Me dicen que hay varios sesudos catedráticos de Ciencias Políticas trabajando a un ritmo frenético para averiguar si la intervención en el último Pleno de la Asamblea de Madrid del portavoz de Ciudadanos, Ignacio Aguado, era un chiste o realmente pretendía hacerla pasar por algo serio.
No hace falta tener un doctorado en ninguna universidad de prestigio, para ver que el plan maestro de Ciudadanos es evitar gobernar ninguna institución relevante hasta llegar a las elecciones generales que coloquen a Albert Rivera en la presidencia del gobierno.
Hasta ahora, les está funcionando muy bien la estrategia de apoyar a los partidos más chamuscados por la corrupción, PP y PSOE, para usarlos de saco de boxeo una vez que estos están situados estos al frente de los distintos gobiernos. Es curiosa la incapacidad de los españoles para ver el engaño que suponen los ataques de un partido contra la corrupción y las malas prácticas de los partidos a los que ellos mismos está sustentando en el poder.
Si a Ciudadanos no les gustan las acciones de PP y PSOE, ¿por qué no los obligan a salir de los gobiernos donde lo están haciendo tan mal?
Un partido que tuviese el supuesto amor que Ciudadanos le profesa a España, no permitiría que las instituciones de su patria querida fuesen maltratadas por aquellos a los que tanto critican.Pero Rivera quiere ser presidente a toda costa, y eso implica no mostrar demasiado las vergüenzas hasta los cinco minutos posteriores a haber jurado el cargo.
La intervención de Ignacio Aguado anunciando una comisión de investigación tras las explicaciones de Cristina Cifuentes sobre el escándalo de su máster, habría resultado cómica si no fuese porque la política al final está tan relacionada con las cosas del comer de todos los sufridos ciudadanos.
Es evidente que Aguado no quiere gobernar porque si quisiese hacerlo, tendría en su mano todas las herramientas para convertirse en Presidente de la Comunidad de Madrid en cuanto lo plantease.
Ciudadanos está disparado en las encuestas. Según el nivel de cocción de las mismas, unos puntos más arriba o más abajo, pero la realidad es que la intención de voto a su partido está subiendo cada vez más.
Lo más honrado políticamente sería que, cuando lleguemos a las próximas elecciones generales, los españoles tengamos datos reales y contrastados de la capacidad de gobierno que tiene un partido que aspira a ponerse al frente de nuestro país y eso solo se puede saber viendo como han gobernado. Pero no quieren hacerlo y eso da que pensar en la posibilidad de que no pueden permitirse presidir ni una comunidad de vecinos porque no están preparados para hacerlo. Servidora, que ha visto el partido por dentro, por una vez se va a ahorrar su opinión personal sobre las capacidades que ha podido conocer de cerca de muchísimos de sus cargos. Baste decir que, desde que las encuestan dicen lo que dicen, yo estoy desempolvando los libros de inglés y comprobando el estado general de mis maletas.
Dicen que Canadá está precioso en cualquiera que sea la época del año en la que Ciudadanos gane las próximas elecciones generales.
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