Poco a poco se va alejando
pero sigo escuchando
su corazón latir.
Todavía domina mi cuerpo
pero su actuación, pronto
terminará.
El escritor se muere,
se apagará para siempre,
no volverá a nacer,
yo espero que no,
pues nació de un parto difícil
y pocas cosas aportó.
El escritor se acaba,
la lluvia marca el ritmo
que acerca el momento
tan esperado por mí.
La lluvia es mi aliada
y deseo que llueva tanto
y tanto
para que esté pronto
aquí, su fin.
Quiero dejar de escribir.
Para mi inseparable gato, Pochito.
|