| ||||||||||||||||||||||
Hoy no pienses demasiado
que pensando tempestadesCuando en esta semana se inaugure en Tuxtepec, Oaxaca, la microbiblioteca “Pablo de la Iglesia Alonso”, se estará poniendo de manifiesto una vez más como a través de un acto a favor de la cultura y la paz, se puede rendir tributo y perpetuar la memoria de quienes en vida dieron parte de su ser para hacer de su entorno un espacio más humano.
En todas las épocas, el ser humano ha tenido que hacer frente a este camuflaje mundano, pero ha sido la sensatez unas veces y otras el espíritu vigilante, quienes nos han aliviado la carga y nos han permitido seguir ilusionados, renaciendo incluso de cenizas, pues lo trascendente es poder liberarse y resistir ante tantas opresiones vertidas en nuestro histórico existencial.
Cuando el escritor por intentar ser popular cae en el provincianismo aldeano del tópico y lo típico, entonces, es mejor dejar de escribir.
En este sentido el libro del profesor Eduardo Infante titulado Filosofía en la calle es un libro útil para pensar y debatir sobre multitud de cuestiones.
¿Pero qué está pasando?
El mundo de la sabiduría, ya sean los cultivadores del mundo científico o del arte, han de mostrar su liderazgo responsable y creativo, sobre todo para hacernos más llevadera la vida. Subsiguientemente, más allá de avivar el conocimiento, también se requieren activistas del bien común, personas con una visión equitativa, ejemplarizante con el bienestar colectivo.
Internet se popularizó en España allá por el año 2000. De golpe y porrazo dejamos de vivir entre cuadernos, bolígrafos, máquinas de escribir y papeles de calco para vivir, primero conectados a un ordenador, y ahora también a la pantalla de un móvil.
El libro de Vicente Caballero de la Torre titulado La filosofía en 100 preguntas trata de dar respuestas a este número de interrogaciones que son un ejemplo de la infinidad de cuestiones que son objeto del cuestionamiento filosófico.
¿Qué es lo que más nos interesa? La respuesta que es muy probable que den muchas personas es: La corrupción política, la falta de moral, la injusticia, la mentira disfrazada de posverdad, el más allá, la felicidad, el sentido de la vida, el estrés laboral, la violencia en general…
Hace muchos años que no voy a los cines. No soporto el volumen con el que se presentan las películas, el frío del aire acondicionado y el consumo de todo tipo de alimentos y bebidas por los espectadores como si no hubiera un mañana.
Unas rachas de aire apartaron la niebla y por entre los jirones de las nubes aparecieron unos rayos de sol que iluminaron el cementerio. Me llamó la atención un destello que salía de una de las galerías, la de los nichos viejos de la pared del fondo. Me acerqué evitando que el rocío de los parterres mojara los bajos de mis pantalones. Era una placa dorada:
Somos gente en camino y, con nuestros andares, hemos de tener el valor de sembrar vida. Cuidado con esos poderes destructivos. Nuestras huellas no fenecen.
Tal vez con la intención de que al lector no le pase desapercibido el título del escrito se publica en letras de gran formato: dos líneas abarcan el ancho de la página. “Aumentan el 30% los médicos con trastornos y adicciones”.
Patricia Martín escribe: “Los médicos como cualquier persona padecen problemas sicológicos y tienen adicción”.
No deja de ser curioso que nos pronunciemos por la salvación del planeta, incluso invocando a la Pachamama, y nos consideremos culpables de que se derrumbe un glaciar o pueda desaparecer alguna especie rara de lagartija o salamandra.
En el marco de la serie Diálogos y Memorias, organizado por la Vicerrectoría de Extensión y Difusión de la Cultura de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), se realizará el próximo miércoles 30 de octubre del año en curso, un justo homenaje por su destacada trayectoria artística a la escritora, comunicadora y pintora mexicana Lilia Rivera.
Mi juventud fue un paso difícil y me costó encontrar la madurez. Tuve muchas dudas y todas se resolvieron con el tiempo y mi cultivada fe en que siempre me pasaría lo mejor. Así que me propuse con firmeza: no llorar, no desmayarse, no desear lo inalcanzable y si lo deseo y lucho por ello, saber retroceder a tiempo, antes de hacerme daños irreversibles que me marquen de por vida.
Déjame hablar, por favor. Ya he tenido bastante con aguantarte todo este tiempo, ahora escúchame tú.
Los moradores de este mundo, con sus gobiernos y nuevas generaciones al frente, han de sosegarse y aminorar tensiones, que lo único que hacen es propiciar atmósferas ya vividas en otro tiempo, y esta es una época que ha de ser activada e instruida en la tolerancia.
Después de los primeros tres meses de experimentar con la respiración, el frío y la meditación de acuerdo a lo que he ido aprendiendo del Método Wim Hof, puedo asegurar que hasta ahora son múltiples y en varias direcciones los beneficios.
|