No presentir nada de nadita, cero...
San Buerrizín, 1980.
Sólo el silencio, el mal acecha…
Sólo el sinsabor
de no habernos conocido.
Sólo un amor verdadero y bueno.
Sólo un pasado duro
que no comprendo…
Sólo un presente
que no va a ninguna parte
y que no remediará el futuro.
Sólo que debo estar aquí
y vivir así, como vivo.
Sólo que no sabré más de ti,
que nunca me has querido,
ni llamado, ni bendecido.
No siento nada,
vacía ando y la pena se entierra
en mis carnes y en mis huesos.
Sólo siento que sé de todos,
pero nadie sabe de mí…
Que turbia es la sonrisa
de mis enemigos,
que amarga mi existencia
cuando les veo.
Sé que no quieren para mí
nada bueno,
pero tengo que seguir existiendo.
El no contar contigo ahora…
me hace daño.
Sé que eres luz del sol
pero yo siempre
viví en la sombra.
A ver si eres capaz
de darme calor un día, porque
entre las sombras hace mucho frío.
Dedicado a mi gato de adolescencia, Minio Gregorio Pedro Manuel.
Gato santo que actúa contra los ladrones.
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