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Cerca de 260 millones de personas en 58 países se ven gravemente afectadas por la inseguridad alimentaria, según el Informe mundial sobre las crisis alimentarias, publicado por WFP. Se trata de 65 millones de personas más que en el año anterior, lo que supone un alarmante aumento del 34%. Esto significa que el número de personas que pasan hambre en el mundo crece por cuarta vez consecutiva.
La escalada de violencia en todo Sudán es muy preocupante y está poniendo en peligro la vida de civiles inocentes, especialmente de mujeres, niñas y niños. Muchos sudaneses, sobre todo en Jartum y Darfur del Sur, llevan días atrapados en sus casas, sin comida ni agua y enfrentándose a una creciente inseguridad.
Unos 345 millones de personas padecen inseguridad alimentaria aguda en todo el mundo, más del doble que antes de la pandemia covid-19, según señala un nuevo reporte del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas. Se han identificado medio centenar de serios focos de hambre en 24 países, de los cuales 16 son de África, cinco de Asia, y Guatemala, Haití y Honduras en América.
Decenas de millones de niños, niñas y sus familias se enfrentan a la inanición. Los conflictos, la COVID-19 y el cambio climático, “las llamadas 3C”, han puesto a casi 45 millones de personas en 37 países en riesgo de morir de hambre. A esta situación se suma ahora una cuarta “C”, los costes, cuyo aumento está actuando como motor de esta crisis.
Me llamaron por teléfono de Save the Children, por una urgencia que hay en el Cuerno de África por la sequía, y querían que me hiciese socia, pero yo ya tengo destinado todo mi dinero en los animales y es mi vocación también dirigir mis ingresos a ellos, y así seguirá siendo. No obstante, estos niños yo quiero darles a conocer por si alguien se anima a ayudarles.
“Don Quijote soy, y mi profesión la de andante de caballería. Son mis leyes el deshacer entuertos, prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y de la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil". Razones juiciosas estas del Caballero andante, sutíl escudero Sancho bien que la conocía en muchos de los capítulos de esta obra que nunca envejece.
A pesar de todos los avances de las últimas décadas en la lucha contra la desnutrición infantil, 45 millones menores de cinco años en el mundo sufren desnutrición aguda, y las predicciones apuntan a que esta cifra continuará creciendo en los próximos años. Uno de los retos de Acción contra el Hambre es, precisamente, abordar la desnutrición aguda en la infancia, la cara más dramática del hambre.
La agencia internacional de ayuda humanitaria, World Vision, ha pedido un compromiso global para detener el desperdicio de alimentos, y advierte que el aumento del hambre en el mundo y el cambio climático están estrechamente relacionados con el desperdicio de alimentos. Según la ONU, el desperdicio de alimentos en los hogares, los establecimientos minoristas y la industria de servicios alimentarios asciende a 931 millones de toneladas cada año.
La identificación de biomarcadores, como los cambios en la función cerebral, para tratar la depresión es difícil debido a la variada sintomatología de los individuos afectados.
El liderazgo internacional y la voluntad política deben impulsar una respuesta inmediata y abordar las causas profundas del hambre, como los conflictos, las crisis económicas, el cambio climático y el acceso desigual a los recursos agrícolas.
Se quedó en la calle, ese hombre, ahora pasa hambre.
Acción contra el Hambre y la Escuela Universitaria de Artes TAI han presentado los primeros trabajos artísticos dentro del primer Laboratorio de Ideas Creativas contra el Hambre, un proyecto que une el arte y el compromiso social y humanitario, para encontrar nuevas narrativas creativas ante el grave problema del hambre que afecta a más de 811 millones de personas en todo el mundo y mata cada año a 3,1 millones menores de cinco años a causa de la desnutrición infantil.
El número de personas afectadas por el hambre en el mundo aumentó hasta los 828 millones en 2021 (casi el 10% de la población mundial), según el último informe de Naciones Unidas ‘El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo’. La crisis de “las 3 C”: COVID, crisis climática y conflictos, tiene un impacto global devastador. El informe ‘Crisis alimentaria en el Sahel’, de Acción contra el Hambre pone el punto de mira en la región del Sahel.
Un total de 3,6 millones de personas, de las cuales medio millón serán menores de edad, pasarán hambre en Níger entre los meses de junio y agosto, un 57% más que el año pasado, como consecuencia de fenómenos climáticos extremos, la desertificación del territorio, el conflicto en el Sahel, las epidemias y el alza de precios de los alimentos provocado por la invasión rusa de Ucrania.
Según la OIT, desde el 2019 habría 21 millones de desempleados más en el mundo hasta alcanzar la cifra de 207 millones de parados aunado con un déficit de 175.000 millones de dólares en los presupuestos climáticos de los países pobres. Asimismo, según Intermón Oxfam, más de 260 millones de personas adicionales engrosarán la tasa de población mundial que viviría en la absoluta pobreza hasta llegar al 13% de la población mundial.
Manos Unidas ha destinado cerca de 500.000 euros a once proyectos de emergencia para hacer frente a las necesidades de las poblaciones afectadas por la crisis climática, el hambre y la violencia en África, y recuerda que en febrero el Programa Mundial de Alimentos advirtió de que el hambre severa afectaba ya a 13 millones de personas en Etiopía, Kenia y Somalia, donde las mujeres ancianas se lamentan por el hambre esperando a que alguien las asista en sus cabañas.
El pueblo de Afganistán aún no se ha recuperado del impacto de la caída repentina de la república. Todo el mundo piensa que dejar el campo para los talibanes y luego imponer el clan talibán y los principios tribales a todo el pueblo de Afganistán, y peor aún, el completo aislamiento del país, es la peor traición y persecución que jamás hayan experimentado. Pero parece que la herida provocada por la caída aún no ha sido debidamente identificada.
Más de seis millones de refugiados y desplazados se enfrentarán a graves recortes en las raciones de alimentos si no se produce un aumento inmediato de la financiación. Esta es la cruda advertencia que World Vision lanzó durante la celebración del Foro Mundial de Política Humanitaria de la ONU, la pasada semana, mientras muchos refugiados adultos reciben menos calorías al día que las recomendadas para un niño de cuatro años.
A pesar de los grandes avances en la reducción del hambre desde los años 90, a partir de 2018 la tendencia se ha invertido. Casi dos años después del inicio de la pandemia, 2021 cierra con 811 millones de personas que pasan hambre. La cooperación española no ha estado a la altura de esta problemática. A pesar de que la desnutrición es la responsable de casi 50% de la mortalidad infantil a nivel global, España dedica apenas un 0,2% de su AOD a su tratamiento.
El nuevo informe de Acción contra el Hambre alerta de que incluso si se logra mantener el aumento de las temperaturas dentro de los 1,5 grados pre industriales, -actualmente en 2,7- el mundo se enfrenta a una crisis humanitaria que gradualmente afectará a todos los países. En la situación actual: el agua dulce escaseará, habrá menos ciclos de cultivo y aumentarán el hambre y las enfermedades.
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