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Bertolt Brecht: Poemas y canciones -Alianza Editorial-

Para los viejos roqueros la lectura es la fortuna de nuestra propia supervivencia
Francisco Vélez Nieto
martes, 24 de agosto de 2021, 09:59 h (CET)

Para los viejos roqueros la lectura es la fortuna de nuestra propia supervivencia:

“Yo, Brecht, vengo de la selva negra.

Mi madre me llevó a las ciudades

Estando aún en su vientre. El frío de los bosques

En mí lo llevare hasta muera”.


Mientras la que la vida es la ficción de la verdad deseada, una vez, cuando era inocente he sido lo mismo que tú-: “Acaso un hombre me venga a buscar el cuidado con perder el juicio entonces”.


A lo largo de la historia de cada vida, ella te ha podido advertir los juegos sucios del poder que te dirá con sorna que son ellos los autores. No olvides mirar quien te hace la propuesta.- “Soy un autor dramático, muestro lo que he visto. Y he visto mercados de hombres donde se comercia con el hombre. Esto es lo que yo, como autor drástico muestro”.


Es célebre la frase del campesino cuando, en tiempo de elecciones, se acerca el señor al bracero inclinado del surco, para decirle que ya están aquí las elecciones y tienes que votar. Y el trabajador levanta la cabeza y dice: Don Manue, en mi hambre mando yo. Esto lo contó Felipe González en su inolvidable intervención en el primer mítin de la democracia. Fue en la plaza de toros de Alcalá de Guadaira rebosante de gentío.


La vida es un pulso constate, para unos y otros. Los muchos generalmente suelen llevarse la peor parte. Luego está la otra, la minoritaria que difícilmente se lleva la peor parte. Ella maneja los hilos del compro y vendo, si el negocio va bien, reparten entré los de abajo unos mendrugos para calmarlos. Todo es sencillamente la pura realidad.


“La barca nuestros padres arrastraron

Un poco más arriba donde muere el río.

Alcanzarán las fuentes nuestros hijos.

Nosotros somos los de en medios”.


Es como en la noria, sus cangilones engañan en su llevar y vaciar el agua, que el burro de la noria de vueltas y vueltas sin poder entender ni pensar sobre este círculo vicioso donde está enganchado el animal, como van las cotizaciones en la esfera del mundo, mientras sus vientres sentados fuman puros de fortuna y rezan a su manera al orden establecido bajo un cielo modificado para las ceremonias.


“La comida de abajo les viene

A los de arriba la comen. Aquellos

Que la arrastraron

No han comido”


Hace algunos años que la izquierda ha olvidado a Brecht y tantos otros creadores de la razón compartida. El siglo XXI es todo poderoso y artífice de decorados de pesebres donde calmosamente ofrece a la ciudadanía el pienso diario y vive con placer de ficción de reinas y eméritos protegidos. Lectura es decorado qué frente al consumo teledirigido muestra. Esta es la modesta razón de seguir alimentando la lectura como el último refugio donde decir: Leo, luego existo. Y hoy le ha tocado a Poemas y canciones de Berthol Brecht.


“Con paso firme se pasea hoy la injusticia.

Los opresores se disponen a dominar otros diez mil años más”.


La violencia garantiza: “Todo seguirá igual”: Nosotros envejecemos mientras los árboles crecen.

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