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Isabel Díaz Ayuso ha destrozado al cavernario Partido Popular de «Génova» por mentiroso, mafioso y trapacero. Hacía tiempo que en el PP habían encargado una investigación sobre ella, pero siempre lo negaron. La sombra de la presidenta madrileña era excesivamente alargada y eso un líder, sobre todo un líder torpe, no es capaz de asumirlo.
Pasadas las elecciones en Castilla y León empezamos a pensar que el demonio no es Unidas Podemos ni el permanente fraude socialista, que también, sino el predicador de embustes y zafio retorcido, don Teo. Precisamente, en sus intervenciones y mentiras, con la aquiescencia de algunas asistentes de su partido, casi todas mujeres, ya se trasluce la imagen que Cayetana Álvarez de Toledo demuestra a las claras en «Políticamente indeseable».
Alfonso Fernández Mañueco ha subido dos escaños, pero si tenemos en cuenta que comenzó la campaña electoral con uno por debajo de la mayoría absoluta, bien podemos decir que ha fracasado. Pretendía emular a Díaz Ayuso y ha resultado ser un monigote que, la última semana de campaña, ha tenido que recurrir a la presidenta madrileña porque se veía perdido y aterrorizado.
Vaya por delante mi respeto a tu persona y a tu cargo en Castilla y León, pero no hacia tus políticas ni hacia los destrozos de tu partido en la misma. Obedecer ciegamente políticas impuestas no es gobernar y sí desconocer puntualmente las necesidades y exigencias de la tierra que te mantiene y a lo que debes tus orígenes.
En opacidad, corruptelas, fraude y «temores inconfesos» no hay Gobierno que gane al de Pedro Sánchez, hasta ha llegado a utilizar leyes obsoletas que no son de aplicación actualizada. Eso, precisamente eso, podría costarle muy caro tan pronto como abandone Moncloa de forma ordenada o a la fuerza. Es más, no se olvidará la trama de sus progenitores en PLAYBOL, S.L., caso que debe empezar a investigar la Hacienda Pública.
Si alguien piensa que Fernández Mañueco está sereno es porque no le conoce. Las últimas encuestas han acabado por derribar su poca resistencia. Le tiemblan las canillas. Sabe que si no gana con holgura habrá dilapidado el tiempo, las formas y los proyectos futuros, si es que los tuvo alguna vez. Ha empezado a tirarse de una oreja sin llegar a la otra. Sabe que ha iniciado un camino sin retorno y que, de no ganar a lo Ayuso, debe presentar la dimisión la misma noche electoral.
Las urnas nos dirán si Fernández Mañueco acertó convocando elecciones o se precipitó. Si tenemos en cuenta las posibilidades de traición y cuanto se estaba cociendo, entonces egoístamente sí hizo bien, pero desde mi punto de vista y dado el momento de pandemia, no fue lo más acertado. Voy más allá: pensando en la ciudadanía de la comunidad, nunca debió hacerlo tan a la ligera, pero si sólo pensaba en su partido y en creerse como Díaz Ayuso, la metedura de pata es incorregible.
Se ha hablado de cantidades ingentes de dinero de los fondos europeos, pero nadie habla de los recortes que esos fondos han sufrido y los que pueden sufrir por la falta de transparencia y tergiversación. Ni siquiera lo han hecho los medios parasitarios, ni los periodistas mercenarios del Gobierno. Éste tiene aún alrededor de 11.000M sin licitar, incluso desconoce dónde están, como desconoce la cantidad que han recibido las empresas, si es que en algunos casos los han recibido.
¡Pobre Luis Tudanca! No quería que Pedro Sánchez participara en la campaña electoral de Castilla y León, pero se lo va a tener que comer con patatas. El presidente es incapaz de ver el desprecio que se le tiene en esta tierra y las broncas que se va encontrar allí donde acuda, hasta el punto de que ni los suyos lo quieren cerca. Será la diana de ganaderos, agricultores, funcionarios y ciudadanos en general. Sánchez «El mentiroso» es la bicha en forma de títere fantástico.
