Todavía me estoy riendo de la presentación, por las casas de apuestas norteamericanas y la revista Time entre otros, de los candidatos al premio Nobel de la Paz. Se necesita tener escaso sentido común y poca vergüenza para presentar como candidatos al Señor Tramp, al Señor Puigdemont y al Señor Kim Jong-un entre otros. Personas que llaman constantemente a la agresión, a la preponderancia y al “quítate tú para que me ponga yo”.
Parece que no han tenido bastante con los errores de bulto cometidos anteriormente. He podido leer que Adolf Hitler fue propuesto en su día y si leemos la nómina de los premiados vemos nombres basados en al conveniencia y no por su valor.
Los premios Nobel fueron instituidos por Alfred Nobel, un químico e ingeniero, inventor entre otras “delicias” de la dinamita y fabricante de armamentos. Se crearon para satisfacer la última voluntad del prócer sueco -quizás cargado de sentido de culpabilidad- de dejar la mayor parte de sus bienes a la creación de dichas distinciones. Entre otros apartados seleccionó el premio Nobel de la paz.
Finalmente ha predominado la cordura y se lo han concedido a un ginecólogo congoleño (Denis Mukwege) y a una víctima de la esclavitud sexual yihadista (Nadia Murad). Estoy convencido que se lo merecen de sobra. Hasta aquí todo muy bien, pero estimo que hay personas –posiblemente menos aclamadas por los intereses políticos o económicos- que merecen recibir este premio cuya dotación económica les permitiría ampliar su campo de trabajo.
Sin ir mas lejos, podían concedérselaa esos denodados miembros de Salvamento Marítimo y la Cruz Roja que se hacen cargo cada día de cientos de migrantes africanos que se embarcan en la aventura de buscar el “paraíso” europeo, dejando empeñadas a sus familias en el pago de las 10.000 euros que les cobran los neo-negreros traficantes, que los transportan de aquella manera.
Hemos conocido –y esa es mi buena noticia de hoy-, que el pasado día 2 rescataron a 375 personas. Y así cada día. Aunque no tengan donde meterlos. Es lo mismo. Se les acoge como se puede y mientras… a seguir cobrando pensiones ministros que han estado en el sillón pocos días. Bravo por ellos. Premio “No-ve” del oportunismo.
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