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Solar de paz y patria del sosiego, espejo de la culta Andalucía; noble cuna de la sabiduría, aparente frialdad y alma de fuego.
El amor, entre dos almas perdidas, entre dos corazones antes rotos.
Qué suerte es levantarte cada día, sabiendo que el Señor nos guía y ama, y que Su amor, sin límites, nos llama para encontrarnos en la Eucaristía.
A medio siglo de nuestra ruptura, te tengo que decir sinceramente, y con toda la fuerza de mi mente que aquella decisión fue gloria pura.
Espejo que miras este rostro añejado el cual lleva en su semblante las heridas y miles de caminos enredados.
El adiós, indefinido, el adiós roto. Y mil besos al aire...
Hoy te quiero decir, gran plagiador, presidente letal de este Gobierno, que la España que hundiste en el infierno pagará su dolor con tu dolor.
Siempre es inveterado, que el o los momentos sólo tienen una fuente de virtud, la vida, y la muerte que, no lo es, es volver a vivir o seguir el rumbo de la nueva vida del futuro.
Las cartas, de nuestra corta vida, de nuestro gran querer.
Darse muerte a través de la imaginación, es un arte aniquilarse y regresar a la vida para no estar muerto, es así quizás destruirse con el pensamiento...
Era una madrugada, casi aparecía la aurora ante formidable devoción lejana que vibra, place, y, se apagó la radio, una voz melodiosa que sonaba y sonaba llevándose una historia irreparable, no remedada.
La armonía, de nuestro amor irrompible, de esos mil besos sin palabras.
Pongo en mis letras tantos embelesos, que me aíslo del mundo circundante; tal vez resulte fatuo y delirante que me guste escribir con trazos gruesos.
Y habrá caballos libres corriendo por las calles. Será el día de las liberaciones masivas. El niño habrá hablado con el carcelero y el carcelero con su corazón. Toda la ciudad llena de caballos libres...
Habló en vos baja. La olas de esta montaña realística recorren sibilinamente con caricia el alma limando paulatinamente el muro del corazón...
Le dijo a la soberbia, la humildad: ¿por qué no has preferido mi camino, conociendo que el tuyo es desatino que puede sepultarte en la maldad?
El beso, de tu último adiós, de tu hola tardío.
Al tiempo de pensaren la partida, ahondasin temor en el pasado; y si otrora obraste equivocado tu súplica será bien acogida.
¿Por qué nos habremos desesperado tanto, si total, el llegar se tomó el tiempo que le vino bien y no le importó nuestros sentimientos?... Pero esto se aprende de viejos cuando ya no hay marcha atrás, de momento estamos aquí, a ver que hay más allá.
Se han perdido más vidas estadounidenses -tanto en la epidemia como en la pandemia- que en los combates de la Primera y la Segunda Guerra Mundial juntas.
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