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Mala generación de políticos la que nos ha tocado conocer. Se mire a la comunidad que se mire abundan los casos de corrupción e intenciones de tapar lo que no se quiere que salga a la luz. El problema llega cuando los corruptos abandonan el sillón de la prepotencia, las prebendas, las ventajas y las tarjetas con cargo al contribuyente; en ese momento, otros tiran de la manta y dejan con las posaderas al aire a sus antecesores.
Compruebo que el Ministerio de Educación y Formación Profesional no da demasiada importancia a la etapa educativa de educación infantil. Siendo así, ello sólo puede ser por ignorancia y claro desconocimiento. Debería de pensar en las matemáticas y aprender que son básicas en cualquier etapa, pero más en las primeras, porque resultan fundamentales para el desenvolvimiento diario.
Dos horas leyendo el proyecto de currículo de primaria y el sesudo “sentido socioemocional” que pretende aplicarse a las matemáticas. Para empezar ya se habla de género en las matemáticas y tarda varios folios en explicar a qué alude. Hay que hacer malabares para saber que se refiere a que, según los datos de los que bebe el Ministerio de Educación, las mujeres no se inclinan por las matemáticas en la misma medida que lo hacen los hombres, ni el rendimiento es equivalente.
Han pasado varios años desde que el ‘valiente’ Puigdemont abandonó España metido en un maletero, cual polizonte programado y por temor a que la Justicia le hiciera pagar los platos rotos. Los otros, los presos golpistas hasta hace unos días encarcelados, que de forma ignorante e interesada se autodenominaban como “presos políticos”, no tuvieron las mismas posibilidades y esperaron a ser enchironados por su atentado al Estado y contra la Constitución.
Va a ser cierto que el país funciona cuando los políticos se toman vacaciones. Ahí tienen la bolsa: ha recuperado más que en las últimas semanas; ha sido marcharse de vacaciones los ‘matrias del patrio’ (antes ‘padres de la patria’) y empezar a subir. Algunos lo achacan también a la presunta moderación del nuevo Gobierno que ha formado el ‘Doctor Cum Fraude’ y otros a que Nadia Calviño ha terminado con aprovechamiento los cursillos destinados a poner orden en el Ejecutivo. Debe ser que, en esto de la política, cada cual tiene su criterio como cada español su selección nacional de fútbol.
No hay semana que Pedro o su equipo no desenvainen las espadas del entorpecimiento contra la capital. Primero se hizo entorpeciendo la gestión sanitaria durante la primera ola, con el fin de tapar la inutilidad demostrada por el Gobierno de Pedro ‘El Mentiroso’. Pero el afán de entorpecer y desprestigiar a la Comunidad y a su presidenta e intentar resarcirse del varapalo de las elecciones autonómicas se ha vuelto a poner de manifiesto hace dos días.
Cada vez son más quienes afirman que “los sindicatos son la peor estafa de un país después de las comunidades autónomas”. España no pierde nada porque desaparezcan los sindicatos de malversadores. No estaría de más que el nuevo sindicato “solidaridad” diera una lección de actuación, métodos y honradez a las vetustas organizaciones sindicales de clase; es decir, clasistas. A ver si así aprenden a trabajar y a conjugar ese verbo.
Hace poco hablábamos en este mismo medio de que las comunidades, sobre todo las del PP, no estaban de acuerdo con el sistema de reuniones de la Conferencia sectorial ni con el modelo que propugnaba el Gobierno. Con el turismo todos han tenido que claudicar para no quedarse sin fondos, dadas las amenazas e imposiciones del subdirector general de Cooperación y Competitividad Turística.
Todas las autonomías se han arrodillado, que es lo que pretendía el presidente. Tan sólo Castilla y León, Murcia, Andalucía y Galicia han mostrado su desacuerdo con el reparto de fondos, pero, ante las amenazas, han optado por abstenerse, primero, y votar “sí” al día siguiente. Era la única manera de no quedarse sin fondos. Ni siquiera los representantes de la comunidad de Madrid han levantado la voz esta vez.
Está caliente el horno de la política nacional y autonómica. No es sólo por el verano y por las altas temperaturas. Las cloacas del pasado, los fraudes y corruptelas del presente y las amenazas (con chantaje incluido) son las que recalientan el ambiente político. Los frentes abiertos son excesivos, dada la reiterada incompetencia del Gobierno central y sus permanentes enfrentamientos con las comunidades autónomas.
