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Nos obligan con sutileza y descaro, a correr hacia el espejismo del futuro, incierto consumo y cierra España, pero aquellos que todavía nos consideramos más o menos sensatos, tenemos que tirar del freno de mano exclamando, alto, miremos hacia atrás porque si perdemos totalmente el sentido de la memoria y el valor cotidiano e intelectual del ayer y el pasado, nos pueden, ellos, los manipuladores, desde la oscura caverna del olvido.
Depende de la edad, amas u odias el 14 de febrero. Cuando era pequeña me daba un poco igual, incluso me gustaba que mi padre le regalara a mi madre algo y a mí también me comprara alguna rosa. Al pasar a la adolescencia todo cambia, si para el día de San Valentín no tienes novio, envidias a las que ese día ponen caras de tontas y pavonean de haber recibido flores.
Un año más entramos en los días en que todos nos creemos en la obligación de tener celebraciones, hacer regalos y esperar que nos toque la lotería, pero el nacimiento de Jesús en Belén es un acontecimiento que pasó casi desapercibido en su tiempo. Fue anunciado a unos pobres pastores y a unos magos que decían haber visto una estrella. María y José no encuentran sitio en la posada y tienen que acogerse a un mísero portal donde nace nada menos que el Hijo de Dios.
Durante la inauguración de la iluminación para la Navidad de la ciudad de Vigo, su exultante regidor Abel Caballero desveló que desde la Estación Espacial Internacional se observaba la poderosa luminosidad que proyectaba y que sus tripulantes “estaban deslumbrados porque la luz de la Navidad ocupaba todo el espacio”.
La confusión, el desorden y el caos reinan en el mundo o en muchas situaciones de la realidad. El mundo actual cada vez es más superficial y menos profundo en todos los aspectos pensables. Esto también lo plantea el filósofo coreano Byung-Chul Han en su último libro No-cosas. Ciertamente, lo irreal o lo digital están sustituyendo a la realidad presencial de una forma creciente.
Ganar más dinero, ganar el turno de vacunación, ganar cualquier discusión, ser quien tenga más "followers" y más "likes". Este tipo de mentalidad se fortalece con frases hechas que operan como disparadores de mecanismos cerebrales arraigados en nuestra interior.
No es incompatible vivir con profundidad y no quedarse en lo superficial en casi todo y es la tendencia general. Por lo menos es lo que se observa de un modo cada vez más intenso. No hace falta más que observar comportamientos y analizar los contenidos de las redes sociales y también las formas de pensar más extendidas.
PENSAMIENTO Y CONSUMO. El terco asunto no es otro que el presunto equilibrio entre verdad y mentira. Dicho así podría concernir a la aparente moralidad. Lejos de ello ambos estados han sido desvirtuados en su más degradante rostro para dificultar su distingo.
El capitalismo del siglo XXI utilizaría la dictadura invisible del consumismo compulsivo de bienes materiales para anular los ideales del individuo primigenio y transformarlo en un ser acrítico, miedoso y conformista que pasará a engrosar ineludiblemente las filas de una sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable mediante las técnicas de manipulación de masas.
En una era híper consumista compramos y compramos dilapidando nuestros recursos, es tal el aturdimiento que perdemos de vista que si bien compramos con dinero, en realidad es con vida con lo que pagamos; porque para tener dinero necesitamos trabajar –generalmente en un trabajo que no nos gusta-, y con ello, dedicar gran parte de nuestro tiempo, que en realidad es vida, a obtener el recurso.
Los grandes filósofos de la Antigüedad eran polímatas, ya que poseían conocimientos de varias disciplinas y mostraban su creatividad en diferentes campos del saber.
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