En muchos de mis artículos hago hincapié de lo importante que es tener un sistema educativo sólido, de extensa cultura, adaptado a los tiempos y basado en el esfuerzo y la responsabilidad para que un país encare su futuro de progreso y por consiguiente de mejora social.
Desgraciadamente en el nuestro ocurre lo contrario y así nos va. La ignorancia en todos los sentidos y personas siempre es penosa, inconsciente y vehementemente atrevida. A los políticos, ya que son nuestros representantes, les debemos exigir mucho más que a cualquier ciudadano de a pie, ya que en ellos recae la responsabilidad de gobierno en cualquier estamento que ostenten. Deben poseer amplios conocimientos del puesto que van a desempeñar, tanto teórico como práctico, pues deberían tener un puesto laboral antes de dedicarse a la política. De este modo se evitarían esos pegamentos super rápidos e indelebles a los sillones de tantos chupópteros que pululan en el espectro político, por el miedo a tener que apuntarse al paro muchos de ellos.
Las reacciones que están teniendo los representantes de izquierdas incluido el PSOE con lo sucedido en Andalucía, no dejan de sorprenderme. Ahora resulta que la coalición de los tres partidos constitucionalistas, según Susana Díaz, es vergonzosa y traicionera, no se acuerda cuando ella se unió a los podemitas, habiendo salido más votado el PP, para seguir gobernando, y cuando Sánchez se une a los independentistas, Bildu y demás, ¿Eso no es vergonzoso y traicionero? No saben asumir la derrota. Insultan, calumnian, intentan que parezca verosímil una mentira a base de ser repetitiva, etc. Las promesas que han hecho en el Parlamento Andaluz han puesto de manifiesto la poca categoría intelectual de algunos componentes. Esto me lleva a pensar que si a un niño se le consiente todos sus caprichos para no frustrarlo, llega a edad adulta sin capacidad de asimilar un contratiempo, a todas luces lógico en una democracia.
El comportamiento hiper ególatra de Pedro Sánchez lo veo propio de una infancia o adolescencia ninguneada, fracasada, en la que para reafirma su yo, se ha vuelto frio, calculador, sin escrúpulos, falto de sentimientos y empatía con los propios suyos y que en el puesto de responsabilidad que él mismo se ha adjudicado, por afianzarse en el poder, va a dejar hecho unos zorros al país que malamente nos representa.
El cambio político que se ha producido en Andalucía ha dejado en shock al partido socialista (a modo de embarazo solo con la puntita), cuando debería ser tomado como algo consustancial en el devenir democrático, critican todo aquello en lo que luego caen, por ejemplo, los años que han estado gobernando son equiparables a la dictadura anterior, el aquí mando yo y hago lo que quiero, también semejante….Quiero decir, que hay que tener una conducta ejemplar para poder criticar al oponente, pues al estar en su situación hacen lo mismo. Por eso es bueno limitar los mandatos, el cambio siempre debe ser favorable, digo debe porque no siempre lo es, ya que el pecado capital nacional de la envidia acompañado del rencor imposibilita en gran medida el tener un mismo punto de mira en beneficio de la nación, y van buscando simplemente el voto fácil a corto plazo y su propia conveniencia.
El que haya tres partidos, de derechas esta vez, en vez de la mayoría de uno solo, hace que haya mayor entendimiento y complementación en la gobernabilidad, pues deberán debatir los puntos en desacuerdo para llegar al término medio deseable. Los programas de ningún partido son aceptados en su totalidad por todos los españoles, gustan unas cosas de unos y otras de otros, por eso, al ser tres se equilibraran las fuerzas y la balanza espero y deseo sea de fielato positivo.
Esperemos que el personalismo, el orgullo y los complejos absurdos no hagan fracasar esta oportunidad de cambio, cumplan lo que promulgan, aireen y limpien todo lo desechable, pero sobretodo aprendan de los errores anteriores y no caigan en los mismos. La píldora deberá ser forte.
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