No sé si esto tendrá arreglo pero le informo de lo que pasa. Los conjuntos binarios han tenido siempre buena aceptación en su simplicidad: Blanco o negro, alto o bajo, derecha e izquierda son términos aceptados sin discusión, pero en política las cosas cambian.
La derecha sería el sector de la gente de orden, respetuosa de los valores tradicionales, mientras la izquierda agruparía a todos los que se sintieran explotados y marginados y lucharan por la solidaridad y un mejor reparto de la riqueza.
Si han venido creyendo esto y votado en consecuencia, olvídenlo. Las cosas son de otra manera. Los explotadores son los dueños del capital que, unidos a los partidos políticos, ya se titulen de izquierdas o de derechas, es lo mismo, están de acuerdo en establecer leyes fiscales, a las que denominan presupuestos y cargan sobre los hombros de los trabajadores, llenan la caja y se la reparten entre sus clientelas que medran en la administración del estado, de las autonomías o de los ayuntamientos como políticos, funcionarios y hasta… sindicalistas.
Las elecciones no pasan de ser un invento para alargar el periodo de disfrute de un partido o tener que cederlo a otro que seguramente hará lo mismo y con el mismo soporte técnico, humano y propagandístico, al servicio de las redes clientelares.
No hay más que ver las mentiras y falsedades que se inventan para alargar sus mandatos y observar lo que dicen las cadenas de televisión, con sospechosa unanimidad. Es una cuestión de higiene mental apagar los televisores o cambiar a cadenas con películas antiguas o de dibujos animados, pero en ningún caso seguir escuchando las bravuconadas del gerifalte que nos saquea.
Observen que la oposición ni está ni se le espera. El partido que se cree que puede llegar a sustituir al otro no le hemos visto oponerse a leyes inicuas y escandalosas que alargan de forma vitalicia suculentos sueldos, que difícilmente puede justificarse o cargos bien remunerados como dirigentes de empresas estatales o participadas, sin que tengan la más remota idea del funcionamiento de las mismas.
En el saqueo presupuestario no debemos olvidar los chiringuitos que van montando sin utilidad, pero donde pueden apacentar a sus insaciables clientelas. Políticos que difícilmente aprobarían unas oposiciones, ahí los tienen con cargo, sueldo y prebendas, pergeñando leyes de obligado cumplimiento para los españoles, ignorando sus derechos e ignorando su lengua y su historia, capitaneados por un Rasputín redondeado.
Nuestro Miguel de Cervantes, solo ha quedado para las monedas de calderilla del euro, mientras la hermosa lengua castellana se deshace con repeticiones y modismos espantosos. Hombre y mujer los creó Dios, no las múltiples variedades de la ideología de género, seguramente obra del maligno, y aunque la mona se vista de seda de colorines, mona se queda.
Dicen nuestros políticos que quieren salvar el planeta, pero hasta el momento España va quedándose vaciada. Están más protegidos los perros que los niños en el vientre de sus madres.
Si reflexiona sobre todo esto ¿seguirá pensando que es de izquierdas o de derechas? ¿Irá a votar la próxima vez? Perdón si con mis palabras les complico la vida.
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