decisión de Mazón de asumir el mando para gestionar la catástrofe provocada por la DANA en Valencia.
Existen distintos sistemas y escalas por/para seísmos o terremotos, por/para huracanes, por/para peligros de lluvias –como hemos visto estos días-, y, por/para otras catástrofes. Y la idea que me surgió y la pregunta es la siguiente: ¿no sería mejor y más conveniente y más didáctico y más pedagógico y más eficiente, poner una medida universal, o al menos europea o al menos española para todo?
Más de 350 personas han muerto, 4.393 están desaparecidas y más de 100.000 están desplazadas tras las inundaciones repentinas y los corrimientos de tierra en Kalehe, un territorio de la provincia de Kivu del Sur de la República Democrática del Congo (RDC). “Ayer se habían recuperado 351 cadáveres, la mayoría de los cuales están siendo enterrados en fosas comunes", explica Jean Baptiste Mirindi, responsable de Comunicación de World Vision en RDC.
“Tu pueblo no aguanta más, Señor. A cambio de petróleo y gas venden el país”. Estas líneas, traducidas del portugués, pertenecen a la canción titulada “Vendem o pais” (Venden el país) del rapero mozambiqueño Azagaia. Edson da Luz —como era su verdadero nombre— murió el 9 de marzo a los 38 años de edad. Fue un rapero activista que ha empoderado a millones de personas con canciones que desafían a la clase dirigente e inspiran a la movilización popular.
Deberíamos preguntarnos ¿Qué hemos hecho para merecer tal castigo? La verdad es que los avatares meteorológicos son difíciles de prevenir, pero los demás si se podrían haber evitado o al menos, paliados en el infortunio.
Estoy en contra de los agoreros que preconizan que, de seguir así, acabaremos con la Tierra. Estos científicos catastrofistas, no sé si por algún tipo de interés, pues no creo que sea por desconocimiento, llenan de miedo a los humanos a los que hacen que se sientan, sin motivo, culpables de las mutaciones que, a los largo de miles de millones de años, ha experimentado nuestra Tierra.
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