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Camila, ¿cómo te nació la poesía? No sé cómo me nació la poesía, sí recuerdo que mi viejo me compraba libros de poesía desde muy chiquitita y que de grande encontré un librito de Lorca todo monigoteado con rayas de colores, así que imagino que cuando llegó a mis manos debía ir yo a la guardería (2 a 3 años). También intuyo que influyó en mi intención de escribir el hecho de que mi mamá y mi abuela escribían poesía, aunque de entre casa solamente.
Finalmente recuerdo, como un hecho importante de los comienzos y con mucho amor, que mi maestra de 4to grado de primaria nos hacía escribir poesía, entonces yo, con mis 9 años, había escrito una sobre un duendecito del jardín (risa). Desde entonces mi poesía ha nacido de muchas maneras, abandoné varias cosas y me callé por bastante tiempo, hasta que me perdoné a mí misma la voz que tengo y dejé de buscar decir de otra manera, me liberé de las estructuras poéticas que más me pesaban (no de todas por mala suerte) y arranqué a decir más simplemente.
¿Cuáles son tus orígenes familiares y sociales? Soy la segunda hija de una camada de cuatro mujeres, mi vieja y mi viejo tienen título universitario, así que crecí en un hogar de clase media, pero que tenía recuerdos de tiempos más difíciles, por lo que el trabajo y la costumbre de arreglarse con lo justo fue una enseñanza desde niñas. Sin embargo, nosotras cuatro pudimos estudiar en la universidad sin necesidad de trabajar y empezamos a hacerlo por elección en los últimos años de nuestras carreras universitarias. [Camila es Licenciada en Letras y es Docente.]
¿Qué tienes publicado hasta la fecha y qué poemas u obras tienes en marcha? Tengo publicados cinco libros de poesía: "Poemas para después de que te fuiste" (2013, Ven te Veo editorial); "Poemas para ser leídos es voz alta"; "Té de Carqueja"; "Cascarillas de Cacao"; "Masala Chai" (2014, Editorial Gráfica 29 de mayo); y "Andanzas de foto y poesía", junto con una fotógrafa cordobesa (2015, edición de las autoras). También hemos publicado un libro de narrativa e ilustraciones infantil con una ilustradora cordobesa: "Cartas a Margarito Primavera" (2016, edición de las autoras). He participado de diversas plaquetas, fancines y antologías de diferentes ciudades de Argentina.
Muy próximo a salir, en proceso de imprenta, está el último libro de poesía que ha nacido en mí hasta ahora, se llama "Lirios Caminantes Poemas para las hermanas" (2019, Flor de Luna) y me hace muchísima alegría y emoción!!
Desde el espacio virtual hace casi diez años que publico, con bastante frecuencia, en el blog www.palascasa.blogspot.com y ahora también en el facebook Camila García Reyna Palascasa; son espacios que aprecio mucho, sobre todo el blog, porque me permiten hacer llegar mi poesía a todxs lxs que quieran, de manera gratuita.
Tu temática central, o una de las columnas importantes de tu producción, son los oprimidos, el pobre, el obrero esclavizado en un sistema que le hace sudar sangre. ¿Ves salida a esta situación? Mucha gente que me ha escuchado caracteriza mi poesía como política o contestataria y tal vez sea porque, cuando me ofrecieron la palabra públicamente, me pareció importante y necesario decir algunas cosas. Sin embargo, la verdad es que no sé cuál es mi temática central, claro que escribo sobre lxs oprimidxs del sistema, pero también escribo sobre el amor, la familia, la pacha, el universo. Creo que escribo sobre mi cotidianeidad y mi historia, por eso los poemas feministas y los poemas sociales, porque soy mujer y porque he militado muchos años en una villa de emergencia en Córdoba y porque como cualquier ser humano veo la injusticia que construimos a mi alrededor; pero no es sobre lo único que escribo y no me atrevo a decir que sea lo central. A veces prefiero escribir la dulzura y darle un abrazo al mundo y contribuir con un cacho simple de amor cualquiera sea.
Respecto a qué salida veo a la enorme injusticia social y ambiental, sólo voy a decir que creo en la toma de conciencia y en el amor como única y mejor herramienta de transformación (y el amor no es capitalista). Creo que hay que trabajar colectivamente, respetando diferencias y extender amor en el mundo, empezando por más amor y comprensión hacia los seres humanos que nos rodean, crear lazos, entre-tenerse y encontrarse, sin imponer ni salvar a nadie, salvándonos juntxs, construyendo las verdades que se acerquen más a la justeza en los diferentes ámbitos y lugares.
¿Cuál es la misión de la poesía? Para mí la misión de la poesía es embellecer al mundo, como la de todo arte, aportar hermosura a la realidad cotidiana, aún y mejor diciendo también lo que nos jode, protestando en busca de libertad e igualdad para todxs. Por ahí creo que primero hay que decir ciertas cosas y después se puede hablar de lo que sea, contar, por ejemplo, que una plantó un árbol en la vereda de su casa o que se desenamoró; otras veces creo, sintiendo lo que me transmite la poesía más personal de otrxs poetas, que hay que decir todo y cualquier cosa, que en el acto generoso de compartir la autenticidad de cada unx reside la belleza, y eso ya alcanza para cambiar las energías de quien lee o escucha y tiene sus pies y manos en el mundo.
¿Cómo definirías el ser poeta? No sé cómo definir el ser poeta, sé que lo soy inevitablemente desde siempre y hasta siempre, guste o no guste lo que haga, me conozcan o no, me resulta inevitable y me constituye humanamente. La poesía me apasiona –no toda, es cierto-, pero la que me apasiona me transforma el ánimo y la vida cotidianamente.