España no había dejado de ser una olla a presión y el presidente, como si todo estuviera resuelto en España, se marcha de viaje ocioso e inútil a Nueva York. Lo cierto es que allí no ha conseguido nada: ni inversiones, ni confianza, ni nuevas promesas de facturación, La desconfianza económica en España es tal que, mientras el empleo esté en manos comunistas y la política con dependencia socialista, tendremos menos inversiones foráneas que un tacaño en Cataluña.
Nunca el socialismo banalizó y frivolizó tanto unas elecciones como las de Madrid del 4-M. Jamás un Gobierno hizo tanto daño a una comunidad autónoma ni amenazó a sus ciudadanos como lo han hecho Pedro Sánchez y el que fue su dron, Iván Redondo; dos integrantes de la mafia monclovita capaces de desabastecer a una provincia de material sanitario, con el peligro de muerte que ello supone, con tal de mantenerse encima de la albarda.
Los cambios en el Gobierno no han hecho que España deje de ser una olla a presión. El Presidente pensaba que había tomado la iniciativa, enderezado el carro y comenzado el segundo tiempo del partido. Pero no ha sido capaz de ver que esa segunda parte comenzaba sin ocho consagrados ‘jugadores’, aunque muy chapuceros alguno de ellos, y que eran reemplazados por aficionadas municipalistas que no habían mostrado nada en política y tampoco su eficiencia en la división de honor.
Cada día estoy más convencido de que el presidente del PP tiene que mover ficha aprovechando el desconcierto inicial de las ocho caras nuevas del Gobierno. Debe hacerlo con contundencia y sentido común porque no estamos para fuegos de artificio. Ha de tener en cuenta que no es suyo el éxito del varapalo del Tribunal Constitucional por el estado de alarma, porque el Partido Popular avaló las tres primeras prórrogas. Y eso se lo pueden echar en cara en cualquier momento.
El Gobierno tiene muchos frentes abiertos. Conoce la teoría, pero desconoce la didáctica y las soluciones. Al no tener un presidente y sí un ‘semipresidente’ pasan estas cosas. Digo “semi” (mitad) porque ha quedado patente que no domina al sector de la extrema izquierda. Ahí tienen los resultados de la última crisis de Gobierno donde a los ministros más desgastados e innecesarios ni siquiera se ha atrevido a cambiarlos.
Aun conociendo represión del tirano cubano, los comunistas españoles siguen enarbolando la bandera de la indignidad con su despreciable apoyo al tirano, la condonación de deuda y el analfabetismo político. Reiteran su defensa con la torpeza que se ha instalado en las nuevas generaciones de políticos que se toman España como el estafermo al que hay que abatir.
No hace falta ser un lince para comprobar que Cuba no atraviesa por su época más florida. Sesenta años después el pueblo pone en duda todo, desde las intenciones iniciales de la Revolución hasta la legitimidad de los actuales gobernantes. Las generaciones jóvenes ven que su futuro es una ruina si no cambian las políticas cubanas hacia la apertura y la modernización.
Tenemos el ejemplo de un Gobierno con un semipresidente acogotado, incapaz de decir que el de Cuba es un régimen dictatorial y protector de asesinos. El propio ministro de exteriores se ha despachado con unas declaraciones vacías, blandengues y torpes, por las que ya lo han calificado como “Calimero”. Ha hecho un ridículo espantoso y calamitoso.
El comunismo ha encontrado un freno con el que no contaba. La ‘Yoli’ lo sufre; Ione Belarra no sabe desbloquearlo; Castells pasa de todo; Garzón sigue enfrascado en sus guerras con los chuletones y la “marquesa” se ve con un pie fuera y el otro en ninguna parte porque ni representa a las mujeres ni ellas creen en ella.
Dentro del socialismo a la española es todo un acontecimiento que un secretario de organización del partido renuncie a su cargo estando tan cerca el congreso federal. Ábalos es así: no ha dado explicaciones ni las va a dar, salvo esa sencilla aclaración sobre la falta de confianza. Es cierto que no ha salido a la luz ningún tipo de enfrentamiento entre Sánchez y Ábalos, pero se acumulan los problemas en el entorno de ambos.
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