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Siempre he pensado que la duda reflexiva nos irá ayudando a encontrar el camino que guiará paso a paso nuestra vida. La inmensidad del universo que contemplamos, sin comprender la mayoría de sus elementos, de sus evoluciones y de los seres que le habitan, nos hace caer con frecuencia en estados de ansiedad, y de desesperanza.
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".
Permítanme dudar de la ventolera que estos días recorre Argentina. Como dice el periodista, Marcelo Duclos: «Dudo de todo y no es mi culpa, es del kirchnerismo». No menos dudas recogen al respecto las redes sociales; ello es debido a que la izquierda nos tiene acostumbrados a estas cosas cada vez que ve próxima la soga del ahorcado. Precisamente, ni Cristina ni el Kirchnerismo atraviesan su mejor momento.
Estamos en pleno siglo XXI, el de los avances en el campo de la informática y de los robots que harán muchas de las tareas domésticas. Y sabemos que hay una enorme estrella de color azul llamada Ícaro, que, según el telescopio Hubble, se halla a nueve mil millones de años luz (que expresados en números son: un nueve seguido de nueve ceros).
Junté las manos, agaché la cabeza, mordí los labios, cerré los ojos… Era el momento deseado, que siempre quise no llegara… Todos me dieron la enhorabuena, algunos, simplemente, por mero roce, otros por mucha convivencia. Recogí un pequeño cuaderno, único material propiedad personal; en él estaban todos los contactos que fueron, pero que no sé si el tiempo borrará.
El que duda es peor. No sabemos dónde situarlo. Es un bulto sospechoso, aunque haya estado, milite y se reconozca en nuestro bando. Al dudar, en cualquier momento, es susceptible de caer hacia el otro lado o (cosa terrible) permanecer eternamente en tierra de nadie como una mosca cojonera.
Es fácil maravillarse de un mundo, si cuando abrimos los ojos contemplamos luz, espacio, diversidad y serenidad. Creo en ese mundo, pero dudo de los hombres y su malversa utilización de la inteligencia natural que les ha sido regalada. Creo en ese mundo, pero dudo de la capacidad de sus hombres para dirigirlo con justicia y moderación.
El tiempo nunca ha sido mudo, más bien machacón, que no quiere decir impertinente. Vamos, que se parece a aquellos maestros de juventud que la memoria no es capaz de olvidar. Ese tiempo, siempre ha traído envuelto un misterio, bautizado con el nombre de 'Dios'. Paseando la jubilación, he decidido sincerar mi tiempo, mi historia y, si es posible, aclararme un poco.
La juventud piensa que su realidad es su felicidad pero la verdad es que la realidad son las conquistas personales a través de las inquietudes y de las preguntas que, nacidas de la duda, convertirán su realidad en felicidad evolutiva. La conformidad o aceptación, sin libertad de decisión es acogerse a un camino, siempre guiado por manos ajenas (sin dudas ni preguntas).
Me llamo “YO” y, a estas alturas de la vida, tengo que reconocerte que estoy bastante cansado de todo… Me gustaría levantar la vista y ver algo que haya justificado tanta pelea… Dicen que tú tienes algunas pistas… La verdad es que no creo, sólo ha cambiado el tiempo y sus propuestas… el por qué, sigue igual.
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