Creo que ser poeta es serlo y punto, quien lo crea de sí mismx lo es, no hace falta ninguna condición, ni sabiduría específica, considero que sí hace falta sinceridad.
En tus poemas sobresale mucho el feminismo como bandera, como respuesta a un mundo todavía patriarcal. La verdad es que no sé si los feminismos me reconocerían como parte de ellos plenamente, ni sé si mis poemas podrían catalogarse como feministas. Sí sé que me defino antes que como poeta, como mujer y, entonces, mis poemas necesitan decir lo que yo necesito decir desde mí y desde mis hermanas; necesitan regalar su humedad y su belleza, pero también gritar la violencia de género en todas sus formas, la opresión machista y patriarcal, las faltas de respeto constantes que aún hoy sufrimos cotidianamente. Yo he sido acosada y violentada verbalmente, físicamente y psicológicamente como tantas que conozco, no me hace falta leer nada ni decir desde ningún paradigma más que desde mi simple carne femenina; y entre estas bestialidades que se cometen contra nosotras está la trata de personas y, en su marco, la prostitución forzada, que es una de las cuestiones que más me aflige e indigna y que seguiré denunciando con inmenso espanto y dolor.
¿Qué poetas te han inspirado con más fuerza? Miles y de diferentes nacionalidades, españoles también, ni sé a quienes nombrar ya que me han inspirado diversxs en distintos momentos incluso desde la poesía infantil, recupero a algunxs: Glauce Baldovin, Marosa Di Giogio, Juana Bignozzi, Circe Maia, Sharon Olds, Liliana Ancalao como madres y abuelas, también a Juan Gelman, Hector Viel Temperley, Francisco “Paco” Urondo, Alberto Szpumberg, Roberto Jorge Santoro, Juan L. Ortiz, Jorge Leónidas Escudero, César León Vargas, Jorge Luis Carranza, Hernán Jaeggi como padres y abuelos; pero también gente de mi generación y mi ciudad Elena Annibali, Paulina Cruzeño, Laura Lopez Morales, Cristian Hertel, Cecilia Romero, Ceferino Lisboa, Pablo Carrizo, Alexis Comamala, Leticia Ressia, Mariela Laudecina, Lorena Isuani, Claudia Huergo, Ana Piretro, Alejandro Arriaga, Pablo Toia, Matía Barnes, Sol Morais y de otras provincias Franco Rivero, Juan Paz, Paula Soruco, Silvia Mellado y tantxs más que son contemporáneos.
A tus 32 años (recuerdo que te entrevisté para otro medio hace muchos años, cuando ya muy joven nos sorprendió la grandeza y verdad de tu poesía a muchos poetas españoles), ¿qué horizonte le ves a tu vida en relación con la sociedad en que vives, con el mundo en que habitas, y la herramienta de tu poesía? Más que ver o pensar horizontes, sueño con los no horizontes, con que la poesía llegue más allá de donde creo que puede, con que aporte una cuota de mí a la sociedad que habito, que sirva para algo, para tomar conciencia de algunas cosas, para recordar otras, para no olvidar, para pensar, pero también sencillamente para disfrutar y encontrarnos. Yo necesito mucho la literatura ajena y la propia para vivir la vida, un mundo sin poesía me parece terrible. Apelo, entonces, simplemente a contribuir con la mía y que nazcan las sorpresas, ya veremos qué pasa, ojalá que pasen cosas lindas.
Algunos poemas últimos de Camila García Reyna:
Soy mujer
me van los ovarios en eso la bronca me va la sangre soy mujer soy nadie tendría que ser maestra o esposa o vedette o estúpida o sumisa tendría que estar feliz porque Cristina está en el mando feliz porque hay ilustres femeninas que se cuentan con los dedos de la mano... o por supuesto también con los del pie total a quién mierda le importa que importemos total mientras saquemos volantes y panfletos el machismo recepta que existimos total ser mujer es más fácil que ser pobre y ser pobre y mujer de maravillas y lesbiana mejor y ser travesti es la crem de la crem de la violencia soy mujer y si un compañero tiene muchas ganas de lamerse las pelotas alza la voz o el porte o cualquier cosa total sana tradición la de seguirnos callando total somos putas sensibles o rebeldes sin causa total el capitalismo excede a la lucha de género total si nos cagan a palos nos encanta ser víctimas total la que abusan o violan la cagó por bonita o por provocadora de erotismo indeseable total la igualdad en papeles me deja bien tranquila soy mujer y gozo de humanos derechos puedo votar e incluso lavarme los dientes.
Transgeneracional
Después entendí que la madre de mi padre que la madre del padre de mi madre que esta tristeza empezaba allá y más allá que este maltrato era una reversión el remake de una película en blanco y negro que las mujeres de mi sangre volvían en mí
para que terminara.
no creo en la patria pero sí en el suelo en la necesidad de tierra dónde guarecernos experimentar sembrar contar con pasos en el cantito de lenguas originarias o impuestas en todos los nombres de dios en las canciones sagradas que acompañan oficios en las prácticas antiguas que respetan la vida en la palabra chuschar tanto como en la palabra liebe en los mapeos cotidianos en las frutas de estación no creo en las banderas en ninguna de ellas pero sí en los colores que las componen en las formas geométricas en los astros en las fiestas comunitarias en las comidas ancestrales en los juegos de niñes mi pelo no tiene patria la redondez de mi cuerpo la primavera tampoco pero ocupan lugar y dicen en un rincón del planeta con una temperatura una tonalidad una voz que a alguien le resulta familiar como si hablara con una persona que conoce sobre algo que conoce en sus propias palabras
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