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Gente de todas partes del mundo ha estado viendo la taquillera película musical “Wicked” durante estas fiestas de fin de año. Basada en el musical homónimo de Broadway, “Wicked” actúa como una precuela de la película de 1939 “El mago de Oz” y presenta a la villana de esa obra cinematográfica, la Bruja Mala del Oeste, como una niña incomprendida y acosada que desafía a la autoridad y expone las malas acciones.
La INOCENCIA nace en el momento en que dos seres queridos se entregan su ilusión de vida. La INOCENCIA, a veces, por desgracia de la realidad social que nos envuelve, nace rodeada de violencia egoísta y salvaje. En todos los casos la INOCENCIA, camina silenciosa, sonriendo en su más íntimo interior, llorando con lágrimas que sólo él siente, pataleando con sus piernecitas buscando libertad, hasta que llegado el día, una luz cegadora rompe el llanto de la VIDA: la INOCENCIA ha nacido.
Andares en el espacio-tiempo/ lentos andares con prisas/ andares a mandíbula latente/ andares cabeza abajo/ maseteros andarines/ a dentelladas andando. Si uno/ olvida que es un aprendiz/ uno deja de ser maestro. Los recuerdos no tienen paredes/ las miradas no tienen planos/ las entrañas no tienen tiempos/ los deseos no tienen límites.
La demencia es la pérdida de la capacidad de pensar, recordar y razonar a niveles tales que afectan la vida y las actividades diarias. Pérdida progresiva de las realidades cotidianas que interesan al bienestar general de las personas. Como todo en la vida, la demencia, puede llevarse en los genes personales y transferibles.
La conciencia de uno mismo, definida como la capacidad de reconocer y gestionar nuestros propios estados emocionales, pensamientos y acciones, es esencial tanto para el desarrollo personal como para el crecimiento espiritual.
La pregunta "¿Puede uno ser plenamente humano sin sufrir tragedia?" nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza de la vida, el sufrimiento y la conciencia. Anthony De Mello, en su obra Despierta. Para De Mello, el origen del miedo, y por ende de todo mal, proviene de la ignorancia de nuestra propia naturaleza. "Del miedo viene todo lo demás", nos dice, pero este miedo no está dirigido principalmente a la muerte, sino a la vida misma.
Siendo conscientes, y respetuosos, de las leyes de la física y sus derivados químicos y biológicos, ya que además determinan nuestra existencia y nuestra práctica, ¿podemos ignorar alocadamente las leyes del materialismo histórico que condicionan nuestra vida social como miembros de una clase social en una formación social concreta?
NBC News y otros medios recogen la siguiente noticia sobre las investigaciones de un nutrido grupo de científicos: "Pruebas empíricas indican al menos una posibilidad realista de experiencia consciente en todos los vertebrados (incluidos reptiles, anfibios y peces) y en muchos invertebrados (incluidos como mínimo moluscos cefalópodos, crustáceos decápodos e insectos)…".
La periodista finaliza la entrevista que le hace a José Ramón Ayllón, filósofo y experto en ética con esta pregunta: “¿Dónde está el norte? La respuesta que recibe del sabio es: “Lo que pide el bien es lo que naturalmente conviene, que objetivamente nos enriquece o perfecciona. Y esto te lo marca tu conciencia. Piensa con conciencia y aplica la regla aurea”. El filósofo deja la responsabilidad de decidir qué es el bien o qué es el mal, a la conciencia. La pregunta que tenemos que hacernos es: ¿Es fiable la conciencia?
Todo vale. La hipocresía como arma, la mentira como ensoñación, las bodas de compromiso, las promesas como edulcorantes, el nepotismo como ejército, la palabra como embobamiento, los incumplimientos como circunstancias, la transparencia como inocentada irónica, la ética como asignatura trasnochada, las víctimas sin memoria, las conciencias para obediencia y ascenso...
Hay una mancha en nuestra percepción colectiva, que hemos de clarificar cada cual consigo mismo, a fin de alcanzar el sentido de responsabilidad que pesa sobre la humanidad. Nadie puede hoy en el mundo ignorar el volcán de sufrimientos que se desparraman por los rincones vivientes. El acceso a nuestra propia subsistencia es cada vez más preocupante.
Cada día lo tengo más claro. Hay que ser consecuentes y promover una cultura que active lo armónico. Como el aire que respiramos, también necesitamos ese cultivo luminoso, que promueva con amor y conciencia, el acercamiento conciliador entre análogos. Tenemos que reconciliarnos, huir de las contiendas, generar atmosferas más auténticas, clarificarnos por dentro y por fuera.
Con los grandes proyectos frenados por la crisis económica y la falta de infraestructura, Argentina parece ver un camino alternativo hacia una mayor sostenibilidad de su matriz energética en los pequeños emprendimientos de energía renovable, promovidos por industrias, comercios y usuarios particulares sensibilizados por la cuestión ambiental.
La historia hablará y, cuando la escuchemos, lloraremos al contemplar los nuevos ricos, las nuevas élites, las mismas coordenadas... sólo han cambiado los pobres, los parados, los desubicados, los engañados... La historia siempre habla y la desgracia que envuelve al pueblo llano, calla, calla y calla.
Era una madrugada, casi aparecía la aurora ante formidable devoción lejana que vibra, place, y, se apagó la radio, una voz melodiosa que sonaba y sonaba llevándose una historia irreparable, no remedada.
Los que hemos vivido, sufrido y odiado el dolor que han causado a España las personas más inhumanas y depravadas de nuestra Democracia como son los miembros de la banda terrorista ETA, nos cuesta mucho asimilar y comprender la fría actitud y sobretodo el maridaje de Pedro Sánchez con quienes asesinaban a sangre fría a compañeros suyos de partido.
La actual generación de este mundo cambiante, deberá hacer memoria para tomar conciencia de los caminos recorridos por nuestros predecesores, y orientar sus pasos sin resentimiento hacia horizontes más libres y armónicos. Para conseguir este cambio de actitudes renovadoras, ya no sólo se exige esfuerzo y tesón por parte de todos los moradores del planeta, también se requiere otro espíritu más conciliador y clemente con el análogo.
Necesitamos trascender, sentirnos en movimiento, confluir sendas, reencontrar espacios, peregrinar por este mundo que es de todos y de nadie en particular, sentirnos libres, renovarnos de aires, hallarnos reunidos en ese andar espiritual y físico. Nunca es tarde para el retorno al verso, para peregrinar por la vida de otra manera más auténtica.
Está visto que la unidad y la unión es el gran recurso para construir la concordia, de la que estamos tan necesitados. El auténtico diálogo entre culturas diversas, no siempre fermentado en la verdad, consta de la mejor táctica de certeza hacia el camino de la paz. No lo olvidemos y hagámoslo presencia cada amanecer.
La Iglesia para conceder “indulgencia plenaria” impone tres condiciones: Confesión sacramental, Comunión eucarística y Rezar por las intenciones del Santo Padre.
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