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El cortometraje cuenta la alucinante historia de los dos científicos valencianos que en 2012 se inventaron el "fecomagnetismo", una revolucionaria terapia alternativa que prometía curar enfermedades a través del uso de imanes y caca. Lo que empezó como una broma para destapar la estafa de las pseudociencias pronto se convirtió en algo mucho más grande.
Una vez se confirma la debacle electoral autonómica, el presidente, que aparentemente se ha quedado solo, lanza por sorpresa un anuncio de elecciones anticipadas. Esta maniobra está realizada por sugerencia del candidato de la oposición, que tiene miedo de ser derrocado antes de tiempo de su puesto por Isabel Natividad, la pujante gobernadora de la Capital, y lo que en realidad quiere es volver dignamente a su terruño de Galicia donde nadie le molestaba.
Se ha puesto de moda denostar y descalificar a la Iglesia Católica. Los mismos que dirigieron y disfrutaron del nacional catolicismo (que después fueron demócratas de toda la vida), chaqueteros siempre, hoy aprueban, cuando no apoyan descaradamente, a los anticlericales. Pero sus críticas se quedan tan solo en el cristianismo. En lo referente al Islam, la Cienciología o cualquier religión oriental o exótica en general, un respeto exquisito. ¿Por qué será?
¿Que tendrá la religión católica que se meten con ella los fatuos catalanes rencorosos, fanáticos acomplejados cobardes e incultos, que bajo el titulillo de libertad de expresión hacen mofa una y otra vez a sabiendas de que provocan rechazo a un gran número de personas y generan odio a otras tantas?
Pasada ya la Pascua de Resurrección, llega el momento de las realidades terrenas y es la hora de dejar en el lugar que le corresponde a los sucios personajes catalanes que, a la postre, viven espléndidamente del presupuesto español. Quiero dejar muy claro, que esa basura alcanza a un porcentaje muy bajo de los habitantes de Cataluña, pero que es -casualmente- la que suele estar al frente de las instituciones, ya sean deportivas, culturales o políticas.
Pues, aunque parezca una aberración, un dislate y un sin sentido, parece ser que sí, ya que en TV3, medio de comunicación que costeamos todos los españoles, se ha llevado a cabo una estúpida, indecorosa y aberrante parodia en la que se ha pretendido ofender a la Virgen del Rocío y a los andaluces por su devoción a ella, así como se ha ridiculizado el acento andaluz al hablar el castellano, con un timbre que en nada o poco se parece al habla andaluza.
El pasado año dediqué cuatro artículos bajo el título de La Parodia Nacional, a los burlescos y no menos jocosos acontecimientos de la vida política española que protagonizaron varios ministros y ministras del Gobierno Sánchez, hoy despedidos de la escena pública con una suculenta indemnización y unas muy reales condecoraciones.
El gran escritor Enrique Gallud Jardiel es un maestro de la parodia, un escritor que sabe mostrar el lado cómico de la vida y que no solo provoca una sonrisa en el lector, sino que escribe con tal maestría que puedes saborear esos pequeños aperitivos de crítica a una sociedad que, sinceramente, merece ser criticada en muchos aspectos.
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