Cuando se miente casi tanto como se habla, acaba uno con el mote de mentiroso. De Sánchez sabemos todos que lo es, pero tuvo que decírselo a la cara un vecino de Calvarrasa de Arriba, coincidiendo con la Conferencia de presidentes en Salamanca: «¿Es usted Pedro Sánchez “El mentiroso”?». Para tapar el agravio y los silbidos hacia su persona en la Plaza Mayor charra, le organizaron un paseo por Calvarrasa donde pensaban que la gente se pondría a sus pies.
Este fin de semana pasado se han mofado las redes sociales de Pedro Sánchez a más no poder. El departamento de Comunicación de Moncloa nos lo ha presentado con camisa rosa y colgado al teléfono como si él solo estuviera resolviendo el conflicto entre Rusia y EE.UU., con Ucrania en el medio y la Unión Europea en comisión de servicios. Lo de Sánchez «El mentiroso», como dijo el ciudadano charro aprovechando la visita del innombrable a su pueblo, da para memes, chistes y mofas.
No es lo mismo estar junto al pesebre que alejado de él. Viene esto a cuento por lo que vimos en España durante la Guerra del Golfo y lo que estamos viviendo ahora con la amenaza de Rusia a Ucrania y el despliegue de barcos de guerra y aviones españoles. Aquellos que gritaban entonces eso de «¡NO a la Guerra!», hoy se esconden como estreñidos muñecos.
Ya tardaba el PSOE en acercar posturas con las formaciones de la España Vaciada. Todas las encuestas muestran el brutal batacazo del socialismo en Castilla y León. Dos son las razones de ello: las políticas nacionales de Pedro «El mentiroso», que dan miedo a la ciudadanía, y la dejadez permanente (broncas incluidas) que ha venido demostrando la tropa de Tudanca en la oposición.
No faltan quienes piensan que las elecciones de Castilla y León serán la confirmación de un nuevo ciclo político que dará continuidad al iniciado por Díaz Ayuso en mayo pasado. Falta por saber si Andalucía seguirá los mismos pasos convocando elecciones, aunque en esa comunidad no parecen existir indicios de traición.
Cierto y sin tapujos: ni el PSOE de Castilla y León ni su protestón líder en la comunidad quierenque aparezca en campaña el vulgar y mentiroso gafe de Moncloa, Pedro Sánchez. Es un peligro público que el presidente se desplace a esta tierra tras su desprecio a los ganaderos, a los agricultores, a los autónomos y a los trabajadores. Allí donde acuda recibirá un sinfín de improperios como compañía merecida.
Llevo varios días siguiendo las declaraciones de Francisco Igea en los medios de comunicación y rezuman resentimiento por los cuatro costados. Garantiza que Fernández Mañueco no será presidente de Castilla y León si depende de su formación. Sabido es que las encuestas dan a Ciudadanos entre un procurador (en Castilla y León son procuradores) y ninguno.
Yolanda Díaz no sabe cómo apuntarse tantos con la mal llamada reforma laboral. Es una simple contrarreforma y, posiblemente, ni siquiera eso pueda decirse. Apenas unas pinceladas sueltas sobre la reforma laboral de 2012 que tanto empleo generó y alabanzas cosechó en la Unión Europea.
Mala gestión y peor imagen del ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños. Intenta recabar apoyos para la contrarreforma laboral porque el Gobierno sólo cuenta con 155 escaños en la Cámara Baja. Pinta mal y varios grupos ya han anunciado su negativa. El listo de Garamendi ha metido en un buen lío a la ministra comunista y a los «hambrientos y sedientos» sindicatos clasistas, pero lo ha hecho a un alto precio: la CEOE se ha desmoronado.
Tal vez esté equivocado, pero es un hecho que a alguien le molestan sobremanera los éxitos de Madrid, la gestión de su equipo municipal y la barrida de Díaz Ayuso el pasado mes de las flores. Es fácil observar que desde Moncloa se maltrata a la capital de España; se le niegan ayudas europeas, ya denunciadas a Bruselas; se critican con crudeza y rudeza las medidas que adopta Ayuso, aunque al mes las adopte Moncloa como si suya fuera la patente.
"No puede seguir ni un minuto más sentado en el Consejo de ministros", dicen los partidos de la oposición, varios presidentes autonómicos con Lambán a la cabeza, el sector ganadero al completo y la industria cárnica. Es tal el daño de este muchacho, comunista y ministro-cuota, que ha faltado tiempo a los gobiernos alemán y francés para pedir explicaciones al gobierno español.
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