"El Mundo" ofrece un buen planteamiento de la derrota en: “Elecciones en Grecia: Los hombres de negro siempre ganan”: https://www.elmundo.es/internacional/2019/07/09/5d239860fdddffeb518b466b.html#
El artículo opone esta conclusión al titular: Crecer es equivocarse, aprender, volver a equivocarse, repetir, madurar, cambiar. Tsipras lo ha hecho. La UE, poco dada a la autocrítica, demasiado cómoda y lenta, todavía está en ello. Pero una cosa ha sacado en claro: victoriosa o no, de la Troika ya no se puede hablar nunca más.
Después de todo, el “malo de la película” ha obtenido un 30% de los votos y mantiene el grupo más numeroso en la izquierda del euro parlamento.
El partido del gobierno en funciones obtuvo un resultado ligeramente inferior en las Generales de 2019; 28,7%.; no creo que debería utilizar el argumento de la derrota electoral de Tsipras para no aceptar en su gobierno voces que apoyan a éste.
Los medios conservadores, como es el caso de “El Mundo”, en el artículo ya citado consideran que el líder destronado está en un proceso de aprendizaje en el que la UE no ha sido capaz de entrar.
En mi artículo “El encanto de la deuda” (http://www.lacasademitia.es/articulo/firmas/encanto-deuda-carlos-ortiz-zarat/20141203092741037114.html) mostraba el fracaso del objetivo de reducción de los déficits presupuestarios proclamado en el Acta fundacional de la UE:
Desde la creación de la UE por el tratado de Maastricht (1994), la deuda púbica no ha cesado de crecer en todos los Estados miembros; en aquellos tiempos Francia y Alemania se situaba en torno al 40% del PIB, aunque tras la unificación, alcanzó el 58% en la RDA, cifra similar a la Española. Actualmente, Italia alcanza el 132%, España el 100%, Francia 95% y Alemania 78% El pacto de estabilidad del Tratado fundacional incumple los objetivos proclamados.
Pese a ese fracaso, la organización aplicó un rigor, que, como reconoce el medio conservador mencionado al principio del artículo no, estaba tan legitimado:
La Troika siempre gana. Hay pocas verdades en la Europa de hoy, pero ésta es probablemente una de ellas. Sin embargo, la frase, la idea, se puede interpretar de formas muy diferentes. La primera, con rabia y reafirmación. La de quien imagina y describe entes supranacionales, antidemocráticos, sin legitimidad, neoliberales, sin corazón, anti-izquierdistas. Un ejército de euro-funcionarios arrogantes al dictado de Alemania, los mercados, los bancos, el capital, el Euro-grupo, Soros. Con recursos Ilimitados, métodos opacos y fines perversos. Como arruinar a los ciudadanos, hundir orgullos nacionales e imponer un paradigma único.
Cierto que el párrafo es una de las tres versiones que ofrece el medio del poder. Sin menoscabo de las otras, que presentan lo que nos dicen que hay, recuerdo al señor Sánchez que un gobierno de su partido modificó el Art 135 de la Constitución española para anteponer el pago de la deuda a Derechos Ciudadanos.
El 6 del mes actual, el Fondo Monetario Internacional, aún presidido por la recientemente nombrada “mandamás” del BCE, Christine Lagarde, lamentó los resultados de las políticas de austeridad impuestas por la entidad:”Neoliberalism: Oversold?”: https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/2016/06/ostry.htm
Traduzco el primer párrafo de FINANCE & DEVELOPMENT, June 2016, Vol. 53, No. 2: “En lugar de activar crecimiento, algunas políticas liberales han aumentado las desigualdades que drenan el desarrollo durable”
El nuevo gobierno de España debería tomar nota de estos aconteceres que parece que tiene a bien mostrarnos el discurso del poder.
Está claro que la UE, con sus actuales políticas y estrategias, ha disparado la deuda de los Estados miembros cuando pretendía, supuestamente, resolver el problema deficitario.
También está claro que la Troika tiene que reconocer que las suyas han agravado el problema.
No parece que nuestros representantes políticos lleguen a ese planteamiento; las derechas acomodan, con mucho ruido, a una extrema derecha, donde pueden hacerse con el poder; el PSOE está demasiado ocupado en dejar claro su defensa de la “Unidad de España , de “Su Majestad Católica” y de las “razones” de la Troika.
Nuestros representantes políticos carecen de espacio en sus agendas para plantearse lo que la media del propio poder tiene a bien que sepamos. Las negociaciones sobre la potencial gobernabilidad se agotan en los aspavientos y nos amenazan con nuevas elecciones que, según los estudios de opinión, no darían resultados más favorables a una investidura. Eso sí, costarían una buena pasta que aumentaría recortes y deuda.
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