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La tarifa eléctrica no se fija, como se quiere hacer creer, a través de un mercado libre que establece el precio del bien allí donde se cruzan demanda y oferta. El precio final que pagan los hogares y las empresas es realmente un precio administrado, el resultado de una regulación concreta, de una determinada voluntad del legislador que no responde a los costes que soportan las empresas.
Es célebre la frase del campesino cuando, en tiempo de elecciones, se acerca el señor al bracero inclinado del surco, para decirle que ya están aquí las elecciones y tienes que votar. Y el trabajador levanta la cabeza y dice: 'Don Manue, en mi hambre mando yo'. Esto lo contó Felipe González en su inolvidable intervención en el primer mítin de la democracia.
España no había dejado de ser una olla a presión y el presidente, como si todo estuviera resuelto en España, se marcha de viaje ocioso e inútil a Nueva York. Lo cierto es que allí no ha conseguido nada: ni inversiones, ni confianza, ni nuevas promesas de facturación, La desconfianza económica en España es tal que, mientras el empleo esté en manos comunistas y la política con dependencia socialista, tendremos menos inversiones foráneas que un tacaño en Cataluña.
Nunca el socialismo banalizó y frivolizó tanto unas elecciones como las de Madrid del 4-M. Jamás un Gobierno hizo tanto daño a una comunidad autónoma ni amenazó a sus ciudadanos como lo han hecho Pedro Sánchez y el que fue su dron, Iván Redondo; dos integrantes de la mafia monclovita capaces de desabastecer a una provincia de material sanitario, con el peligro de muerte que ello supone, con tal de mantenerse encima de la albarda.
El Gobierno tiene muchos frentes abiertos. Conoce la teoría, pero desconoce la didáctica y las soluciones. Al no tener un presidente y sí un ‘semipresidente’ pasan estas cosas. Digo “semi” (mitad) porque ha quedado patente que no domina al sector de la extrema izquierda. Ahí tienen los resultados de la última crisis de Gobierno donde a los ministros más desgastados e innecesarios ni siquiera se ha atrevido a cambiarlos.
Las elecciones no pasan de ser un invento para alargar el periodo de disfrute de un partido o tener que cederlo a otro que seguramente hará lo mismo y con el mismo soporte técnico, humano y propagandístico, al servicio de las redes clientelares. No hay más que ver las mentiras y falsedades que se inventan para alargar sus mandatos y observar lo que dicen las cadenas de televisión, con sospechosa unanimidad.
Cuando se quiere vender lo que son ancas de rana como solomillo de cerdo no es raro que se deban utilizar conceptos, artimañas, sortilegios o recursos mágicos para que tamaña tomadura de pelo pueda colar, adquiera cierta apariencia de ser cierta e, incluso, llegar a recurrir a juegos malabares para intentar conseguir trastocar, por medio del ilusionismo y la persuasión, la visión y la percepción de aquellos con los que se intenta semejante experimento, de modo que acabasen por engullirse un embeleco semejante.
Aunque no quieren aparentar estar preocupados por la influencia que pueda tener en el resto de España lo que ha sucedido en las elecciones de la comunidad madrileña, el señor Pedro Sánchez, su asesor el señor Iván Redondo y toda la camarilla de ministros y ministras que forman parte de este sanedrín que ostenta el poder en nuestro país.
En Mayo de 1176 se fundó la “Orden de los Iluminados”, conocida como “Illuminati de Baviera”…, unos de sus principios fundacionales era la oposición a los abusos de poder del Estado, que hoy día diríamos abusos de la autoridad política.
El pueblo no se rinde, porque no le dan ni voz ni voto. El pueblo no se rinde porque ya se han encargado de doblegar su voluntad a base de hacerle pasar miserias. El pueblo no se rinde porque las oligarquías elitistas o disfrazadas de “reyezuelos pancistas”, les ha “sodomizado” sin anestesia, instalando el miedo como pandemia.
Aunque resulte odioso el tener que pensarlo, aunque cuesta imaginar que algún gobierno sea capaz de una manipulación semejante, o que existan personas con tragaderas para cometer este tipo de felonías, tenemos la impresión, y los hechos lo van confirmando, de que este gobierno de socialistas y comunistas se encuentra, en cierta forma, cómodo manejando esta pandemia.
Con pajarita y sin tapujos es el título del libro que va a publicar Inocencio Arias como ha anunciado en el diario ABC. Parece que la idea, al menos del primer capítulo, es su intento de desmontar la falsa superioridad moral de la izquierda que se mantiene gracias a sus propias mentiras que ha conseguido difundir a través de todos los medios. Quizás su superioridad está en la manipulación constante de la historia con la que viene adoctrinando a varias generaciones.
Es la definición de aquellas personas que, bien por la naturaleza o por costumbre ha dispuesto que se distinga por su habilidad en predicar una cosa y ocultar lo que realmente desea.
No lo sé, lo desconozco, no nos debe importar.Dije en aquella ocasión, hace tres meses justos, que el que iba asaltar los cielos estaba irreconocible en el debate mostrándose colaborador y fiel, como el auténtico muñidor de la moción de censura contra Mariano Rajoy, nada que ver con aquel acusador contra Felipe González y contra el PSOE histórico.
Hermanos: como decía el eslogan de los años setenta de Fraga Iribarne: Spain is different. Pero mucho.
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