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Grandes incendios forestales están incinerando bosques en el oeste de Estados Unidos y en otras partes del mundo como Turquía, Grecia y Siberia, destruyendo millones de hectáreas, quemando pueblos enteros y cubriendo vastas regiones con columnas de humo que se extienden por miles de kilómetros.
En el estado de California al menos tres personas murieron y decenas de miles se vieron obligadas a evacuar sus hogares debido a los incendios forestales que continúan arrasando los condados de Napa, Sonoma y Shasta. El gobernador Gavin Newsom declaró el estado de emergencia el lunes, advirtiendo que el incendio Zogg, que ha quemado más de 12.000 hectáreas desde el domingo.
El Centro Nacional de Prevención de Incendios Forestales de Brasil informa que casi 3 millones de hectáreas del mayor humedal del mundo se han quemado en incendios sin precedentes agravados por la crisis climática. Los incendios del Pantanal han consumido este año un 50% más de territorio que el que se ha quemado a lo largo de la costa oeste de Estados Unidos.
Casi 90 incendios forestales continúan devastando la costa oeste de Estados Unidos, donde han ardido hasta el momento más de dos millones de hectáreas. Los niveles de contaminación del aire de San Francisco, Seattle y Portland se sitúan entre los más elevados de las principales ciudades del mundo.
Cada año se producen en España una media de 6.759 incendios, de los que la mayoría son causados por el hombre y se generan por negligencia. El nivel de riesgo es mayor cerca de las carreteras, por lo que las probabilidades de que un conductor se vea sorprendido por el fuego o sus efectos mientras conduce son elevadas.
Cada año se producen en España una media de 6.759 incendios, de los que la mayoría son causados por el hombre y se generan por negligencia. El nivel de riesgo es mayor cerca de las carreteras, por lo que las probabilidades de que un conductor se vea sorprendido por el fuego o sus efectos mientras conduce son elevadas.
Los bichos se siguen cebando también con nosotros. Empezó con el “coronavirus” que llegó para quedarse más tiempo del que esperábamos y ahora, el virus del Nilo Occidental, que nos llega a los humedales a través de un mosquito. No se trata del “tigre”, que también hace la puñeta. Es otro más exótico y que mata.
En Brasil, nuevos datos oficiales señalan que los incendios en la región amazónica aumentaron en un 20% en el mes de junio, el registro más alto en 13 años en lo que respecta a dicho mes. Activistas afirman que la mayoría de los incendios fueron ocasionados por la minería y la ganadería ilegal, con el la aprobación del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro.
La década de 2010 fue la más calurosa registrada, al mismo tiempo que los niveles de dióxido de carbono atmosférico se dispararon a niveles récord.
La manifestación de protesta de los jóvenes durante la COP25 en la ciudad de Madrid, en España, tuvo lugar al tiempo que en Australia miles de personas se lanzaban a las calles en demanda de acciones urgentes frente al cambio climático, mientras que Sídney se encuentra cubierta de tóxico humo negro proveniente de los más de 100 incendios forestales que arden en el país.
Siempre se ha dicho que son pocos los que viven de la novela pero muchos los que viven del cuento. Cuentos son los anuncios programáticos de los partidos que nunca sabrán cómo llevarlos a cabo, pero mientras dura la legislatura, (vida y dulzura), cobrarán sustanciosos emolumentos y que me quiten lo bailado. Si se tratara de efectuar un servicio patriótico no retribuido ¿habría codazos por entrar en las candidaturas?
La ola de incendios que ha sufrido durante el mes de agosto la Amazonía, equiparable a 4.2 millones de campos de fútbol, han supuesto una pérdida de zona boscosa de casi el doble con respecto al año anterior. Un duro golpe que no hace más que agilizar el proceso de deforestación que sufre hoy día la selva tropical más grande del mundo.
En Brasil, los líderes católicos están condenando una serie masiva de incendios en la Amazonia, que se suman a la presión contra el presidente de extrema derecha de ese país, Jair Bolsonaro, para que impida que los mineros, agricultores y ganaderos ilegales destruyan la selva tropical, cuya existencia es fundamental para frenar la crisis climática.
Naciones Unidas llama a la protección de la Amazonía en medio de temores de que miles de incendios en todo Brasil destruyan rápidamente la selva tropical más grande del mundo y se allane el camino para una catástrofe climática.
Fundación Aquae desarrolla el proyecto ‘Sembrando Oxígeno’ para plantar cara a los incendios que cada año, especialmente en verano, arrasan miles de hectáreas en nuestro país. El objetivo de este programa, puesto en marcha en 2015, es sembrar árboles en zonas que han sufrido un incendio o que sufren pérdida de masa forestal y la consecuente sequía y desertificación.
Mientras, el 37,34 por ciento del total de la superficie forestal se quemó en el noroeste; el 26,87 por ciento en el Mediterráneo; el 21,16 por ciento en las comunidades interiores y el 14,62 por ciento en Canarias.
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