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Los datos internos del PSOE sobre intención del voto para las elecciones que, el próximo 19-6-2022 domingo, se celebrarán en Andalucía, tienen que ir bastante mal, para que el plagiador y embustero presidente del Gobierno haya tenido que recurrir a su particular “pasionaria” para calentar el ambiente y, prevenir a sus conmilitones de extrema izquierda de que, si no ganan ellos, hay que “salir a la calle” el mismo día 20.
Cada vez resulta más difícil arrancar una verdad a un político, sea del partido que sea, pero en el caso de pertenecer a la siniestra es más complicado aún. Ahí tienen el caso de Juan Espadas, que nunca responde a cuanto le preguntan, sino que divaga de manera torpe y absurda. No tengo dudas de que eso se verá reflejado en los resultados del 19J.
Por razones obvias —soy andaluz, nací en Puerto Real, estudié con los salesianos de mi pueblo y luego en Sevilla— me interesa profundamente todo lo que está relacionado con aquella parte de España. Luego, los avatares de la política, o mejor dicho la voluntad de Alfonso Guerra, secundado de la eficacia de Carmeli Hermosín, me llevaron a Almería, provincia por la que fui elegido diputado en dos legislaturas completas.
Macarena Olona, cabeza de lista de Vox por Granada a presidir la Junta de Andalucía, es, por número de seguidores, volumen de conversación, interacción y menciones, la candidata con mayor influencia en Twitter de cara a las elecciones que se celebrarán el próximo domingo día 19 de junio. Le siguen en el ranking Inma Nieto y Juan Antonio Delgado, ambos de Por Andalucía. Según datos del estudio elaborado por la consultora Lasker y Digimind.
Estoy tratando de animar a que la gente vote en las próximas elecciones andaluzas, a la vista de que el gobierno de la derecha claramente incentiva lo contrario.
Después de una larga trayectoria política, creo que uno se puede permitir el lujo de guiarse más por el olfato y sensaciones que por los números demoscópicos que, además de adolecer de la “perspectiva de género”, terminan cocinándose a gusto del chef contratado a tal efecto. Desde esa óptica me propongo analizar algunos de los aspectos de la campaña que, como la de Andalucía, van a ser el preludio de un resultado de gran trascendencia.
Hay una prueba contundente de lo mal que está enfocando el PSOE la actual campaña de las elecciones andaluzas. Ya dije hace unos días que hasta los propios votantes lo han abandonado y decenas de ellos se marchan en plenos discursos de campaña, asqueados por los que ahora son para ellos «despreciables compañeros». Doloridos y apenados comprueban que en el PSOE no hay propósito de enmienda.
Ya se sabe desde hace mucho tiempo. El sanchismo, que es el socialismo del PSOE (que ya -a secas-resultaba repelente política y socialmente), ha sido abducido ahora en su totalidad por uno de los políticos (por no decir algo más ajustado a la realidad) más necios, mentirosos y truhanes que el solar patrio haya sufrido en su historia.
Si antes del debate ya se veía mal la situación de Juan Espadas, pasado ese nadie se acerca a él. No tiene el apoyo de los gurús del socialismo vetusto y tampoco el de los jóvenes, que huyen de esas siglas como infierno que quema al diablo. A su bola van Felipe González, Griñán, Chaves, José Blanco y un largo etcétera.
Tras casi 38 años de abusos, proselitismo, chiringuitos para afiliados y cientos de millones en corruptelas, donde incluimos los gastos en lupanares, orgías, «fiestorras» y robo a los parados Andaluces, ahora sale la «Chiqui» de Hacienda y Función Pública diciendo que se siente orgullosa de su obra en la Junta de Andalucía.
Reconozco que a estas alturas de mi vida, no son las campañas electorales las que precisamente me “suliveyan” intelectualmente. Pero mi antigua relación personal con Juanma Moreno y el convencimiento de que solo el proyecto del Partido Popular tiene capacidad política y de gestión para gobernar Andalucía durante los próximos años, me motivan para pronunciarme sobre esta importante cita electoral.
Lo que está ocurriendo en mi tierra, Andalucía, me parece que es una nueva expresión del proceso de disipación que afecta a las izquierdas de nuestro tiempo. Uso exactamente este término porque me parece que es el que mejor refleja su presente y futuro. Según la Real Academia de la Lengua, disipación significa desvanecer las partes que forman por aglomeración un cuerpo, desperdiciar o malgastar la hacienda u otra cosa, evaporarse, quedarse en nada.
Las elecciones andaluzas son las primeras del agitado calendario electoral de este año. La débil alianza entre socialdemócratas y comunistas ha pasado a mejor. Descanse en paz.
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