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Cuando se miente casi tanto como se habla, acaba uno con el mote de mentiroso. De Sánchez sabemos todos que lo es, pero tuvo que decírselo a la cara un vecino de Calvarrasa de Arriba, coincidiendo con la Conferencia de presidentes en Salamanca: «¿Es usted Pedro Sánchez “El mentiroso”?». Para tapar el agravio y los silbidos hacia su persona en la Plaza Mayor charra, le organizaron un paseo por Calvarrasa donde pensaban que la gente se pondría a sus pies.
Este fin de semana pasado se han mofado las redes sociales de Pedro Sánchez a más no poder. El departamento de Comunicación de Moncloa nos lo ha presentado con camisa rosa y colgado al teléfono como si él solo estuviera resolviendo el conflicto entre Rusia y EE.UU., con Ucrania en el medio y la Unión Europea en comisión de servicios. Lo de Sánchez «El mentiroso», como dijo el ciudadano charro aprovechando la visita del innombrable a su pueblo, da para memes, chistes y mofas.
Refiriéndose al mundo que nos toca vivir el de “fakenews”, noticias falsas, Carlos Zamón en su escrito “Miénteme y te amaré” muy acertadamente describe este mundo de falsedad en que nos movemos: “Y en esta función de mal teatro ya no nos podemos creer nada de lo que vemos, nos dicen, oímos o pensamos. Todo es esencialmente sospechoso sin posibilidad de desenmascaramiento".
No parece que hayamos iniciado el año con buen pie. Una vez agotada la atención de los medios de comunicación en el volcán de la isla de La Palma y en los graves perjuicios que su larga actividad ha originado en las viviendas, colegios, plataneras o en la vida de sus habitantes, se ha producido un apagón informativo y el volcán ha dejado de existir.
España está llena de “caminos entrecruzados”, que, antiguamente, se atravesaban recibiendo el saludo de “amigo”, de “paisano”, de “compañero”, de “bienvenido”… Las lenguas no dividían… las normas no distanciaban… las distancias no alejaban… los intereses eran comunes… la inmigración se convertía en convivencia…
No ha pasado un día en calma en nuestra quería España, desde que un macrogobierno de macroinútiles, tomó las riendas de un macroejecutivo que no hace nada más que perjudicar a todos y cada uno de los habitantes de este inigualable país. El manijero es un hombre cateto, sin principios, plagiador, embustero y ególatra, que solo actúa para seguir sentado en un sillón que no merece.
Este miércoles el Presidente del Gobierno del Reino de España convocó a los medios de comunicación para presentar el balance de las realizaciones de su Gobierno durante el año que acaba. En el escenario, sobre la cabeza y detrás de su imagen, podíamos leer en enormes letras la palabra “Cumpliendo”, ya que, según Sánchez, a lo largo de su discurso iba a desarrollar los logros conseguidos por el Gobierno PSOE/Unidas Podemos a lo largo de este segundo año de pandémia.
Nos han pintado un mundo, que “ellos" no habían creado. Nos han colocado en medio “como figurantes”, simplemente de paso. Nos han vestido con “la ilusión de otros”. Nos quieren hacer vivir sin creatividad personal, “como bestias atemporales…”
Las derechas españolas ya se han quitado la careta, ya no hace falta distinguir entre derecha extrema y extrema derecha. Partido Popular, Vox y los restos del naufragio de Ciudadanos van al unísono contra Pedro Sánchez al que acusan de usurpador, es natural, esta derecha montaraz que nos toca sufrir no está acostumbrada a perder elecciones.
Alguien, en este país, sigue empeñado en presentarnos una España idílica cuando, la realidad cotidiana, nos está diciendo lo contrario. El Gobierno se niega a admitir que estamos ante una situación complicada y que la mayoría de las promesas que hizo, sus pronósticos, sus afirmaciones de que estábamos recuperándonos, no son más que intentos baldíos de tergiversar una terca realidad.
Más claro es imposible. Ahora resulta que Pedro Sánchez se siente avergonzado de los indultos y no ve otra solución para «su blanqueo» que «echar el muerto a otro». Ese muerto es el anterior ministro de Justicia, Juan Carlos Campo. Confieso que, si desde distintos frentes le tachan de psicópata, incluso desde dentro de la profesión, ahora ya no tengo dudas de que estamos ante un caradura en toda regla, un traidor y un incompetente circular, pero peligroso.
Dos literatos de primera línea y perennidad, bajo la protección de sus escuderos, juegan al tute subastado en la calle Génova, entre a los que aseguran poder salvar España en un abrir y cerrar de ojos por disfrutar de protección divina. Precisamente, ahora que andamos escasos de dicha diligencia, solo nos apasiona con fervor las procesiones de las mejores tallas de santos que artista esculpiera.
Es bueno aclarar, para que el pueblo nicaragüense y el mundo queden claros, porque no comulgamos con la mentira. Cuando se habla, es con base y pruebas en mano. El 26 de octubre del año 2021, a las once y treinta y cinco minutos de la mañana, el ex mayor del ejército popular sandinista (EPS) Roberto Samcam, fue miembro hasta el año 1991, y fue retirado del órgano a través del plan de retiro PL3, dio una entrevista en el programa 100% noticias, dirigido por la periodista Lucía Ubau.
Dice el diccionario de la Real Academia que un bocazas es la persona que habla más de lo que aconseja la discreción. Y que la discreción es la sensatez para formar juicio y tacto para hablar u obrar; el don de expresarse con agudeza, ingenio y oportunidad, reserva, prudencia y circunspección. Siendo así, no creo exagerado afirmar que los líderes de la derecha española son unos bocazas.
Desde que está en el poder el cateto, plagiador y embustero que habita en La Moncloa, en nuestra querida España no se gobierna al uso de la decencia, la responsabilidad y el patriotismo; se hace precisamente por las fronteras de la indecencia, la incompetencia y la traición a nuestros valores tradicionales.
Conforme va pasando el tiempo y haciéndome más viejo, muchas cosas en las que creía se me van volviendo más confusas. Por ejemplo: si nuestro planeta tiene sesenta y cinco millones de años ya es casualidad que ahora se produzca un calentamiento global. Yo aprendí cuando era joven que existió una edad del hielo, hoy ya no estoy tan seguro.
Ha llegado un momento en que el Gobierno no sabe si mata, hiere o espanta. Ha dado cifras distorsionadas de la recuperación y no se va cumpliendo nada de lo previsto. Hasta el Banco Central Europeo (BCE) ha rebajado la cifra de la recuperación. España se desinfla por todas partes desde el punto de vista económico y, en lo político, el desastre ya es total.
Cuando una sociedad es sana, no puede utilizar permanentemente la mentira. Si así fuera y por un milagro se independizase, ¿admitiría las otras mentiras como un derecho? Cataluña, por desgracia, tiene un gran defensor, el Gobierno español, mercenario, siempre amenazado y siempre cobarde y miedoso… porque también el Gobierno come con ellos.
Hay una energía ciega que nos degrada como seres pensantes, que nos enfrenta entre sí y nos deja sin alas armónicas para poder expresarnos en libertad, con nuestras creencias y semánticas. La atmósfera no puede ser más inhumana. Parece que nos gobierna lo salvaje, puesto que todo se confía a la fuerza y a la barbarie. Estas simientes de odio, sembradas por todo el planeta, nos están dejando sin raciocinio.
Asistimos al inicio de un tiempo nuevo en el que la mentira ya no es el inocente lenguaje de los vendedores de humo y vocingleros. Se ha convertido en un instrumento político al servicio de Pedro y sus conmilitones, con el que amenazan, paralizan y destruyen todo lo que no esté de acuerdo con sus misérrimas opiniones.
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